“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

9/1/17

Michelangelo Antonioni, Federico Fellini y Pier Paolo Pasolini: Tres cineastas italianos de culto

Pedro García Cueto
La incomunicación en el cine de Antonioni
La obra de Michelangelo Antonioni sigue siendo, para muchos cinéfilos, una de las más valoradas del cine italiano. Nos hallamos ante un cineasta que ahondada en la incomunicación del ser humano, a través de imágenes de singular belleza. Obra de culto, sin duda, la de Antonioni, porque su cine es moroso, con escenas lentas, que exigen del espectador una especial paciencia y que nos llevan a considerar sus películas como esenciales en nuestro universo cinematográfico.

El director italiano nació en 1912, en Ferrara, un 29 de septiembre. Creció en un ambiente intelectual donde imperaba el fascismo italiano. Pero pronto el director se aleja de esto, interesado por el cine. Le acompañan en esa singladura que comenzó en los años treinta, la sólida amistad de Giorgio Bassani y la del filólogo Gianfranco Caretti, ambos del círculo literario de Ferrara, hombres que ya van abriendo la senda de la cultura en la ciudad italiana en un período tan difícil como el anterior a la Segunda Guerra Mundial. Antonioni va a ser también un crítico cinematográfico de prestigio en revistas como Corriere Padano, Cinema, Italia Libera y Bianco e Nero.

Ricardo Piglia, el escritor que enseñaba a leer

Ricardo Piglia ✆ René González
Juan Forn

En el tedio de las siestas de verano, todas las persianas bajas, toda la casa en silencio, un chico de tres años observa desde la penumbra a su abuelo sentado en un sillón, inmóvil, concentradísimo en el libro que sostiene en las manos. Al nieto le gusta copiar todo lo que hace el abuelo, así que arrima una silla a los estantes de la biblioteca, saca un tomazo y va a sentarse en los escalones de la puerta de su casa, con el libro abierto sobre las rodillas y la misma expresión de su abuelo. La casa queda a una cuadra de la estación de Adrogué. Cada media hora pasan por la calle los que bajan del tren. A la hora de la siesta son pocos, en ese verano de 1943. Uno de ellos, el único que repara en él, frena su marcha, le muestra sin decir palabra al chico que tiene el libro al revés y sigue su cansino camino. En 1943, la familia de Borges todavía pasaba los veranos en el Hotel Las Delicias de Adrogué. De manera que ese pasajero que le enderezó el libro al chico bien pudo ser ya sabemos quién.

8/1/17

William Shakespeare, el revolucionario

William Shakespeare ✆ Zeppo
El bardo de Inglaterra veía a todo el mundo como un completo ser humano. Esto convierte a sus obras en excelentes: y lo convierte en un gran revolucionario.
Jeremy Fox

Viendo una representación de El rey Lear en el Barbican Theatre de Londres, fui deslumbrado no por primera vez por la conciencia de pobreza y desigualdad de Shakespeare. Aunque su popularidad y pura brillantez durante su vida le mantuvieron a salvo de la Torre [1], tenía algo de revolucionario, de igualitario, mucho antes de que esa palabra o cualquiera de sus estridentes equivalentes políticos hubieran encontrado camino hacia nuestro vocabulario. Algunos pasajes, no solo de Lear sino también de otras obras, muestran pruebas de una fuerte conciencia social –en algunos momentos sin rodeos y en otros más sutilmente– a través del tratamiento y el moldeado del personaje.

3/1/17

¡Ha muerto John Berger, viva John Berger!

John Berger
A  sus 90 años, como Fidel, murió John Berger. Vivía en las afueras de París, junto a los campesinos que retrató. Escribió novelas memorables y gestó “Modos de ver”, serie y texto claves de la crítica de arte. Fue un intelectual decisivo del siglo XX, autor de novelas y ensayos clave en el panorama cultural mundial, pintor, crítico, guionista y dramaturgo. John Berger murió este lunes en Antony (París). Nacido en Londres el 5 de noviembre de 1926, Berger vinculó siempre su trabajo al compromiso político, como sucede en G., novela experimental influenciada por el marxismo y el feminismo sobre un Don Juan decadente que representa el ocaso burgués. El escritor mereció el premio Booker en 1972 por la novela, 5 mil libras que compartió con las Panteras Negras, a las que reivindicó por resistir en tierras caribeñas explotadas por la institución inglesa que otorgaba el premio: ese gesto retrata con precisión a Berger.

