La abdicación de Juan Carlos I y la crisis abierta en el
PSOE, el principal sostén de la monarquía parlamentaria, abren un periodo
preñado de incertidumbres en el que se abre camino la alternativa republicana.
La abdicación de Juan Carlos I ha operado como el
catalizador de las dispersas y fragmentadas fuerzas políticas y sociales que
reclaman el advenimiento de la Tercera República. Las multitudinarias
concentraciones y manifestaciones del 2 y 7 de junio en las principales
ciudades españolas reclamando un referéndum sobre la forma de Estado y
reivindicando la Re pública marcan un punto de inflexión en el proceso de
descomposición de las instituciones de la segunda restauración borbónica.