Portada de la revista Time dedicada a Karl Marx, febrero 1948 |
Paul Romer
-- Desde
hace más de tres décadas, la macroeconomía está yendo marcha atrás. Su actual
tratamiento no es más creíble que el que existía en la década de los setenta,
aunque nadie lo pone en duda porque es más opaco. Los teóricos de la
macroeconomía rechazan hechos probados fingiendo una ignorancia obtusa sobre
afirmaciones tan simples como "las políticas monetarias estrictas pueden
provocar una recesión". Sus modelos atribuyen las fluctuaciones de los
valores a fuerzas causales imaginarias sobre las que no influye la acción de
ninguna persona.
-- Lee
Smolin comienza en Las dudas de la física en el siglo XXI señalando que
su carrera abarcó el último cuarto de siglo en la historia de la física,
periodo en el que este campo no realizó ningún progreso en cuanto a la
resolución de sus problemas fundamentales. El problema de la macroeconomía es
todavía peor, puesto que yo he sido testigo de más de tres décadas de regresión
intelectual.