Lecciones sobre el apocalipsis del aire

El ensayista esloveno advierte sobre los peligros de naturalizar los dramas medioambientales a través de mecanismos psicológicos y culturales que no resuelven el desafío más urgente que enfrenta la humanidad.
 
Slavoj  Žižek

En diciembre de 2016, el smog en las grandes ciudades chinas se hizo tan espeso que miles huyeron al campo, intentando llegar a un lugar donde se pudiera ver el cielo azul –este apocalipsis del aire afectó a quinientos mil millones de personas–. Para los que se quedaron, moverse comenzó a parecerse a la vida en una película post-apocalíptica: la gente caminando con grandes máscaras de gas en un smog donde incluso los árboles cercanos eran invisibles.

2/1/17

Siria, la revolución y la izquierda latinoamericana

Atilio A. Boron

En su réplica a mi artículo Santiago Alba Rico abunda en sus planteamientos originales. [1] Veo dos dimensiones axiales en su argumentación. Uno, se ha desatado en la arena internacional una lucha entre potencias imperialistas que se libra en escenarios tan diversos como Oriente Medio y Ucrania. Dos, las revoluciones en el mundo árabe fracasaron porque les faltó apoyo internacional de la izquierda europea y de los gobiernos progresistas y de izquierda de América Latina. Creo, humildemente, que escapan a su mirada algunos asuntos que deberían ser tratados de otra manera.

31/12/16

Leibniz: El arquitecto de la Modernidad

 Se cumplen 300 años de la muerte de Gottfried Wilhelm Leibniz, filósofo y referente de la cultura europea, gran defensor de la igualdad intelectual de la mujer
Gottfried Wilhelm Leibniz
✆ Fernando Vicente
Juan A. Nicolás
Ha habido autores que han proporcionado una idea o un instrumento decisivo para el progreso de la sociedad en su momento. Pero la aportación de Leibniz fue arquitectónica en el sentido de que proporcionó estructuras básicas para la configuración de ese paradigma cultural en el que hoy problemáticamente nos movemos y que llamamos Modernidad. Posteriormente, otros muchos irían dotando de matices, contenidos concretos y consecuencias las grandes líneas arquitectónicas trazadas por Leibniz.

Leibniz aportó ideas de tan largo alcance como el sistema numérico binario, la idea del inconsciente, la concepción de Europa como unidad cultural, la formulación de una metafísica de la individualidad, la relevancia de la creación de revistas y sociedades científicas, la consideración de la mujer como sujeto científico y filosófico equiparable al hombre, o una concepción intercultural de la constitución del saber. Estos son algunos ejemplos de ideas leibnizianas que antes o después tuvieron un efecto multiplicador y constituyeron la trama intelectual sobre la que se construyó la Modernidad.

23/12/16

Alexander von Humboldt y de cómo el ser humano ha perdido de vista la naturaleza

Alexander von Humboldt
✆ A. Neumann
Esteban G. R. Luna

En una de las ventanas de la planta baja de una perdida cabaña en el condado de Wiltshire, en el brumoso sudoeste de Inglaterra, cuelga un cartel con una calavera y un par de tibias cruzadas en el que se puede leer en inglés el aviso “Peligro. Radioactividad”.  Mirando en el interior a través del polvoriento tragaluz todavía es posible reconocer un taller salpicado de instrumental científico, con las estanterías, las mesas y el suelo repletos de libros, papeles y extraños cachivaches de diferentes formas y tamaños, algunos de ellos con la extraña apariencia de haber sido ensamblados allí mismo. Ahora ese laboratorio casero se muestra casi desierto, pero la advertencia sigue manteniendo alejados a los ladrones y curiosos, como lo hizo durante gran parte de la segunda mitad del siglo XX, en la que bullía en su interior una intensa actividad que no deseaba ser molestada.

Nada en ese tranquilo rincón de la campiña británica, muy cerca de donde se alojan los famosos restos arqueológicos de Stonehenge y Avebury, haría pensar que allí se llevaron a cabo investigaciones secretas de la NASA, en uno de los intentos más ingeniosos para detectar la presencia de vida en Marte, a partir del análisis espectroscópico de la composición de los gases de su atmósfera, ni tampoco que allí supuestamente se idease con la máxima discreción el horno microondas con el que hoy podemos calentar la leche del desayuno.

