“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

19/2/16

Camilo Torres Restrepo y la Sociología — A propósito de la conmemoración de los 50 años de su muerte

Camilo Torres Restrepo ✆ Calarcá
Ricardo Sánchez Ángel   |   En la formación temprana de Camilo está el haber ingresado a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional (1947). Entonces se relacionó con los dominicos Blanchet y Nielly, quienes pregonaban un cristianismo social. Se ordenó sacerdote en 1954 y se matriculó en la Universidad Católica de Lovaina en la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas donde obtuvo su licenciatura en sociología (1958). Se vinculó a las experiencias proletarias de los mineros belgas y a las corrientes renovadoras católicas, pero también al fuerte ambiente tercer mundista, especialmente el de la liberación de Argelia y de Cuba, de la mano de su amiga Guitemie Oliviéri. Se especializó en la Facultad de Sociología de la Universidad de Minnesota en Sociología Urbana y del Trabajo en calidad de Honorary Fellow. Su tesis de grado en Lovaina sobre “La Proletarización de Bogotá” (1961) introduce la combinación de análisis cuantitativos y cualitativos con un sorprendente acervo documental. Constituye el primer estudio moderno de sociología urbana.

En 1960, se fundó la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional bajo el liderato académico de Orlando Fals Borda. Camilo Torres se vinculó como cofundador docente y formó parte del consejo directivo de la Facultad. En su escrito de 1961, “La sociología en Colombia”, Camilo la define como una “ciencia objetiva y positiva, sometida a la constatación empírica y susceptible de formular leyes respecto de la sociedad. 

18/2/16

Las ondas gravitacionales — Haciendo historia

O quizá se trata otra vez de la misma paradoja: que la historia que acontece delante de nuestra narices debería ser la más clara, y sin embargo es la más delicuescente” Julián Barnes, El sentido de un final 

Visualización 3D de ondas gravitacionales producidas
por dos agujeros negros orbitales. Imagen Henze, NASA
José Ma. Rodríguez   |   Cuando sucede un hecho histórico los participantes suelen decir: estamos haciendo Historia. Quieren decir que lo que están viviendo se publicará en los libros de Historia del futuro. Cuando ocurre algo semejante en ciencia no se dice que se está haciendo Ciencia, expresión que se reserva para el trabajo silencioso que miles de científicos realizan día a día, con el que se va tejiendo la red que permite de vez en cuando hallazgos como el que hoy nos ocupa, la ondas gravitacionales. La confirmación de la existencia de las ondas gravitacionales, que hemos conocido hace poco, aparecerá en los libros de Ciencia, igual que la caída del muro de Berlín aparece en los de Historia.

Esta confirmación experimental ha sido tan importante que ha eclipsado otros dos asuntos de gran relevancia científica a los que ha ido ligada: la comprobación de la existencia de los agujeros negros y la manera en que estos pueden interactuar.

15/2/16

España — Necesitamos un proceso constituyente para salir de la crisis

Miguel Manzanera Salavert   |   Después de 8 años de malos resultados, el centro capitalista no se recupera de la prolongada y profunda crisis económica; este año se anuncian nuevos problemas financieros, y ya las bolsas europeas están sufriendo fuertes oscilaciones a la baja. Pero lo que caracteriza a la actual coyuntura histórica, es que la antigua periferia del sistema mundial amenaza con convertirse en un nuevocentro. Millones de seres humanos salen de la miseria en Asia, África y América Latina, mientras que en los países europeos se repite el diagnóstico que Marx y Engels formularon hace más de 150 años: los pobres cada vez más pobres, y los ricos cada vez más ricos.  Asistimos al final de un modelo social entre los estertores agónicos de una ideología que ha dominado el mundo durante los últimos siglos.

