“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

12/1/13

Salto con garrocha / Chávez como dijo Brecht, es de los imprescindibles

Gustavo Márquez Marín

Especial para La Página
La imposibilidad de derrotar el bipartidismo adeco-copeyano que dominó la escena política en las últimas tres décadas de la IV República, producía desasosiego y frustración en algunos sectores de la izquierda venezolana, empeñada como estaba en acceder al poder por la vía democrática luego del fracaso de la lucha armada y  del colapso del la URSS. Siempre pensé que ello solo sería posible cuando surgiese un  liderazgo histórico no domesticado por el status quo como el de Hugo Chávez, que fuese capaz de dar un “salto con garrocha”,  rebasando la élite política y económica dominante para ganarse el corazón y la voluntad de las grandes mayorías populares, ávidas de una transformación social que las rescatase del abismo social al que fueron a parar,  trituradas por la molienda del capital y la rapacidad imperial.

Con una voluntad indoblegable  y una visión estratégica de estadista de alto vuelo, el “Comandante del Amor y la Esperanza”, ha sorteado las trampas y descifrado los acertijos que lo han acechado en su afán de redentor social  y constructor de la patria.  Ha ejecutado con maestría el principio del Kung Fu: “vencer a su oponente usando su propia fuerza como ventaja”. A cada acción de la contrarrevolución ha respondido con una re-acción siempre dentro del marco constitucional para darle un mayor impulso al proceso revolucionario.

Así ocurrió después del golpe de estado del 11A,  del sabotaje petrolero y del pronunciamiento de los militares de la Plaza Altamira luego de los cuales,  logró la unidad de la FANB en torno a la doctrina bolivariana antiimperialista fundada en la unidad cívico-militar y puso la industria petrolera  al servicio del desarrollo nacional y del bienestar social de todos los venezolanos, rescatándola de las garras de la burocracia servil a las transnacionales que la mantenían secuestrada. También fortaleció el liderazgo revolucionario luego de triunfar en el referéndum revocatorio (2004) y de la decisión de la derecha de no presentarse a las elecciones de la AN (2006).

Camarada Hugo: como dijo Brecht, eres de los imprescindibles. El pueblo espera ansioso que montes tu cabalgadura  para proseguir  la marcha hacia Carabobo.