“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

6/5/15

El precio del petróleo y el talón de Aquiles

Gerardo Honty   |   BP ha lanzado recientemente su informe 2015 de prospectiva energética [1] según el cual la demanda de petróleo crecerá hasta alcanzar un volumen de 111 Mb/d (millones de barriles diarios) en 2035, 19 Mb/d más que en la actualidad. Una previsión similar a las presentadas en 2014 por la Agencia Internacional de la Energía (OCDE) y la Energy Information Administration (EEUU). El bajo precio actual del crudo a nivel internacional parece darle alas al sueño del aumento indefinido del consumo. Pero a la vez parece ser su talón de Aquiles.

La caída del precio del petróleo de los últimos meses tiene varias explicaciones posibles. Entre ellas: una disminución de la demanda originada en la desaceleración de la economía global, el intento de los países petroleros de mantener precios competitivos ante el empuje de las renovables, el aumento de la oferta del petróleo no convencional de Estados Unidos, entre otros.

3/5/15

La arquitectura como política e ideología: el Karl Marx Hof de Viena

Owen Hatherley   |   El Karl Marx Hof (“Patio Karl Marx” podría traducirse) de Viena es un a raro ejemplo de una arquitectura que es a la vez instrumento político y símbolo ideológico, un edificio por el que lucharía el pueblo, a favor y en contra, con cañones. Iniciado por la municipalidad de Viena en 1927 y acabado tres años más tarde, se convirtió en uno de los principales campos de batalla de la breve guerra civil austriaca de 1934. Su bombardeo, lo mismo que su construcción, se convirtió en un símbolo, esta vez no del socialismo municipal sino del fascismo y de la primera resistencia seria en su contra.

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Nada de este significado se le habría aplicado al Karl Marx Hof de no haber sido por el hecho de que el edificio ya parecía una fortaleza, un baluarte, un castillo de solidaridad, años antes de que se convirtiera en realidad en un lugar de resistencia bajo sitio, asediado. Es un bloque de apartamentos increíblemente alargado, de color rojo y mediana altura, puntuado por arcadas y ubicado justo al norte del centro de la ciudad, y comprende escuelas, baños, una biblioteca y un centro de salud. Culmina en una gran plaza con esculturas, barrotes, torretas y la leyenda, en hermosas letras de molde: “Karl Marx Hof, construido por el Ayuntamiento de Viena”.

2/5/15

China, megapotencia financiera

Ignacio Ramonet   |   Contrariamente a lo que muchos piensan, China se halla aún lejos de representar un auténtico rival para Washington. En 2015, Estados Unidos sigue ejerciendo una indiscutible dominación hegemónica sobre el planeta. Tanto en el dominio militar (fundamental) como en varios otros sectores determinantes, en particular el tecnológico (Internet) y el soft power (cultura de masas). Lo cual no significa que China no haya realizado prodigiosos avances en los últimos treinta años. Nunca en la historia, ningún ­país creció tanto en tan poco tiempo.

Sin embargo, el “Imperio del medio” sigue siendo un Estado ‘emergente’, con gigantescas bolsas de pobreza en diversas zonas del interior y con un Producto Interior Bruto por habitante (PIB/per capita, en 2013) de apenas 6.800 dólares, semejante al de, por ejemplo, Namibia, República Dominicana o Perú; muy inferior al de, por ejemplo, España (30.000 dólares), Francia (42.000) o Estados Unidos (53.000). Pero su masa demográfica es tan enorme (casi mil quinientos millones de habitantes) que su peso económico global está alcanzando niveles inauditos. De hecho, desde diciembre de 2014, en términos de poder adquisitivo global de su población, China es ya la primera potencia económica del planeta. Su economía representa el 16,5% de la economía mundial, frente al 16,3% de Estados Unidos que ocupaba ese puesto de “primera potencia económica” desde 1872.

1/5/15

El camino que me llevó al leninismo

Ho Chi Minh ✆ David Levine
Ho Chi Minh   |   Después de la primera guerra mundial, me gané la vida en París como retocador de fotografías, unas veces, y otras como pintor de “antigüedades chinas” (¡hechas en Francia!). A veces distribuía volantes que denunciaban los crímenes franceses en Vietnam. En esa época apoyé la Revolución de octubre sólo por instinto, sin comprender todavía su importancia histórica. Amaba y admiraba a Lenin porque era un gran patriota que había liberado a sus compatriotas; hasta entonces todavía no había leído un solo libro de él.

La razón que tuve al ingresar al Partido Socialista francés fue que estos “señores y señoras” -como llamaba a mis camaradas en esta época- mostraron simpatía hacia mí, hacia la lucha de los pueblos oprimidos. Pero no entendía lo que era un partido o un sindicato, ni lo que era el socialismo o el comunismo. Había en aquel entonces acaloradas discusiones entre las diferentes secciones del Partido Socialista sobre la decisión de seguir en la Segunda Internacional, fundar la Segunda y media Internacional o adherirse a la Tercera Internacional de Lenin. Asistía con regularidad a las asambleas, dos o tres veces a la semana, y escuchaba atentamente las discusiones. Al principio no entendía bien. ¿Por qué las discusiones tan acaloradas? Si con la Segunda, la Segunda y media o la Tercera Internacional, se podía emprender la revolución, ¿para qué discutir?

