Marcha por el cambio, Madrid |
Hoy sabemos con certeza que las bases del llamado milagro
económico español fueron la burbuja inmobiliaria, el endeudamiento y la corrupción.
No en vano, en los últimos treinta años se ha producido una transformación
radical de nuestra estructura productiva. En este tiempo el peso de la
industria ha caído desde el 28% hasta el 15%, mientras que la actividad
inmobiliaria y la construcción ha crecido desde el 17% hasta el 29%.
Pero el ladrillo y cemento se propulsaban gracias a la
actividad financiera. El papel del sistema financiero –bancos y cajas de
ahorro- ha sido fundamental para alimentar la burbuja inmobiliaria y la
actividad económica derivada. Y el lugar de España dónde más peso ha tenido y
tiene el capital financiero es sin duda Madrid. De hecho la comunidad madrileña
es una anomalía dentro de España. Mientras el peso medio del sector financiero
en la economía regional española era antes de la crisis del 5%, en Madrid
superaba el 7%. Madrid ha sido el corazón de las finanzas españolas, muy
dependientes a su vez de las relaciones establecidas con las empresas
constructoras e inmobiliarias y de las relaciones políticas.