Foto: Luis Britto García |
Especial para La Página |
Desde el mismo ángulo temático y lingüístico, Luis Britto
García presenta en Los fugitivos y Rajatabla una serie de cuadros narrativos
que profundizan en las distintas dicotomías de los jóvenes revolucionarios de
los años sesenta (Los fugitivos) y setenta (Rajatabla), cuadros que se integran
en un mismo ciclo de violencia urbana que traza la historia guerrillera
venezolana desde la década del sesenta a la del setenta. Como ha postulado
Domingo Miliani, “la materia de las
luchas clandestinas o los temas existenciales del hombre moderno enfrentado a
su alienación alcanzan con el audaz lenguaje de Britto un tono humorístico
extraordinario” (145). La violencia clandestina será también el punto
culminante que el escritor utiliza para presentar la nación venezolana como
producto de una violencia colonial en el recorrido histórico de quinientos años
que hace en su magna obra Abrapalabra.
Tanto en Los fugitivos como en Rajatabla y, en cierta
medida, en Abrapalabra, Britto García dramatiza las pugnas ideológicas de un
grupo de jóvenes venezolanos en la clandestinidad. Cada uno de ellos es
portavoz de un discurso narrativo que se adhiere a un discurso ideológico
distinto descentralizando la voz del discurso ideológico central de la
guerrilla de los años sesenta y setenta en Venezuela; y en el caso específico
de Abrapalabra, un trayecto revolucionario de quinientos años.