“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

14/8/14

La omnipotencia y el filantrocapitalisno (I & II)

“El mal ha demostrado ser más radical de lo que se esperaba. En términos objetivos, los crímenes modernos no están previstos en los Diez Mandamientos. Dicho de otro modo: la tradición occidental sufre la idea preconcebida de que las cosas más malvadas que los seres humanos pueden cometer nacen del vicio del egoísmo (tradición que seguramente incluye al Kant del “mal radical”). Y sin embargo sabemos que las mayores maldades, o el mal radical, ya no tienen nada que ver con esas motivaciones pecaminosas y humanamente comprensibles. No sé qué es realmente el mal radical, pero me parece que tiene que ver de alguna manera con el siguiente fenómeno: hacer que los seres humanos sean superfluos como seres humanos (no usarlos como un medio para conseguir algo, lo cual deja intacta su esencia como seres humanos y solamente incide en su dignidad humana, sino hacerlos superfluos como seres humanos).Esto sucede tan pronto como toda impredecibilidad –que en los seres humanos es equivalente de la espontaneidad– queda eliminada. Todo esto deriva de, o acompaña a, la ilusión de omnipotencia (y no solamente al ansia de poder) de un individuo en concreto [...] La omnipotencia de un individuo concreto haría que los hombres fueran superfluos 
Carta de Hanna Arendt a Karl Jaspers. 

8/8/14

La cumbre presidencial Maduro & Santos

Foto: Nicolás Maduro & Juan Manuel Santos
Gustavo Márquez Marín
La Cumbre Presidencial realizada  en Cartagena giró alrededor de un acuerdo binacional para enfrentar el contrabando, aunque también abordó otros temas de importancia estratégica para el país. Santos propuso retomar la resolución 399 de la CAN, objetada por el Presidente Chávez (1999), sobre el transporte de carga por carretera. También sugirió aplicar el pago en moneda local en el comercio bilateral, con retorno del excedente  en una “moneda convertible”. 

Antes de darle luz verde a las empresas transportistas colombianas para que exploten el jugoso negocio del transporte de carga internacional,  sería prudente  evaluar el impacto que esta medida tendrá en el desplazamiento de los transportistas venezolanos, no solo de la ruta internacional,  sino también, del transporte de cabotaje, generando con ello desempleo en Venezuela, además del impacto que tendría en el uso de las carreteras, en la pérdida de soberanía en áreas estratégicas como la economía y la seguridad nacional.

7/8/14

Que Israel detenga la cacería humana en Gaza | Palestina tiene derecho a existir

José Arnulfo Bayona
Los pueblos del mundo asistimos horrorizados, avergonzados e impotentes, a un nuevo episodio a escala ampliada del sistemático y planificado exterminio del pueblo palestino por parte del terrorífico Estado de Israel. Crímenes de lesa humanidad, masacres, genocidios, holocausto, pueden ser calificativos en el campo del debate sobre cómo caracterizar el “drama humano más grave de nuestra historia contemporánea”, así calificado por el historiador Ricardo Sánchez Ángel. Porque ha ocurrido durante décadas, de manera sistemática, por la brutalidad de las acciones criminales y por la sofisticación de las armas israelíes cada vez más demoledoras y mortíferas. Pero también por la complicidad de los Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea, la complacencia de gobiernos árabes, la indolencia e impotencia de la ONU y la desidia de los gobiernos de la mayoría de los países mundo. 

6/8/14

Cien años de ‘El proceso’ de Franz Kafka | Nuevas propuestas para una relectura

José Ramón Martín Largo
En su libro La estética de la resistencia, Peter Weiss establece una original relación entre las pinturas de Brueghel y las obras de Kafka. Ambos, escribe, “habían dibujado paisajes universales, finos, transparentes, aunque en tonos terrosos. Sus imágenes eran al mismo tiempo luminosas y oscuras; causaban la impresión de ser macizas, pesadas en su conjunto, pero llenas de fuego y con nítida claridad en los detalles. Su realismo se había depositado en los lugares y regiones que eran reconocibles de modo inmediato, pero que al mismo tiempo se sustraían a todo lo visto hasta ahora. Todo estaba lleno de huellas, de gestos, de movimientos, de acciones cotidianas; todo resultaba típico y nos mostraba cosas importantes, centrales, pero sólo para, en el mismo momento, producir un efecto extraño, chocante”.

3/8/14

La cuestión ideológica | El fin de la historia, la ideología y las grandes preguntas

Alberto Garzón Espinosa
¿Podemos seguir pensando que se acabaron las ideologías? ¿es acaso cierto que sólo queda la resignación en el marco del sistema económico capitalista? ¿está en lo cierto Frederic Jameson (1934-) cuando asegura que «hoy es más fácil imaginar el final del mundo que imaginar el final del capitalismo»? ¿Queda espacio para la utopía, ese no-lugar en el horizonte que según Eduardo Galeano (1940-) nos sirve para caminar?

Sin duda, la primera duda que nos asalta es la siguiente: ¿de qué estamos hablando cuando decimos que algo es ideológico? ¿Se están refiriendo a la misma noción el dirigente comunista que grita «¡las ideas socialistas nos liberarán!» y el tertuliano de televisión que censura a su interlocutor expresando algo del tipo «eso lo dices porque tienes ideas socialistas»? Parece obvio que el primero entiende la ideología como algo positivo, en tanto que instrumentaría la emancipación social, mientras que el segundo la entiende como algo negativo, en tanto que ocultaría o distorsionaría la verdad. ¿Podemos entonces hallar alguna definición que nos satisfaga a todos y sobre la que podamos discutir?

John Holloway: El desafío es salir del capitalismo

  • A diez años de la publicación de su célebre libro, ¿sigue pensando John Holloway que es posible cambiar el mundo sin tomar el poder?
Amador Fernández-Savater
En el año 2002, John Holloway publica un libro de referencia: Cambiar el mundo sin tomar el poder. Inspirado por el ¡Ya basta! zapatista, por el movimiento que surgió en Argentina en 2001/2002 y por el movimiento antiglobalización, Holloway plantea en él una hipótesis: no es la idea de revolución o transformación del mundo la que ha quedado impugnada en el desastre del comunismo autoritario, sino más bien la idea de la revolución como toma del poder y la del partido como herramienta política por excelencia. Otra noción de cambio social se insinua en esos movimientos, y en general en todas las prácticas más o menos visibles donde se sigue una lógica distinta a la del beneficio, la de agrietar el capitalismo, o sea crear, dentro de la misma sociedad que se rechaza, espacios, momentos o áreas de actividad donde se prefigura ya un mundo distinto. Rebeldías en movimiento. Vistas así las cosas, la cuestión de la organización ya no coincide con la del partido, sino que pasa por la pregunta de cómo se reconocen y conectan las distintas grietas que van descosiendo el tejido capitalista.