Especial para La Página |
La
última encuesta CEP aporta una serie de antecedentes que llaman la atención. Un
presidente impopular con índices macroeconómicos aceptables, una ex presidente
muy querida de una coalición muy poco querida. Desde la derecha se intenta
explicar estos resultados como un fallo comunicacional del gobierno: Gobernar
es comunicar. Desde la oposición, palabras como simpatía, “carisma”, entre
muchas, intentan dar cuenta de esta persistente popularidad personalizada.
Una
de las lecturas posibles ante los resultados que arroja la reciente encuesta
tiene relación, en efecto, con la “comunicación”, aunque esta aseveración
requiere de una serie de precisiones. En primer lugar, si gobernar es, hoy,
comunicar, habría que agregar que hacer oposición también. El ámbito comunicacional
se ha convertido en el sello de nuestra época: Vivimos una sociedad
“mediatizada”. Esto quiere decir que son las redes mediáticas las que conforman
el imaginario histórico social contemporáneo.
En
segundo lugar, es indispensable precisar qué se entiende hoy por comunicación.
Estamos asistiendo a un tránsito cultural mayúsculo a nivel planetario. Se ha
instituido una modalidad que deja atrás la verticalidad de medios
institucionalizados, así, el llamado “Broadcast”
va cediendo en favor de un modo horizontal, interactivo, personalizado, típico
de las “redes sociales”: la modalidad “Podcast”.
Es en estas redes donde se fragua – hoy por hoy - la alquimia del imaginario social.