Foto: Este niño de 12 años trabaja en un garage de Nápoles, Italia |
En esta ciudad, una de las más pobres de Europa, miles de
niños dejan el colegio para ayudar a sus padres a llegar a fin de mes. Trabajan
en negro o bien son captados por la mafia para que se encarguen de las tareas
sucias. Un fenómeno que se ha acentuado con la crisis.
Son las siete de la mañana en San Lorenzo, en el corazón de
Nápoles. Un chaval se desliza por el laberinto de callejuelas húmedas, con una
pesada caja de conservas en el brazo. Con un chándal desgastado, la capucha
sobre la cabeza y unas zapatillas viejas, el pequeño Gennaro comienza su
jornada laboral.