“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

29/10/14

¿Es posible no amar a Espinosa?

Baruch Spinoza Cyprian Koscielniak
Slavoj Žižek
Un retorno al filósofo que constituye el punto de referencia insuperable de Deleuze puede, quizá, ayudarnos a desenmarañar esa ambigüedad de su propio edificio ontológico: Espinosa. Deleuze está lejos de ser un caso aislado en su admiración incondicional por Espinosa. Una de las reglas no escritas de la academia actual, desde Francia hasta América, es el mandato de amar a Espinosa. Todo el mundo le quiere, desde los estrictos "materialistas-científicos" althusserianos hasta los esquizo-anarquistas deleuzianos, desde los críticos racionalistas de la religión hasta los abogados de las libertades y tolerancias del liberalismo, por no hablar de feministas como Genevieve Lloyd, que propone descifrar un tercer tipo de conocimiento misterioso en la Ética como conocimiento femenino intuitivo (un conocimiento que desborda el entendimiento analítico de los varones). ¿Es posible, pues, no amar de algún modo a Espinosa? ¿Quién puede estar contra un judío aislado que, por añadidura, fue excomulgado por la propia comunidad judía "oficial"? Una de las más emotivas expresiones de este amor es la no infrecuente atribución al autor de capacidades casi divinas, como sucede en el caso de Pierre Macherey, quien, en su por lo demás admirable, Hegel ou Spinoza (que polemiza frente a la crítica hegeliana de Espinosa), sostiene que no se puede evitar la impresión de que Espinosa ha leído ya a Hegel y ha contestado, por anticipado, a sus reproches.

26/10/14

Jean Tirole y el arte de la regulación inocua

Foto: Jean Tirole
Alejandro Nadal
El poder de las grandes corporaciones en los mercados de todo tipo de bienes es uno de los rasgos más importantes de la economía mundial. Cualquiera pensaría que la teoría económica le habría dedicado tiempo y recursos para analizar las fuentes de este poder estratégico de las grandes corporaciones, así como de sus consecuencias. Hay que pensar dos veces.

El Premio Nobel de Economía fue otorgado a Jean Tirole por su trabajo sobre las corporaciones y su poder de mercado. El comunicado del comité Nobel indica que las aportaciones de Tirole facilitan la corrección de las fallas de mercado que permiten a las grandes corporaciones desplegar su poderío y lucrar con sus resultados negativos (altos precios a los consumidores o a empresas improductivas). En realidad, la obra de Tirole se inscribe en la vieja tradición de no cambiar el paradigma central de la teoría económica sobre las bondades del mercado.

Jean Tirole, premio Nobel de Economía | Los incentivos y la dialéctica

Jean Tirole ✆ Jac Depczyk
Guillem Murcia
[En] la revista de economía heterodoxa Real-World Economics Review, me encontré con una entrada de David F. Ruccio comentando la concesión del Premio Nobel de Economía a Jean Tirole. Ruccio, profesor de economía de la Notre Dame University y miembro del consejo editorial de Rethinking Marxism, señalaba que la Real Academia Sueca de las Ciencias, al otorgar el premio a Tirole, había manifestado que nos había “aclarado cómo entender y regular industrias con unas pocas empresas poderosas”. Ruccio iba un poco más allá, diciendo que en realidad el trabajo del francés lo que había mostrado era la naturaleza del capitalismo en el mundo real: un mundo con industrias dominadas por pocas empresas de gran poder que pueden imponer precios mucho más altos que los costes y que bloquean la entrada de otras empresas. Algo bien diferente de la “fantasía” que se enseña en muchas facultades de economía y que nos hablaría de un mundo de empresas en competición perfecta, sin efectos negativos en la sociedad y por tanto sin necesidad de regulación.

24/10/14

A proposito del concetto di Stato-nazione

Antonio Negri   |   «Nazione» è stato, per molto tempo, un concetto difficilmente definibile al di fuori di quell’altro concetto che era lo Stato-nazione. Oggi le cose sono molto differenti. Ma cominciamo dall’inizio, dunque precisamente dal concetto di Stato-nazione. Due elementi gli hanno dato forma: il primo, politico e giuridico, era quello di Stato; il secondo, storico, etnico e culturale, era il concetto di nazione. Tuttavia, è a partire dal concetto di Stato-nazione che la nazione è diventata una realtà, che la forza sovrana ha dato origine alla nazione. Quando parliamo di nazione, dobbiamo sempre ricordare questa genesi. In ogni caso, la «nazione» è un concetto del quale sono stati proposti vari criteri di definizione, con differenti radici ideologiche. Di solito si prova ad afferrarlo sotto tre profili.