Epicuro, un remedio para la crisis

Aquel pensador de la Grecia decadente puede constituir un poderoso remedio contra la apatía que invade el mundo actual: buscar salidas no es tarea de ningún salvador exterior, sino de cada uno de nosotros
 
Epicuro ✆ Nazario Graziano
Michel Onfray

Me encuentro en Madrid, en una visita cuyo propósito expreso es ver la exposición La Villa de los Papiros, en la Casa del Lector, a la que dediqué un curso de mi Universidad Popular. Y, desde luego, no me arrepiento de haber venido. La exposición muestra, mediante una sutil utilización de las tecnologías modernas (reconstrucciones en 3D, interacciones táctiles) y una bella sobriedad museográfica (la composición en torno a tres frases de Epicuro), lo que fue un jardín filosófico epicúreo situado en Campania, junto al Golfo de Nápoles, durante la época de la erupción del Vesubio del año 79 d.C. El montaje nos enseña cómo era probablemente el Jardín de Epicuro en Atenas.

En un efecto paradójico de la astucia de la razón, la lava y la ceniza, con su actuación letal, contribuyeron a crear vida, puesto que, gracias a los arqueólogos, hoy disponemos de una inmensa cantidad de datos, extraídos del suelo, que nos cuentan qué significaba en aquellos tiempos vivir una vida filosófica.

Tres etapas de la visión metrópoli satélite

André Gunder Frank
Claudio Katz

André Gunder Frank fue un conocido intelectual que en los años 60 participó en la gestación de la teoría marxista de la dependencia. Buscó dilucidar las peculiaridades de la relación centro-periferia analizando los orígenes y las características del capitalismo. Frank adoptó sucesivas visiones centradas en el atraso latinoamericano, la dinámica del sistema mundial y el protagonismo internacional de Asia. En cada abordaje suscitó intensas polémicas por su tendencia a radicalizar la discusión contradiciendo sus planteos previos. Su evolución fue muy ilustrativa de los distintos perfiles que asumió el debate sobre el subdesarrollo.
Variedad de enfoques
El primer Frank en los años 60 afirmó que América Latina padecía una gravosa apropiación de excedentes por su inserción subordinada en el mercado mundial. Señaló que esas confiscaciones perpetuaban el estancamiento de la región. Remontó el origen de ese sometimiento a la época colonial y recordó que Iberoamérica se integró en forma dependiente al capitalismo mundial. Por eso quedó encadenada a un circuito que favoreció primero a los centros metropolitanos (España, Portugal) y luego a la potencia dominante (Gran Bretaña).

21/12/16

Lucha de clases. El conflicto irrebasable

Lucha de Clases ✆ Pablo O'Higgins
Gerardo de la Fuente Lora
I
Que la sociedad se encuentre dividida en clases no significa simplemente que entre sus elementos haya diferencias de posición o poder, capacidades distintas para acceder a bienes y derechos, desigualdades relativas al disfrute de la naturaleza o de las producciones culturales de la humanidad. La partición clasista no designa tampoco, o no nada más, una situación de inestabilidad e inquietud sociales, una confrontación entre dominadores o dominados, entre los mejor y los peor colocados en cada ámbito social; tampoco se designa con ella una condición de rijosidad extrema ni un ambiente de movilización desasosegada, la experiencia de la incertidumbre ante las reacciones posibles, desaforadas, de los que mandan o de los que obedecen. Las clases sociales, en su enfrentamiento, muestran el músculo cuando se manifiestan en las acciones de grandes contingentes, en mareas de gran fuerza escenográfica, es cierto, pero las confrontaciones de clase acontecen también en los pequeños días (por usar una expresión de Bolívar Echeverría), cuando nadie podría sospechar que bajo los prados cavan los topos viejos.

20/12/16

El sombrío futuro de la crisis

Michel Husson

La crisis no ha terminado, pero deja ya un paisaje social devastado. Tras describir sus efectos sociales, este estudio se interroga sobre la existencia de alternativas a las políticas neoliberales llevadas a cabo en la actualidad en Europa.
Las marcas de la crisis
El balance sobre el empleo se puede resumir, simplemente, señalando que en la actualidad hay el mismo número de personas que disponen de un empleo que cuando estalló la crisis: la creación neta de empleo ha sido nula en la zona euro en el curso de estos ocho últimos años. No es pues, nada asombroso, constatar que la tasa de paro sea en la actualidad del 10%, es decir casi dos puntos más que al inicio de la crisis. Esta media coexiste con importantes disparidades entre países: la tasa de paro sobrepasa el 20% en Grecia y en España, mientras que es inferior al 5% en Alemania y el Reino Unido. Pero sobre todo, estas cifras globales no dan cuenta de las transformaciones estructurales desencadenadas por la crisis.