‘Mia madre’, de Nanni Moretti — Un adiós a otra época

Gregorio Morán   |   Me reconozco ferviente seguidor del cine de Nanni Moretti. Me gustan todas sus películas. Unas más, otras menos, pero siempre las siento como algo personal, tal que si se tratase de un amigo que traslada a la pantalla situaciones con las que me siento identificado. Incluso su humor romano –nació en Bolzano por eventualidad veraniega–, donde domina el sarcasmo y la ironía, elegante pero con un toque de brutalidad. Aseguran que su madre falleció mientras montaba esa película magistral que conocemos como Habemus Papam (2011). Fastuosa descripción del mundo vaticano, realizada con la sensibilidad de un ateo ante uno de los fenómenos más sorprendentes de la humanidad: la elección del Papa y la introducción de la duda individual en un mundo hecho de certezas colectivas, casi inamovibles.

Ahora acaba de aparecer Mia madre. Me interesa poco si se trata de una evocación personal de su madre o de su tía abuela. Lo que me importa es la historia que narra, los vericuetos de un guión difícil, donde los personajes podrían pertenecer a cualquier familia media italiana, asentada y culta, desde el Risorgimento; algo insólito entre nosotros. Nanni Moretti consigue exhibir con habilidad, como quien no quiere la cosa.

El bloqueo del desarrollo en el Tercer Mundo — Elementos para una explicación

Eric Toussaint   |   Karl Marx (Marx. 1968), en el Libro I del El Capital, identifica diferentes fuentes de acumulación originaria que permitieron al capital europeo extenderse a escala mundial. Estas fuentes fueron, especialmente: el saqueo colonial, la deuda pública y el sistema de crédito internacional, fuentes que se agregaron en Europa a la progresiva desposesión de los productores de sus medios de producción, lo que permitió que una mano de obra, transformada en asalariada, fuera puesta a disposición del capital industrial para producir plusvalía.
La acumulación originaria de capital en el orden internacional
Con respecto al papel del saqueo colonial, Karl Marx escribió: «El descubrimiento de los yacimientos de oro y plata de América, la cruzada de exterminio, esclavización y sepultamiento en las minas de la población aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de las Indias Orientales, la conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros: son todos hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista.» |1|

La teoría general de la relatividad y las ondas gravitacionales

El presente artículo es la respuesta a una pregunta formulada en Espai Marx [*] 

Manuel Martínez Llaneza   |   El símil más sencillo que se me ocurre (símil, no explicación) es el de un barco moviéndose en el agua (serían más propios un submarino o un avión que están inmersos en su medio, pero empiezo por el barco que es más gráfico). El barco cambia el estado del mar desplazando el agua del espacio que él va ocupando. Esa agua, que se sube por los costados en la proa y las amuras, cae a su vez y va formando olas que se alejan del barco a una velocidad propia dependiente de las características físicas del aire y el agua, y la gravedad. Las olas permiten recolocar el agua desplazada, pero además transmiten la información de que ha sido desplazada por un barco, por lo que, si vemos olas podemos deducir que hay un barco en movimiento en la dirección de la que vienen.

14/2/16

Haití: La lucha de clases y la historia detrás de la crisis electoral de 2016

Paisaje de Haití ✆ Alaly
Kim Ives   |   Extrapolando una observación formulada por su primer maestro, Hegel, Karl Marx dijo algo que se hizo famoso: «la historia se repite, la primera vez como tragedia, la segunda como farsa ». Esta máxima me viene a la cabeza cuando examino la dinámica de clases que rodean los últimos días del régimen de Michel Martelly en Haití estos días. Se parecen a los que sucedieron hace 30 años cuando la dictadura de Jean-Claude «Baby Doc» Duvalier estaba cayendo. Para comparar el Haití de 1986 con el de 2016 uno debe conocer el sustrato de clases del país.

