Los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos
parecen tratar de gritar más fuerte que el otro en lo que concierne a Irán,
Siria, e Israel/Palestina. Cada uno de ellos alega que hace más por respaldar
los mismos objetivos. ¿No resulta entonces extraño que al momento no haya tal
contienda verbal en lo que concierne a Afganistán?
No hace mucho fuimos testigos del mismo juego
demócrata-republicano en torno a Afganistán. ¿Cuál era el partido más macho?
Recuerden el concepto de que una “oleada” de tropas podría ganar la guerra, un
concepto que el presidente Obama abrazó en su discurso ante la academia militar
estadunidense en diciembre de 2009. Ahora, repentinamente, desde marzo de 2012,
parece haberse convertido en un tema que nadie quiere impulsar en voz demasiado
alta.