El
neo-desarrollismo reivindica al empresariado industrial como sujeto protagónico
del desenvolvimiento. Esta defensa sintoniza con su mirada elogiosa del capitalismo.
Algunos consideran que este sistema optimiza la evolución de la sociedad y
otros estiman que constituye un dato invariable de la realidad. Todos cuestionan
las consecuencias nocivas de ciertos modelos, pero aceptan los criterios de
eternidad capitalista que ha difundido el neoliberalismo.
Idealización y realidad
Los autores neo-desarrollistas repiten los mitos más corrientes sobre el funcionamiento armónico de las sociedades. Consideran que los individuos se organizan dentro de cierto territorio, en colectividades regidas por un destino que comparten todas las clases sociales. Suponen que existe un convenio implícito para mejorar el bienestar general, incrementando la competitividad internacional de cada conglomerado
Idealización y realidad
Los autores neo-desarrollistas repiten los mitos más corrientes sobre el funcionamiento armónico de las sociedades. Consideran que los individuos se organizan dentro de cierto territorio, en colectividades regidas por un destino que comparten todas las clases sociales. Suponen que existe un convenio implícito para mejorar el bienestar general, incrementando la competitividad internacional de cada conglomerado