“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

6/9/15

Adolfo Sánchez Vázquez: los trabajos del exilio

Adolfo Sánchez Vázquez
Adolfo Gilly   |   Como de tantas otras cosas que hacen al sentimiento y a la inteligencia, Adolfo Sánchez Vázquez también nos dijo del exilio. Escribió del exilio nombrándolo y otras veces sin nombrarlo, apenas tejido como filigrana en sus escritos filosóficos, literarios, políticos, poéticos. Su escritura misma es un caso de la fertilidad literaria del exilio, de la larga cosecha mexicana que nos vino con la semilla del “Sinaia” o del “Ipanema” o con otros vientos que no tuvieron nombre pero semillas trajeron: Juan Gelman por ejemplo, por nombrar entre todos uno para mí muy querido.

“Fin del exilio y exilio sin fin” se llama un escrito ejemplar de don Adolfo sobre la realidad prolongada del exilio. Cuando las razones y las condiciones políticas o sociales que lo engendraron se difuminan y desaparecen, el exilio pues llega a su fin.

“Y entonces –nos dice Sánchez Vázquez– el exiliado descubre con estupor primero, con dolor después, con ironía más tarde, en el momento mismo en que objetivamente ha terminado su exilio, que el tiempo no ha pasado impunemente y que, tanto si vuelve como si no vuelve, jamás dejará de ser un exiliado”. Lo escribió Bolívar Echeverría en “Imposible regresar a Dublín”: “Transfigurada, la ciudad a la que uno quisiera regresar sólo puede existir en verdad, espejismo cruel, en el universo inestable de la memoria”.

¿Es esto irremediable? Es y no es. Al decir de don Adolfo, el exilio podría ser “la suma de dos raíces, de dos tierras, de dos esperanzas. Lo decisivo es ser fiel –aquí o allí– a aquello por lo que un día se fue arrojado al exilio. Lo decisivo no es estar, aquí o allá, sino cómo se está”.

Adolfo Sánchez Vázquez: Por un socialismo idealmente existente

Adolfo Sánchez Vázquez
Cristina Serrano Ortuño
Rolando Cordera Campos   |   De lo que aquí hemos hablado es del socialismo que quería Sánchez Vázquez, una opción inspirada por un marxismo nuevo, abierto, crítico, como era en definitiva el marxismo que correspondía al pensamiento de Marx. Se trata de reflexiones que han recorrido la historia de las sociedades modernas, y que han sido pensadas y abordadas desde diferentes y, quizá para algunos, insólitos miradores.

En 1949 un físico alojado en Princeton y llamado Albert Einstein, en un artículo publicado en el primer número de la legendaria, hoy benemérita, revista Monthly Review, se preguntaba ¿Por qué el socialismo? Y se respondía: porque sólo hay un camino para eliminar los graves males que definen la crisis de nuestro tiempo, cuya matriz identificaba con la anarquía económica propia del capitalismo, así como con la constitución de una oligarquía del capital privado frente a la cual ni siquiera una sociedad organizada democráticamente podía poner freno. Este camino, proponía Albert Einstein, es el de una economía socialista acompañada por un sistema educativo orientado a fines sociales.

Herbert Marcuse & Walter Benjamin: Racionalismo y Romanticismo

Foto: Herbert Marcuse
Foto: Walter Benjamin
Michael Löwy   |   La afinidad entre Marcuse y Walter Benjamin ha sido observada frecuentemente, pero nunca estudiada de manera sistemática. El punto de partida de esta afinidad se encuentra en sus raíces comunes en la cultura romántica alemana, en su nostalgia por las comunidades precapitalistas y en contraponer la "Kultur" artística a la prosaica sociedad burguesa. Hay una gran similitud entre la tesis de doctorado de Marcuse, Der deutsche Kün stlerroman (La novela de artista alemana) de 1922, y la de Walter Benjamin, Der Begriff der Kunstkritik in der deutschen Romantik (El concepto de crítica artística en el romanticismo alemán) de 1919

Este primer trabajo de Marcuse -recientemente reeditado- es fundamental para entender su evolución intelectual. Su tema es la contradicción entre el mundo de la Idea y el de la realidad empírica, entre el Arte y el universo burgués. Contradicción dolorosamente resentida y expresada por los románticos. Algunos de ellos, en particular Novalis, intentaron superar esta contradicción ignorando el mundo empírico, sustituyéndolo por una realidad ideal-un nuevo mundo imaginario, un reino de amor y de paz, Eros y Freya.