Français
In primo luogo, una categoria che comprende i dati naturali, per esempio l’elemento etnico (la popolazione) e l’elemento geografico (il territorio). L’elemento etnico è stato talvolta collegato con l’idea di razza, anche se il concetto di razza non dà luogo che raramente, secondo i teorici della nazione, a un’applicazione biologica. Quando era questo il caso, si trattava – non solo nel caso ignobile del nazismo – di operazioni politiche prive di ogni fondamento scientifico, in ogni caso terroriste, distruttive e aggressive.

23/10/14

Patrick Modiano, un Nobel para la memoria y la indagación


Patrick Modiano
Niklas Elmehed
Fernando Castillo
A Patrick Modiano la Academia Sueca le ha hecho un regalo anticipado en forma de Nobel por sus próximos setenta años, que cumplirá en el mes de julio de 2015, aunque quizás al escritor de la rue Bonaparte, nacido en Boulogne Billancourt, el galardón le resulte algo envenenado por lo que pueda tener de turbador de una vida recogida. Un premio que se otorga desde Estocolmo esta vez a un autor que no tiene pasaporte raro, ni siquiera syldavo o bordurio, ni escribe en idiomas que solo dominan admirables entregados a su literatura o audaces exploradores conocedores de geografías perdidas, pero al que se le puede considerar un tanto atípico. Incluso más que a su antecesor francés en el galardón, Jean-Marie Le Clézio, pues dista de ser eso que se puede designar como un escritor conocido.

En alguna ocasión ya hemos dicho que la crítica habitual que se lanza contra Modiano, además de la de ser un autor de culto, es la de ser escritor de un único libro, que es precisamente lo que atrae de su obra, lo que la convierte en un modelo de búsqueda e interpretación de la identidad propia y del mundo cercano. Se trata de una obra compuesta hasta la fecha de veintinueve títulos, incluida la novela aparecida el pasado viernes 3 de octubre, y que según Javier Goñi ocupan metro y medio de anaquel, que a veces dan la sensación de ser otros tantos capítulos de un solo volumen. Un solo libro, quizás sí, escrito a lo largo de casi cincuenta años, en el que aparecen una serie de asuntos que vuelven de forma recurrente envueltos en la evocación de ambientes y de personajes sin aparente importancia, en los que el claroscuro desenfoca la realidad o la ficción, nunca se sabe, y en los que siempre predomina un aliento lírico inaprensible.

Sobre el destino de China y la economía mundial

Paula Bach
Las miradas sobre las tendencias fundamentales de la economía mundial se posan sobre tres focos. Estados Unidos, Europa -con Alemania como actor principal- y China. Pongamos las cosas de la siguiente manera. El agravamiento de tendencias deflacionarias en Europa y datos sobre la debilidad de la economía alemana se combinaron con recientes malos resultados de la economía norteamericana. A este paquete se sumaron las especulaciones alrededor de si la Fed va a elevar o no la tasa de interés, cuestión que en última instancia habla sobre la verdadera solidez de la economía norteamericana. El concierto de estos movimientos sacudió las bolsas los últimos días abriendo un escenario en el que se incrementa la probabilidad de apertura de una nueva fase de la crisis. ¿Y China?

Precariado: ¿una clase nueva o nueva lucha de clases?

Maciek Wisniewski
Las últimas décadas eran las décadas de las “teorías del fin”: se acababan –supuestamente– los conflictos ideológicos y la “vieja” lucha de clases (Fukuyama). “Moría el trabajo” (Rifkin).  Más que un reflejo de la realidad, fue una cortina de humo para el recrudecimiento de la guerra de clases bajo el neoliberalismo –“un proyecto esencialmente clasista”, David Harvey dixit– y los cambios en las modalidades del capital. 

El antagonismo (o contradicción) capital/trabajo no desaparecía, se intensificaba; la explotación no disminuía, aumentaba; también la clase trabajadora como un sujeto no bajaba de la escena de la historia, sino crecía a escala global (¡China!), pasando al mismo tiempo –eso sí– por una profunda transformación. Pero incluso algunas teorías que parecían explicar los nuevos fenómenos en torno al trabajo y paso al pos-fordismo –flexibilización, desregulación, deslocalización, outsourcing, etc.– resultaban igualmente problemáticas que las que tomaban al trabajo por “muerto”.

20/10/14

La izquierda y el balotaje en Brasil

Dilma Rousseff
Fabio Campana
Atilio Boron
Obedeciendo a un orden directa de Adolf Hitler, el 18 de Agosto de 1944 Ernst Thälmann moría fusilado por las SS en el campo de concentración de Buchenwald. Su cuerpo fue inmediatamente cremado para que no quedara vestigio alguno de su paso por este mundo. Thälmann había llegado a este tétrico lugar luego de transcurrir los anteriores once años de su vida en la prisión de Bautzen, donde fuera enviado cuando la Gestapo lo detuvo –al igual que a miles de sus camaradas- poco después del ascenso de Hitler al poder, en 1933.

