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Foto: Alain Badiou |
Freddy Aracena | Para
Alain Badiou, la filosofía no es posible en todo lugar y en todo momento, por
el contrario, necesita de unas condiciones precisas para su surgimiento. Si lo
que conocemos como filosofía nace en Grecia, y no en el lejano oriente u otro
sitio, se debe a que sólo los griegos tuvieron la singularidad de interrumpir
la experiencia de lo numinoso, en desacralizar el pensamiento (Badiou, 1990). Es
por esta razón que el primer verdadero filósofo no es ni Tales, ni Heráclito o
Parménides, sino Platón. Y toda verdadera filosofía debe ser platónica, esto es
así, porque Platón fue el primero en articular correctamente las cuatro
condiciones que hacen posible, una vez concluida la experiencia de lo sagrado,
la filosofía. Estas condiciones o, como explicaremos más adelante,
procedimientos genéricos son: el amor, el poema, el matema y la invención
política. Y por lo cual sólo hay cuatro tipos de verdades: verdad amorosa,
artística, científica y política. Platón al hacer composibles estas cuatro
condiciones, hace posible el discurso que hoy conocemos como filosofía, y cuyos
conceptos fundamentales, que nos permite distinguir la filosofía de cualquier
otro tipo de pensamiento, son: el ser, la verdad y el sujeto (Badiou,