5/9/15

Economía Moral – Crítica de Lenin a la teoría de Danielson de la desocupación campesina de invierno

Lenin ✆ Dan Lacey
Julio Boltvinik   |   En El desarrollo del capitalismo en Rusia (Capítulo IV, sección X, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Moscú, 1950, pp. 305-311), V. I. Lenin describe (muy escuetamente) la teoría de la desocupación de la temporada de invierno (o de liberación del tiempo de invierno, según la traducción al inglés) de dos populistas (Naródnikis) rusos: V. P. Vorontsov, referido por su seudónimo V. V., y N. F. Danielson, referido con su seudónimo N.-on). No he podido revisar las obras de estos dos autores, pues sólo están disponibles en idiomas que no manejo: ruso y alemán. Lenin describe así la esencia de esta teoría (combino la traducción citada con la mía de la versión en inglés) cuyo autor único parece ser Danielson:
“Bajo el sistema capitalista la agricultura se convierte en una rama económica independiente, desconectada de las demás. Sin embargo, no se lleva a cabo todo el año, sino sólo durante cinco o seis meses. Por tanto, la especialización capitalista de la agricultura conduce a “la liberación del tiempo de invierno’ [o desocupación de invierno], a la ‘limitación del tiempo de trabajo de la clase agrícola a una parte del año”, lo cual constituye la ‘causa fundamental del deterioro de las condiciones económicas de la clases agrícolas”, de la ‘disminución del mercado interno’ y del ‘despilfarro de las fuerzas productivas de la sociedad’. [Las frases entre comillas simples son citas de obras en ruso de los autores populistas mencionados].

4/9/15

Antón Chéjov en la isla de Sajalín

Sajalín es una larga isla rusa de mil kilómetros situada al norte del Japón, mayor que Bélgica y Holanda juntas, con más de tres mil kilómetros de costas

Higinio Polo   |   Antón Pávlovich Chejov sólo vivió cuarenta y cuatro años, por una tuberculosis que lo llevó a la tumba, pero nos ha dejado delicadas estampas de la Rusia de su tiempo, desgarradores relatos sobre la ferocidad de su siglo, piezas teatrales conmovedoras y una comprensiva mirada sobre la gente que intentaba vivir bajo un imperio extenuado y unas décadas sin apelación, intentando capturar la vida que, según él, autores como Ibsen desconocían. Su abuelo fue un mujik que había comprado su propia libertad, y Chéjov nació y creció en Taganrog, en el mar de Azov, como Sedov, el explorador ruso del Ártico. A Antón Pávlovich le gustaba caminar por las praderas que habían recorrido los escitas, tierras llenas de hierbas olorosas, ruda, ajenjo y vendaval; descansar en los trigales, soñar el mundo subido a alguno de los carros de bueyes que utilizaban los campesinos, y navegar por las aguas perdidas del Azov. Era un hombre paciente, aunque poco inclinado a la veneración acrítica del pueblo ruso, a las austeras ideas tolstoianas; por eso, escribió: “algo me dice que hay más amor a la humanidad en la energía eléctrica y la máquina de vapor que en la castidad y la negativa a comer carne”. Hasta 1879 no se trasladó a Moscú. Era un joven de diecinueve años que empezaba a estudiar medicina, y que, después, comenzó a escribir relatos para ganar algunos rublos.  

2/9/15

Sería inútil | El gobierno venezolano debe revisar su política económica y cambiaria para combatir el contrabando

Gustavo Márquez Marín   |   En agosto de 2014 hubo un encuentro ministerial colombo-venezolano para implementar el “plan de choque contra el contrabando” acordado por los presidentes Santos y Maduro. Un año después, en un cónclave del mismo tenor, ambos gobiernos reconocen que  la situación de hoy es mucho más grave y afecta a ambos países. Es evidente que aún no se  ha concretado una acción eficaz conjunta, para erradicar esa economía “subterránea” controlada por una poderosa estructura criminal paramilitar transnacional.  

El contrabando crea desabastecimiento y acelera la inflación del lado venezolano mientras en el colombiano genera recesión y desempleo. En ambos, se comporta como  un vector que frena el desarrollo socioproductivo, carcome la funcionalidad del Estado como garante de la legalidad, fortalece la cultura de la corrupción, expande la violencia y la inseguridad. Fomenta los roces entre ambos países afectando especialmente a las poblaciones fronterizas. Conspira contra la integración y la buena vecindad que debe prevalecer entre pueblos hermanos.