13/2/16

Beyoncé, Super Bowl 50 y Panteras Negras

Amy Goodman & Denis Moynihan    /    El Super Bowl 50 fue tal vez la final de la Liga Nacional de Futbol Americano más politizada de la historia. No por el juego en sí, sino por la extraordinaria e intensa actuación que realizó en el entretiempo la superestrella de la música Beyoncé. Este gran espectáculo deportivo, más que ningún otro, es considerado como la cúspide de la fama y del deporte comercial en Estados Unidos, con una audiencia estimada de 110 millones de espectadores en todo el mundo. Beyoncé presentó ante esa gigantesca audiencia una actuación magistral de canto y baile con contenido político que superó ampliamente al juego en sí. La canción que interpretó, “Formation”, ya ha sido consagrada como un himno del black power por una nueva generación, confirmando así a cualquiera que tuviera dudas que el movimiento Black Lives Matter resiste, y con renovado vigor.

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Beyoncé no era la estrella central del espectáculo. La atracción principal era la banda británica Coldplay, cuyas melodías pop de años pasados resultaron algo empalagosas en comparación con lo que vino después. En medio de fuegos pirotécnicos, vestida con una chaqueta negra ajustada al cuerpo, dos cinturones de balas cruzados en el pecho y medias de red, Beyoncé irrumpió en el centro de la cancha acompañada de unas 25 bailarinas, mujeres afroestadounidenses que, vestidas de manera similar y con boinas negras, evocaron el recuerdo de las Panteras Negras en la década de 1960. El simbolismo del show se dio a entender cuando las bailarinas formaron una enorme “X” en la cancha, a modo de conmemoración de Malcom X, el ícono del black power asesinado en 1965.

Star Wars: obsesivo reinicio de una fantasía sociológica

Nicolás González Varela    |    He aquí una muestra de la nueva psicopolítica burguesa de la emoción y del mito. Como decía Borges, en estos tiempos en que los literatos parecen haber descuidado sus deberes épicos, lo épico nos ha sido conservado por films como Star Wars. Nobleza obliga: spoilers primero que nada: el Halcón Milenario vuelve, la Estrella de la Muerte es reemplazada por una gigante réplica a escala planetaria, los hologramas siguen vigentes, The Force se sigue pareciendo demasiado al mítico Anillo de Tolkien y J. J. Abrams es más “spielbergeriano” que “lukácsiano”

La visión de la nueva entrega de la franquicia Star Wars tuvo algo de nostálgico y mucho de dèjá-vu: había tenido la oportunidad de ver la primera entrega en su momento (1977) en el cine como espectador adolescente (¿e ingenuo?) y ahora en un rizo impensable del destino me sentaba con unas coquetas gafas 3-D (by Sony) a ver la última entrega del producto. Por supuesto que Star Wars y su productos seriales han sido analizados ad nauseam desde distintos puntos de vista en tanto mito posmoderno, en tanto cultura popular burguesa: como fuente de intuiciones filosóficas y éticas, como mito imperialista, como proyección de la experiencia popular de los propios EEUU, como representación de los derechos humanos, como visión teológica y religiosa, como cosmovisión de la generación de la clase media durante la Guerra de Vietnam o como producto “blockbuster” de lo que se conoce como New Hollywood (del cual Disney es una de sus usinas principales). La nueva entrega se pliega a esta nueva lógica del mercado Marvel style: se potencia la emulación, la nostalgia por sobre todas las cosas, además de la reutilización de ideas, caracteres y arquetipos narrativos que hayan probado ser lucrativos.

Una negociación política realista: la justicia transaccional

Ricardo Sánchez Ángel   |   El 23 de septiembre de 2015 se firmó en La Habana el Acuerdo de Creación de una Jurisdicción Especial para la Paz entre el presidente de la República, Juan Manuel Santos, y el comandante de las FARC, Timoleón Jiménez. Constituye un avance sustancial en el proceso y puede ser la senda correcta para acordar el final de la guerra. No obstante, el camino sigue siendo culebrero, como lo muestran las reacciones e interpretaciones diversas que han surgido desde el mismo gobierno, el congreso, los medios de comunicación y la opinión pública respecto a dicho acuerdo. Sin embargo, el apoyo nacional e internacional ha sido unánime, con la excepción del Centro Democrático, con su jefe el senador Álvaro Uribe, que se opone a rajatabla.

