“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

18/8/14

La lógica turbulenta del capital

Esteban Mercatante   |   En el principio, fue la crisis. Allí inicia Diecisiete contradicciones y el fin del capitalismo1, de David Harvey. Su premisa es que el capitalismo no sobrevivirá tal como era –si es que lo hace– después de las ondas expansivas que sigue produciendo la quiebra de Lehman Brothers en 2008. En el curso de las crisis, “las inestabilidades del capitalismo son confrontadas, rediseñadas y reconfiguradas para crear una nueva versión de lo que hace al capitalismo”. Las crisis también alteran de forma profunda las ideas, instituciones y relaciones entre clases. Lo peculiar de la crisis que atravesamos es que, ya transcurriendo el sexto año de iniciada, “debería haber ya diagnósticos en disputa sobre lo que está mal, y una proliferación de propuestas para enmendarlo.

Es extraordinaria la escasez de nuevos abordajes o políticas”. Las respuestas hasta el momento se mueven entre el intento de continuar y profundizar las políticas neoliberales de los últimos treinta años, o algún keynesianismo diluido, con poca atención –señala Harvey– en el énfasis de el economista británico en las políticas distributivas (aunque desde la salida del libro de Harvey el economista Thomas Piketty ha creado un best seller referido a la desigualdad del ingreso y la riqueza 2).

14/8/14

La omnipotencia y el filantrocapitalisno (I & II)

“El mal ha demostrado ser más radical de lo que se esperaba. En términos objetivos, los crímenes modernos no están previstos en los Diez Mandamientos. Dicho de otro modo: la tradición occidental sufre la idea preconcebida de que las cosas más malvadas que los seres humanos pueden cometer nacen del vicio del egoísmo (tradición que seguramente incluye al Kant del “mal radical”). Y sin embargo sabemos que las mayores maldades, o el mal radical, ya no tienen nada que ver con esas motivaciones pecaminosas y humanamente comprensibles. No sé qué es realmente el mal radical, pero me parece que tiene que ver de alguna manera con el siguiente fenómeno: hacer que los seres humanos sean superfluos como seres humanos (no usarlos como un medio para conseguir algo, lo cual deja intacta su esencia como seres humanos y solamente incide en su dignidad humana, sino hacerlos superfluos como seres humanos).Esto sucede tan pronto como toda impredecibilidad –que en los seres humanos es equivalente de la espontaneidad– queda eliminada. Todo esto deriva de, o acompaña a, la ilusión de omnipotencia (y no solamente al ansia de poder) de un individuo en concreto [...] La omnipotencia de un individuo concreto haría que los hombres fueran superfluos 
Carta de Hanna Arendt a Karl Jaspers. 

8/8/14

La cumbre presidencial Maduro & Santos

Foto: Nicolás Maduro & Juan Manuel Santos
Gustavo Márquez Marín
La Cumbre Presidencial realizada  en Cartagena giró alrededor de un acuerdo binacional para enfrentar el contrabando, aunque también abordó otros temas de importancia estratégica para el país. Santos propuso retomar la resolución 399 de la CAN, objetada por el Presidente Chávez (1999), sobre el transporte de carga por carretera. También sugirió aplicar el pago en moneda local en el comercio bilateral, con retorno del excedente  en una “moneda convertible”. 

Antes de darle luz verde a las empresas transportistas colombianas para que exploten el jugoso negocio del transporte de carga internacional,  sería prudente  evaluar el impacto que esta medida tendrá en el desplazamiento de los transportistas venezolanos, no solo de la ruta internacional,  sino también, del transporte de cabotaje, generando con ello desempleo en Venezuela, además del impacto que tendría en el uso de las carreteras, en la pérdida de soberanía en áreas estratégicas como la economía y la seguridad nacional.

7/8/14

Que Israel detenga la cacería humana en Gaza | Palestina tiene derecho a existir

José Arnulfo Bayona
Los pueblos del mundo asistimos horrorizados, avergonzados e impotentes, a un nuevo episodio a escala ampliada del sistemático y planificado exterminio del pueblo palestino por parte del terrorífico Estado de Israel. Crímenes de lesa humanidad, masacres, genocidios, holocausto, pueden ser calificativos en el campo del debate sobre cómo caracterizar el “drama humano más grave de nuestra historia contemporánea”, así calificado por el historiador Ricardo Sánchez Ángel. Porque ha ocurrido durante décadas, de manera sistemática, por la brutalidad de las acciones criminales y por la sofisticación de las armas israelíes cada vez más demoledoras y mortíferas. Pero también por la complicidad de los Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea, la complacencia de gobiernos árabes, la indolencia e impotencia de la ONU y la desidia de los gobiernos de la mayoría de los países mundo. 

