  | 
| Lenin ✆ Michele Rocchetti  | 
Nicolás González Varela  
“El materialista pone al desnudo las contradicciones de clase” (Lenin, 1895) 
Todo
 inicio es una definición encubierta. Y algo se puede llegar a conocer 
si sabemos cómo ha llegado a ser lo que es. ¿El comienzo no dice acaso 
la verdad del ser? O si lo quisiéramos decir con las palabras de 
indudable 
pathos hegeliano de un socialista agrario ruso que tuvo
 mucha influencia en Lenin, “por su forma, la etapa superior de 
cualquier desarrollo es similar al inicio del que se ha partido”. 
¿Podemos comprender mejor, aprehenderlo en su contexto y necesidad, la 
práctica y la idea de Lenin si entendemos su origen, si logramos 
descifrar sus raíces, si exponemos cómo llegó a ser lo que fue? Lenin 
continúa siendo un enigma incluso cuando eliminamos los escombros del 
culto a la personalidad. ¿Cuál es la peculiaridad del marxismo de Lenin?
 Krupskaia definía a Lenin como “un erudito marxista surgido del Volga”.
 ¿Podemos explicar de manera materialista-crítica este surgimiento 
concreto desde el Volga? La tarea ya había sido planteada por el 
malogrado Dutschke: intentar una “reconstrucción crítico-materialista” 
de la comprensión de la revolución en Lenin, que conlleva reconsiderar 
el fundamento asiático de la Rusia zarista.
 [1]  O en palabras del viejo Negri: intentar una lectura marxista del marxismo de Lenin.
 [2] 
 Una proto-historia de la teoría revolucionaria de Lenin solo puede 
evocar lo que se nos ha perdido. Evoquemos el bulto de este vacío. En el
 mito se debe introducir la natural discontinuidad dialéctica de todo 
pensamiento, incluso el de Lenin. Calibremos la “otredad” del marxismo 
de Lenin. O sea: se trata de explicar a Lenin no desde la perfecta 
geometría del éxito de Octubre de 1917 sino desde el caos original de su
 constitución como práctico socialista y teórico marxista. Y como 
veremos la primera juventud tiene su meta en sí misma, no es un 
“escalón”. Si el discurso de Lenin “traduce” en términos organizativos 
una composición de clases real, que se entiende como algo 
específicamente determinado, solo podemos demostrarlo explicando su 
formación, el inicio. “Repetir” al Lenin de 1917 es un falso paso, 
remachar un fantasma, una nueva “beatificación”, una parodia que se 
practica sobre un mito, una voluta de humo académica.