Walter Benjamin ✆ Rocha |
Maciek
Wisniewski | Walter Benjamin (1892-1940) –incluso ya
cuando descubrió a Marx para su filosofía y crítica cultural, expandiendo
luego las fronteras del marxismo– no le prestó ninguna atención especial a la
cuestión del trabajo. Simplemente no era su principal tema de interés. Pero la
historia de su vida –como las historias de tantos de nosotros que, viviendo
bajo el capitalismo, estamos obligados a vender nuestra fuerza de trabajo para
poder sobrevivir– estuvo íntimamente entrelazada con este asunto.
Los fantasmas de inseguridad y precariedad, los problemas
financieros y laborales, acechaban al autor de las Tesis sobre la historia desde
el principio hasta su muerte suicida; su vida en este sentido –y en sus propias
palabras– era una permanente ruina y catástrofe. Cuando sus
planes de emprender una carrera universitaria de tiempo completo se vieron
finalmente frustrados (en un momento, incapaz de mantener a su esposa e hijo,
tuvo que volver a vivir con sus padres), la única fuente estable de ingresos
eran sus colaboraciones para la radio, en aquel entonces una nueva oportunidad
laboral para los knowledge workers (véase: Radio
Benjamin, Verso, 2014, 424 pp.).