Eduardo Zeind Palafox
|
Especial para La Página
|
Los escritos literarios de Jean-Paul Sartre son mejores que
los escritos filosóficos de Sartre, Jean-Paul. ¿Por qué he intercambiado la
posición de las palabras en la frase anterior? Lo hice para dar a entender lo
siguiente: el Sartre literario escribe como hombre, mientras que el Sartre
filosófico escribe como autómata.
|
México |
En menos de diez páginas pude descifrar la técnica de
redacción o de pensamiento del francés. Decir que lo infinito cabe en lo finito
(como Wittgenstein), que la consciencia es la caja de la virtud y que no hay
virtud de la consciencia (como Kant), o que toda metafísica implica una teoría
del conocimiento y viceversa (como Schopenhauer), es demostrar, sin polisemias
o postrimerías significantes, una tradición dialéctica.
En las muchas biografías que hay sobre Sartre, he leído que
el filósofo nauseabundo leía a Spinoza (la bella Castor, Simone de Beauvoir, lo
atestigua). Y Sartre no se olvida jamás de citarlo (lo cita como "jamais
vu" y no como "déjà vu"). Todo el Ser y la Nada será, para mí,
un juego dialéctico, un binomio, una marejada de parejas conceptuales. Le rezo
a Thor, a Wodan y a Zeus, les rezo para poder concluir sin hastío el mamotreto
filosófico de Sartre.