6/8/14

Cien años de ‘El proceso’ de Franz Kafka | Nuevas propuestas para una relectura

José Ramón Martín Largo
En su libro La estética de la resistencia, Peter Weiss establece una original relación entre las pinturas de Brueghel y las obras de Kafka. Ambos, escribe, “habían dibujado paisajes universales, finos, transparentes, aunque en tonos terrosos. Sus imágenes eran al mismo tiempo luminosas y oscuras; causaban la impresión de ser macizas, pesadas en su conjunto, pero llenas de fuego y con nítida claridad en los detalles. Su realismo se había depositado en los lugares y regiones que eran reconocibles de modo inmediato, pero que al mismo tiempo se sustraían a todo lo visto hasta ahora. Todo estaba lleno de huellas, de gestos, de movimientos, de acciones cotidianas; todo resultaba típico y nos mostraba cosas importantes, centrales, pero sólo para, en el mismo momento, producir un efecto extraño, chocante”.

3/8/14

La cuestión ideológica | El fin de la historia, la ideología y las grandes preguntas

Alberto Garzón Espinosa
¿Podemos seguir pensando que se acabaron las ideologías? ¿es acaso cierto que sólo queda la resignación en el marco del sistema económico capitalista? ¿está en lo cierto Frederic Jameson (1934-) cuando asegura que «hoy es más fácil imaginar el final del mundo que imaginar el final del capitalismo»? ¿Queda espacio para la utopía, ese no-lugar en el horizonte que según Eduardo Galeano (1940-) nos sirve para caminar?

Sin duda, la primera duda que nos asalta es la siguiente: ¿de qué estamos hablando cuando decimos que algo es ideológico? ¿Se están refiriendo a la misma noción el dirigente comunista que grita «¡las ideas socialistas nos liberarán!» y el tertuliano de televisión que censura a su interlocutor expresando algo del tipo «eso lo dices porque tienes ideas socialistas»? Parece obvio que el primero entiende la ideología como algo positivo, en tanto que instrumentaría la emancipación social, mientras que el segundo la entiende como algo negativo, en tanto que ocultaría o distorsionaría la verdad. ¿Podemos entonces hallar alguna definición que nos satisfaga a todos y sobre la que podamos discutir?

John Holloway: El desafío es salir del capitalismo

  • A diez años de la publicación de su célebre libro, ¿sigue pensando John Holloway que es posible cambiar el mundo sin tomar el poder?
Amador Fernández-Savater
En el año 2002, John Holloway publica un libro de referencia: Cambiar el mundo sin tomar el poder. Inspirado por el ¡Ya basta! zapatista, por el movimiento que surgió en Argentina en 2001/2002 y por el movimiento antiglobalización, Holloway plantea en él una hipótesis: no es la idea de revolución o transformación del mundo la que ha quedado impugnada en el desastre del comunismo autoritario, sino más bien la idea de la revolución como toma del poder y la del partido como herramienta política por excelencia. Otra noción de cambio social se insinua en esos movimientos, y en general en todas las prácticas más o menos visibles donde se sigue una lógica distinta a la del beneficio, la de agrietar el capitalismo, o sea crear, dentro de la misma sociedad que se rechaza, espacios, momentos o áreas de actividad donde se prefigura ya un mundo distinto. Rebeldías en movimiento. Vistas así las cosas, la cuestión de la organización ya no coincide con la del partido, sino que pasa por la pregunta de cómo se reconocen y conectan las distintas grietas que van descosiendo el tejido capitalista.

31/7/14

Thomas Piketty y las desigualdades socio-económicas

Thomas Piketty ✆  Jonas Modi
Hugo Salinas
El profesor Thomas Piketty, en su libro “El Capital en el siglo XXI” [1], ha abierto, y de una manera excepcional, el camino para una mejor comprensión de las grandes desigualdades socio-económicas. Pero, a fin de completar el cuadro de análisis, me permito sugerir dos cosas. Primero, es indispensable que nuestro proyector ilumine la actividad socio-económica del hombre y su grupo social, desde sus orígenes. Segundo, en base a la información estadística que dispone sobre los últimos 300 años de nuestra historia, es necesario mostrar el porcentaje del ingreso nacional y del capital en manos del 50% de la población “de abajo”. ¿Por qué?

Comencemos por el comienzo. El profesor Piketty pertenece a una generación de economistas que ha sido formado en la economía neoclásica y con un elevado, y casi exclusivo, componente matemático. Y como él mismo lo dice en su libro, pertenece a una generación que no está contaminada por la influencia marxista. Incluso, a sus 18 años le toca vivir, con un cierto grado de afección, la caída del muro de Berlín.

