Nicolas Sarkozy @ Marco Calcinaro |
John Berger
Inglaterra |
La verdad es que Sarkozy nunca ha sido un político en el
sentido en que sí lo han sido todos los otros presidentes de la Quinta
República. Desde el principio su papel esencial fue diferente, y únicamente si
definimos eso podremos entender su conducta, sus motivaciones y su destino
histórico.
Debo dejar claro que no soy un comentarista político; soy un
ardiente observador de los gestos, las reacciones y el comportamiento. Miro muy
de cerca las representaciones.
Sarkozy era (es) un agente encubierto. Arribó a los
escenarios políticos con la misión secreta que sirvió a los intereses de una
potencia exterior global –el poder del capital financiero especulativo que, por
definición, amenaza los intereses de cualquier Estado. Como lo argumenta
sucintamente Zygmunt Bauman, las fuerzas corporativas que hoy manejan el mundo
están "libres de las restricciones territoriales –las restricciones de la
localidad".