- En la transición de “los cuatro de Liverpool” al fenómeno global de la beatlemanía, John Lennon se hizo espacio para cultivar un costado que luego se quedaría por el camino: escritor de poemas y textos breves muy experimentales a los que gustaba acompañar con sus propios dibujos. De esa época y esa inspiración surgieron títulos como Por su propio cuento y Un españolito en obras, que acaban de editarse juntos en una edición bilingüe a cargo de Andy Ehrenhaus. James Joyce, Lewis Carroll, los beatniks y los surrealistas son los referentes literarios ineludibles para entender este Lennon tan enraizado en el corazón de los años ’60, no sólo por la música, sino también por la letra.
Fernando Bogado
La letra de una canción, mal que les pese a algunos, es una
obra literaria. Entre los debates acerca de los premios nunca otorgados (como
el consabido Nobel a Dylan) y los otorgados y mundialmente celebrados (como el
Príncipe de Asturias a Leonard Cohen), en más de una oportunidad hemos
escuchado a alguien dar su opinión en torno de la relevancia literaria o no de
una canción popular, como puede ser algún tema de rock, participando así de un
debate que parece no tener fin.