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@ Carlín
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Alfredo Portillo
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Especial para La Página
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En el departamento de Cajamarca [Kashamarca (pueblo de
espinas) en quechua], al noroeste de Perú, se libra una intensa lucha por los
recursos naturales. De un lado, los pobladores de esa región, apoyados por
organizaciones ambientalistas, luchan por la preservación del agua para consumo
humano y para actividades agrícolas; del otro lado, el gobierno del Presidente
Ollanta Humala y compañías mineras, que quieren desarrollar el llamado proyecto
Minas Conga, para explotar y obtener oro. Una lucha que lleva ya varios meses
en desarrollo, y que no cesará en el futuro inmediato, ya que los intereses de
ambos bandos parecieran ser irreconciliables.
La defensa del recurso agua es liderizada por el gobierno
regional de Cajamarca, el Grupo de
Formación e Intervención para el Desarrollo Sostenible, el Frente de Defensa
Ambiental de Cajamarca y el Frente de Defensa de los Intereses de la Región
Cajamarca, quienes argumentan que el desarrollo del proyecto Minas Conga acabaría
con tres lagunas que son fuente de vida para miles de campesinos y pobladores
urbanos. Además agregan que en la actualidad la planta de la compañía minera
Yanacocha, propiedad del consorcio internacional Newmont Mining Corporation,
recibe un suministro de agua de 900 litros por segundo al día, mientras que
Cajamarca, una ciudad con 200 mil habitantes, recibe apenas 200 litros.