Enric Llopis
José Stalin se despidió de su hijo mayor, Yakov
Dzhugashvili, el 22 de junio de 1941 cuando éste se marchó al frente. “¡Ve y
lucha!”, le espetó. Poco después, Yakov cayó prisionero del ejército alemán. El
historiador Antonio Fernández Ortiz ha utilizado estas palabras para titular su
último libro, “¡Ve y lucha. Stalin a través de su círculo cercano!” (Ed. El
Viejo Topo), presentado la semana pasada en la Academia de Pensamiento Crítico
de Socialismo 21.
El texto se aproxima a la figura de Stalin a través de los
personajes que configuraron su círculo más íntimo, en concreto, a partir de una
larga conversación que el autor mantuvo hace años con Vladimir Fiodorovich
Allilvev, sobrino político de José Stalin.