30/7/14

Pacifismo burgués | Un estudio de la ética burguesa

El autor es un héroe inglés que murió en combate el 12 de febrero de 1937 a los 29 años de edad, durante la guerra civil española, dando su vida en la defensa de la democracia y el socialismo ante el avance del fascismo.

Christopher Caudwell ✆ A.d.
Christopher Caudwell
No resta mucho de importancia en la ética burguesa. La castidad, la sobriedad, la salvación y la limpieza de corazón ya no son cuestiones por las que se preocupen mucho los burgueses. De hecho sólo ha una cuestión en la que la conciencia burguesa muestra cierta actividad cotidiana. El pacifismo, siempre latente en el credo burgués, se ha cristalizado ahora como la única creencia con carga emocional que queda en el cristianismo Protestante o en su correlato, el idealismo “burgués”.

La denomino una doctrina distintivamente burguesa, porque por pacifismo entiendo, no el amor de la paz que se debe asegurar a través de acciones concretas, sino la creencia de que toda forma de constreñimiento social de otros o cualquier acción violenta es mala en si misma, y que la violencia, como la guerra, debe ser resistida pasivamente porque usar la violencia para poner fin a la violencia sería lógicamente contradictorio. Opongo al pacifismo entendido en este sentido la creencia comunista de que el único medio

29/7/14

La Primera Guerra Mundial | 28 de julio de 1914, una magnífica aproximación de Luciano Canfora

Salvador López Arnal  
Por supuesto. Nada nuevo soy capaz de señalar sobre el gran estallido, sobre las infernales tempestades de acero de las que nos habló Ernst Jünger, uno de los primeros en alistarse en la contienda con apenas 18 años, a una criminal guerra de la que nos hablaría con apasionamiento, años después, a sus 25 años, alabándola como “experiencia interior”. El carácter belicista-militarista y de derecha extrema antidemocrática del pensamiento de Jünger, “un viejecito encantador” en su día, objeto incomprensible de devoción en nuestro país de países hace unos años, es más que conocido.

Algunos puntos conocidos del estallido (sigo el libro del helenista italiano: 1914, Barcelona, El Viejo Topo, 2014, unos 20 capítulos breves, 10 páginas). El gobierno ruso había ordenado a finales de julio de 1914 una movilización parcial que, en principio, no comprometía la situación de forma inexorable aunque, ciertamente, daba a entender que el gobierno del zar se ponía en el peor escenario deseable: la guerra era probable.

28/7/14

Pier Paolo Pasolini: La pasión según Marx

Santiago Asorey
El escritor Pablo Ramos escribió en un ensayo: “Creo en algo y muchas veces vivo de manera contraria a lo que creo. Sufro por eso. Culpa, vergüenza, y, a veces, la soledad y el juicio de los otros. Sin embargo soy tan cristiano que me expongo, una y otra vez. Porque La Cruz es, a mi entender, la puerta de la misericordia.” 

A los pocos días de leer esta frase vi “La Ricotta”, el cortometraje de Pier Paolo Pasolini y se me ocurrió algo sobre el artista cristiano en su dimensión espiritual. Aquella culpa de la que habla Ramos y que también está presente en los cuentos del escritor norteamericano Raymond Carver, puede ser también un motor narrativo potentísimo. No es solo la culpa lo que arrastra a narrar muchas veces. Sino la necesidad del perdón y la necesidad de buscar la redención en la exposición del espíritu desnudo.

Creo que en Pasolini esta idea era muy fuerte. “La Ricotta” es la muestra de que Pasolini como artista cristiano está en la búsqueda de la redención y que esa redención se adquiere en la exposición del artista. La crítica que el cortometraje ejerce al sistema de representación de la industria cinematográfica, es también una corrección espiritual. Como si la tarea del artista que esta dispuesto a entregar su

21/7/14

Rubén Alves | El humanismo mesiánico y el mesianismo humanista

Rubén Alves ✆ 1934-2014
Enrique Dussell
En 1968, mi amigo Rubén Alves defendió en Princeton (universidad presbiteriana estdunidense) su tesis doctoral (que he leído personalmente en su texto mecanografiado), con el título, en inglés en el original, de Hacia una Teología de la Liberación. Por desgracia fue traducida y editada en Montevideo con otro título más de moda en ese tiempo: Una teología de la esperanza, haciendo referencia a la teología del alemán Juergen Moltmann. Los editores no imaginaban que Rubén iniciaba una nueva historia de la teología, y eurocéntricamente los editores no advirtieron la novedad, y con ello despistaron al lector.