En esa prisión fue sometido a un régimen de confinamiento solitario cumpliendo la pena que le fuera impuesta por el imperdonable delito de haber sido fundador y máximo dirigente del Partido Comunista Alemán. Thälmann era además uno de los líderes de la Tercera Internacional, que en su VIº congreso -celebrado en Moscú en 1928- había aprobado una línea política ultraizquierdista de “clase contra clase”. Esta se traducía en la absoluta prohibición de establecer acuerdos con los partidos socialdemócratas o reformistas, fulminados con el mote de “socialfascistas” y caracterizados sin más como el ala izquierda de la burguesía.

17/10/14

¿Jaque a la Unasur?

Gustavo Márquez Marín
Con la derrota del ALCA  en Mar del Plata (2005) enmarcada en el fracaso del ensayo neoliberal en la región, el imperio activó un plan B  para recuperar la iniciativa política en su antiguo “patio trasero”, cuando Latinoamérica y El Caribe  ha venido adquiriendo mayor peso, en un escenario geopolítico caracterizado por la merma progresiva de su hegemonía global. Así lo evidencia la cada vez mayor presencia de China como actor clave en el impulso de las economías de la región, bien sea como inversor o como importador de materias primas, desplazando progresivamente a la UE y EEUU de un mercado con más de 600 millones de personas que conforma la tercera economía del mundo y el mayor reservorio de recursos naturales y energético.

16/10/14

El dilema de Marcel Proust o el paseo de los sabios | Un ensayo sobre el paseo en la historia y la literatura universal

Marcel Proust
Richard Lindner
“En el curso de mi vida me he encontrado sólo con una o dos personas que comprendiesen el arte de caminar, esto es, de andar a pie” | H. D.Thoreau
“El viajero tiene su filosofía de andar, que siempre, todo lo que surge, es lo mejor que puede acontecer” | C. J. Cela
Marche ou crèveLema de  la Legión Extranjera 
Javier Mina
Cuando Henry David Thoreau escribe en 1861, un año antes de su muerte, el relato Caminar, no quiere, decididamente no quiere que el paseo se tome meramente como un ejercicio físico: “La caminata de la que yo hablo no tiene nada que ver con hacer ejercicio, como suele decirse –como si se tratara de un enfermo que toma su medicina a horas fijas, o alguien que levanta pesas–, sino que es la empresa y la aventura del día en sí. Si queréis hacer ejercicio, id en busca de los manantiales de la vida. Pensad en un hombre que levanta mancuernas para mantenerse sano, mientras en las lejanas praderas surgen a borbotones los manantiales sin que él vaya a buscarlos”.

15/10/14

El ser vecino | Otra vez sobre ‘Los Orígenes del Hombre’ de Jacques Derrida

Jacques Derrida ✆ Shigeru Ito
Javier Agüero Águila
Derrida apunta de entrada en el texto Les fins de l’homme (1972) (Los fines del hombre), que después de la segunda guerra mundial se habría instalado en Francia, bajo el nombre de existencialismo, un tipo de pensamiento y filosofía que se entendía y proponía como humanismo. Sin embargo, esta tradición incipiente y novedosa, habría remplazado la noción de hombre por la de realidad humana, desestimando con este gesto a toda la tradición de un humanismo metafísico e imponiendo una terminología neutra, sin una verdadera preocupación ontológica y tendenciosamente descriptiva[1]. Se pretendía, con este desplazamiento de las consideraciones metafísicas sobre el hombre y su naturaleza, arraigar una suerte de humanismo que se concentrara en la unidad del hombre, en aquellas características históricas –ónticas- que describirían una realidad humana de la presencia. Derrida señala: “a pesar de esta pretendida neutralización de las pretensiones metafísicas, es necesario reconocer que la unidad del hombre no es, en ella misma, interrogada”[2].

L'Europa dei partiti socialisti senza socialismo

“Quel che comunemente si chiama obbiettivo finale del socialismo è nulla, il movimento è tutto”

Paolo Favilli
Nella parte conclusiva di un ponderoso libro edito alla metà degli anni Novanta, più di mille pagine dedicate ad un secolo di storia del socialismo europeo, l’autore, Donald Sassoon, ipotizza la possibile scomparsa del «progetto socialista». Precisa, però, che «i partiti socialisti sopravvivranno»1 perché i partiti possono diventare del tutto autonomi rispetto alle ragioni che li hanno fatti nascere. Si tratta di un’asserzione del tutto condivisibile, ma che mi pare produca difficoltà ed incertezze sui lineamenti del «mutamento» rispetto ad alcuni lineamenti argomentativi del volume. Tale asserzione rimanda con facilità a quel fenomeno di trasformazione politica che è stato chiamato «mutamento genetico», con tutte le ambiguità che vi sono connesse.