Foto: Fidel en México, después de ser liberado |
Homero Campa
Fidel Castro dice que siempre pensó en México como el “país
ideal” para organizar en los años cincuenta la expedición revolucionaria que
partiría a Cuba con el objetivo de derribar al dictador Fulgencio Batista.
Ofrece varias razones: la cercanía geográfica y cultural, un
gobierno estable emanado de la revolución “más radical que hasta entonces se
viviera en la región”, un lugar de asilo de los perseguidos políticos de
América Latina y una política exterior de solidaridad con las causas
democráticas, cuya máxima expresión fue no reconocer al régimen de Francisco
Franco tras el triunfo de éste en la Guerra Civil española.