Especial para La Página |
Esta mañana me desperté muy tempranito. Saqué la bandera
azul y blanca del armario mundialista, y la desplegué en el balcón de mi
departamento. Luego, meticulosamente vestí a Bombón con escarapelas y moñitos,
todo azul y blanco. Le puse una escarapela alrededor de justo allí, dejando el
orificio al descubierto, y lo saqué a que dé su opinión en la banqueta. Bombón
dio su sabia opinión, y no la recogí. No hoy.
Mis vecinos chilangos no entendían nada. Muchos no habían
leído todavía la edición de hoy de La Jornada, que reprodujo textualmente, con
entusiasmo casi cardenista, seis o siete artículos y editoriales de opinión del
diario oficialista argentino Página|12, incluyendo aquel artículo
jolivudensemente titulado “Día de la Independencia”, que habla de la sangre
ibérica (sic) y de la sangre argentina.