En los últimos años aumentó la influencia del
neo-desarrollismo. El término se volvió usual en numerosos ámbitos de América
Latina y se multiplicaron los encuentros para discutir su contenido. Dos conocidas figuras de Brasil y Argentina
reivindican esta concepción (Luiz Carlos Bresser Pereira y Aldo Ferrer). Pero
un amplío grupo de economistas trabaja en la misma dirección (Robert Boyer,
Osvaldo Sunkel, Gabriel Palma, Cristóbal Kay, Alejandro Portes, Joao Sicsu,
Luiz De Paula, Michel Renaut, José Luis da Costa Oreiro). Estos pensadores
actúan en importantes organismos (Fundación Getulio Vargas, Plan Fénix), han
ganado terreno en las universidades y difunden planteos recogidos por los
medios de comunicación[1].
¿Cuáles son las principales tesis económicas del nuevo desarrollismo? ¿En qué se diferencian de sus antecesores? ¿Qué indica la aplicación reciente de sus propuestas? ¿Cuál es el correlato político de sus caracterizaciones?