Luigi Ferrajoli, destacado jurista italiano, en entrevista con Cristina Castro, editora de la Revista Semana, ante la pregunta “Esta semana se anunció el acuerdo de justicia con las FARC. ¿Cómo se resuelve ese dilema de lograr cesar la guerra pero no tener impunidad? ¿Cuánta justicia cree usted que soporta una paz como la que queremos firmar?”, sostuvo: 
“Yo no creo que exista ese dilema. La paz es un valor supremo. Sin paz no hay justicia, no hay democracia, no se puede garantizar ningún derecho fundamental. Desde Thomas Hobbes, la paz ha sido teorizada como la finalidad misma del contrato social. La salida del Estado de guerra al Estado civil se hace con la instrumentalización del derecho al servicio de la paz. En este sentido no hay ninguna contradicción entre paz y justicia. La paz es un presupuesto de la justicia”[2]

Colombia: La i-lógica de la política económica

Kristy Lorena Vivas Olaya    |    La desaceleración que viene experimentando la economía colombianay las presiones inflacionarias, que desvelan al Banco de la República, son ambas resultado de los ajustes estructurales implementados por el país durante las tres últimas décadas. La apertura económica, la liberalización del mercado de capitales, y en los últimos diez años, la promoción de las actividades minero-energéticas, han profundizado el papel de Colombia en la división internacional del trabajo - de proveedora de materias primas- y su carácter de economía dependiente, a tal punto que su crecimiento se ha sustentado en las rentas petroleras,lo que significa mayor vulnerabilidad frente a los choques externos.
 
En efecto, el sostenido crecimiento de la economía colombiana de la última década, cercano a4,6% en promedio anual, solo opacado en 2009 por los efectos de la recesión de 2008, fue productodel crecimiento de las exportaciones de petróleo, promovidas por el sostenido incremento de su precio internacional. A su vez, el auge de las exportaciones y de la inversión extranjera en ese sector contribuyeron con la disminución de la tasa de cambio, lo que redujo los precios de las crecientes importaciones y por esta vía el nivel de los precios internos.

“La Tierra y la Sombra”, la película colombiana de César Augusto Acevedo — Una aproximación

Marino Canizales    |    Se suele olvidar con frecuencia que el artista muestra, no demuestra. Al hacerlo,  interpela la realidad que lo rodea dando cuenta de algunos de los signos de su tiempo, o  de ciertos rasgos que definen el carácter de una época y el lugar en ella de la multiforme condición humana con sus tensiones y conflictos. Debe investigar, sí, pero no tiene por qué ser especialista en temas específicos; si lo es, tanto mejor. Su mirada y su fuerza crítica actúan y se expresan de otra manera cuando se aproxima a procesos económicos, históricos o sociales que  están insertos en la gramática del pasado, o que le son contemporáneos, como es el caso de los efectos perversos de la explotación agroindustrial del monocultivo y las distintas violencias que la sustentan.  A partir de una poética, de unos recursos formales y de sus propios medios de expresión, como también de una valoración específica de sus imaginarios y de los imaginarios colectivos, libremente se aproxima a un punto de vista que le permite construir una realidad ficcional, articulada las más de las veces a una realidad histórica.

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La parcela y la economía campesina de subsistencia en la cual tiene su asiento, tienen  una significación específica para el sociólogo, el economista o el historiador, que las abordan como objeto de estudio. Tanto o más, si una entidad internacional como la Organización de las Naciones Unidas promueve el respeto y garantía de los Derechos Humanos de los campesinos, considerados como “un grupo social específico”[1] y vulnerable.