Gustavo Dudamel ✆ Villa |
Así, entre signos de admiración. De ese modo, y sólo de ése,
se puede explicar el tornado que ha sacudido la música clásica del siglo XXI.
Gustavo Dudamel es, hoy, considerado el mejor director que puede plantarse al
frente de una orquesta sinfónica, esa gran creación del ser humano. Hay
pasacalles en Berlín cuando se aparece por ahí con su nombre en letras enormes.
Toca en todas partes. Se lo reclama de todos lados. Tiene un carisma entrador,
irresistible. Tiene sólo treinta y dos años. Y es venezolano hasta lo más hondo
de sus entrañas. Y más aún que venezolano, es suramericano. Un hijo de este
continente al que ha decidido serle fiel, imponerlo donde vaya. Por si fuera
poco, cuando sonríe, y le gusta sonreír, se le forman dos hoyuelos en sus
mejillas que hacen estragos en las plateas. Lyl Tiempo, la madre y maestra de
Sergio Tiempo, uno de sus más grandes amigos, le ha dicho: “Querido, mientras
tengas esos hoyuelos el mundo es tuyo”. ¿Cómo surgió este fenómeno?