Florencia Dora Abadí
En la obra tardía de Walter Benjamin pueden distinguirse al
menos dos caracterizaciones diferentes del pasado. La primera —central en
«Sobre el concepto de historia» (1940) y muy frecuentada por la bibliografía
especializada— describe el pasado como «inconcluso» o «trunco»; la segunda
—presente en el inacabado Libro de los Pasajes— se refiere a un pasado
«originario» o «primitivo». La rememoración del pasado adquiere así matices
diversos, ya como recuerdo de injusticias de un pasado histórico, ya vinculada
con una imagen onírico-desiderativa de una sociedad utópica situada en los
orígenes de la historia.
Nos proponemos aquí 1) analizar la concepción del
pasado inconcluso y sus consecuencias en las esferas teológica y política —para
lo cual consideramos el debate con Max Horkheimer al respecto—, 2) indagar la
concepción del pasado primitivo y su función en la concepción benjaminiana de
dialéctica, y 3) mostrar una posible complementariedad entre estas
caracterizaciones del pasado. A partir de allí, 4) exhibimos de qué modo la
concepción del pasado determina la idea benjaminiana de redención en tanto
exigencia del mundo objetivo, en contraste con la de otros pensadores del
denominado marxismo occidental (Adorno, Horkheimer). En este sentido,
discutimos con aquellas posiciones que han interpretado la redención en
Benjamin como un mero criterio negativo en el ejercicio de la crítica (David
Kaufmann, Richard Wolin).