“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

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21/2/16

La onda gravitacional y la importancia de su verificación

Hubert Krivine   /   La comprobación empírica, hace unos días, de la existencia de ondas gravitacionales gracias al experimento del LIGO/1 (EE UU) es sin duda una proeza técnica increíble, pero antes que nada es un acontecimiento científico importante por dos razones: 1) confirma la teoría de la relatividad general, y 2) abre una vía totalmente nueva de exploración del Universo. Este artículo pretende situar en perspectiva este descubrimiento-
El anteojo de Galileo
Desde la noche de los tiempos, pastores, marinos, astrólogos, sacerdotes, astrónomos y sabios escrutan los cielos. Al principio lo hacían con los medios disponibles: observando a simple vista las luces provenientes de los astros. Después, en el Renacimiento, Galileo Galilei tuvo la idea de ampliar esa luz con ayuda del anteojo de los holandeses. Descubrió las montañas de la Luna, los satélites de Júpiter, las manchas solares y sobre todo la confirmación del modelo de Copérnico, que afirmaba el movimiento de la Tierra alrededor del Sol. Todo esto, que chocaba frontalmente con la doctrina de la Iglesia, cambiaría radicalmente nuestra visión del mundo en el plano científico, pero no solo en este, sino también en el plano social.

18/2/16

Las ondas gravitacionales — Haciendo historia

O quizá se trata otra vez de la misma paradoja: que la historia que acontece delante de nuestra narices debería ser la más clara, y sin embargo es la más delicuescente” Julián Barnes, El sentido de un final 

Visualización 3D de ondas gravitacionales producidas
por dos agujeros negros orbitales. Imagen Henze, NASA
José Ma. Rodríguez   |   Cuando sucede un hecho histórico los participantes suelen decir: estamos haciendo Historia. Quieren decir que lo que están viviendo se publicará en los libros de Historia del futuro. Cuando ocurre algo semejante en ciencia no se dice que se está haciendo Ciencia, expresión que se reserva para el trabajo silencioso que miles de científicos realizan día a día, con el que se va tejiendo la red que permite de vez en cuando hallazgos como el que hoy nos ocupa, la ondas gravitacionales. La confirmación de la existencia de las ondas gravitacionales, que hemos conocido hace poco, aparecerá en los libros de Ciencia, igual que la caída del muro de Berlín aparece en los de Historia.

Esta confirmación experimental ha sido tan importante que ha eclipsado otros dos asuntos de gran relevancia científica a los que ha ido ligada: la comprobación de la existencia de los agujeros negros y la manera en que estos pueden interactuar.

15/2/16

La teoría general de la relatividad y las ondas gravitacionales

El presente artículo es la respuesta a una pregunta formulada en Espai Marx [*] 

Manuel Martínez Llaneza   |   El símil más sencillo que se me ocurre (símil, no explicación) es el de un barco moviéndose en el agua (serían más propios un submarino o un avión que están inmersos en su medio, pero empiezo por el barco que es más gráfico). El barco cambia el estado del mar desplazando el agua del espacio que él va ocupando. Esa agua, que se sube por los costados en la proa y las amuras, cae a su vez y va formando olas que se alejan del barco a una velocidad propia dependiente de las características físicas del aire y el agua, y la gravedad. Las olas permiten recolocar el agua desplazada, pero además transmiten la información de que ha sido desplazada por un barco, por lo que, si vemos olas podemos deducir que hay un barco en movimiento en la dirección de la que vienen.