30/4/15

Sobre el lugar de la Mancha y otras incertidumbres del Quijote

Montaje del ‘Don Quijote’ (1955), de Pablo Picasso sobre el
‘Trigal con segador a la salida del sol’ (1889), de Vincent van Gogh
Pedro García Luaces   |   En el cuarto volumen de su monumental obra Vida ejemplar y heroica de Cervantes, Luis Astrana Marín aseguraba haber encontrado al Quijote histórico o al menos al personaje que lo inspiró en un fraile agustino de Esquivias llamado Alonso Quijada. El fraile había muerto diez años antes del nacimiento de Cervantes y casi 50 antes de que este hubiera pisado Esquivias, pero Astrana Marín confiaba en que el insigne escritor hubiera oído hablar de él porque era sobrino del bisabuelo de su esposa, Catalina de Salazar. Alonso Quijada, según asegura Astrana, “habría dejado memoria en el pueblo de su afición desmesurada por los libros de caballerías”, razón por la cual su pista era más consistente que la de aquel otro Alonso Quijada de Salazar, contemporáneo de Cervantes, que durante años fue tomado en Esquivias por el Quijote auténtico. Siguiendo el camino trazado por Francisco Rodríguez Marín, Astrana ya había descartado al otro por carecer de afición por los libros de caballerías y por su escasa frugalidad y castidad, pues era un hombre acomodado que llegó a tener doce hijos. “Porque un vulgar vecino de Esquivias, pobre o rico o simplemente soltero, sin más, no podía ser el modelo de don Quijote. La exageración caballeresca tenía que ir aliada a un espíritu cultivado, a una exaltación de las facultades mentales, a un temperamento místico o religioso”, escribiría.

Lenin y una revolución inconclusa

Vladimir Lenin ✆ Mario Tosto
Dari Mendiondo Bidart   |   Un 22 de abril de 1870, en la lejana Rusia, nació Vladimir Ilich Lenin que se ha insertado en la historia como el líder indiscutible de lo que fuera una revolución que supo derribar a un imperio milenario, cuyo despotismo concitaba el rechazo de los intelectuales y el mundo político avanzado de la época. En el país más atrasado de Europa, donde la servidumbre recién fue erradicada en 1865, donde precisamente en 1870 Jorge Plejanov introduce El Capital de Marx en los círculos estudiantiles y políticos progresistas de la Rusia de los zares.

En el calendario europeo se habían sucedido grandes revoluciones, como la del 14 de julio de 1789, donde surgió la bandera tricolor, los Derechos del Hombre y el Ciudadano y el trípode en el cual se asentó el ideario de la naciente república: Libertad, Igualdad y Fraternidad.

A la República la sustituirá el Imperio Napoleónico, luego de su caída vendrá la restauración monárquica en Francia, y estallarán las revoluciones de 1830, 1848 y la Comuna de París en 1871, todas ellas con su heroísmo, sus enseñanzas, sus leyendas de martirologio, así como avances en la proliferación de ideas revolucionarias. Europa se sacudía envuelta en grandes transformaciones.

28/4/15

Una aclaración con respecto al populismo

Slavoj Žižek
Colin Marx
Slavoj Zîzêk   |   Una entrevista que concedí hace poco, publicada primero en México y luego otra vez en la prensa latinoamericana y española, habría dado lugar a una idea por completo equivocada acerca de mi posición con respecto a la reciente tendencia populista de la política radical de izquierdas.

Si bien es cierto que la revolución Bolivariana en Venezuela puede ser objeto de muchas críticas, algunas de ellas merecidas, no deberíamos olvidar que también ha sido víctima de una campaña contra-revolucionaria muy bien orquestada; en especial de una larga guerra económica.

No se trata de una táctica novedosa. Unos años atrás, durante los tempranos setenta, el entonces asesor de seguridad estadounidense Henry Kissinger aconsejó a la CIA sobre la mejor manera de desestabilizar el gobierno democrático del presidente Salvador Allende en Chile. Tras una reunión con Kissinger y el presidente Nixon el 15 de septiembre de 1970, el entonces director de la CIA Richard Helms escribió en sus notas la instrucción sucinta recibida de éstos: “¡Hagan que la economía chilena grite de dolor!”. Altos representantes del gobierno estadounidense han reconocido que el mismo procedimiento está siendo aplicado en Venezuela.

26/4/15

El desarrollo humano sustentable no es posible en el capitalismo | La construcción de (algunas) alternativas desde abajo

Mónica Gallegos Ramírez   |   El concepto desarrollo sustentable se relaciona directamente con la llamada crisis ambiental, que no es un fenómeno reciente o nuevo pues sus primeras expresiones comienzan a ser analizadas en la década de los años sesenta del siglo pasado (hace casi cincuenta años). Al respecto, diversos autores señalan que es claro que los problemas socio-ambientales generados por el capitalismo, modelo de desarrollo depredador de la naturaleza y de las culturas, comienzan a evidenciarse precisamente en las últimas décadas del siglo XX.[1]

El desarrollo sustentable es un concepto híbrido que ha sido definido como aquel desarrollo económico dirigido al fomento de las capacidades humanas y sociales, fundado en el respeto por el medio ambiente. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2008) señala que “el propósito del desarrollo [sustentable] consiste en crear una atmósfera en que todos puedan aumentar su capacidad y las oportunidades puedan ampliarse para las generaciones presentes y futuras”.

¿Es posible el capitalismo sostenible?

James O’Connor   |   Hay pocas expresiones tan ambiguas como las de “capitalismo sostenible” y otros conceptos asociados, tales como “agricultura sostenible”, “uso sostenible de la energía y los recursos” y “desarrollo sostenible”. Esta ambigüedad recorre la mayor parte de los principales discursos contemporáneos sobre la economía y el ambiente: informes gubernamentales y de las Naciones Unidas; investigaciones académicas; periodismo popular y pensamiento político “verde”. Esto lleva a muchas personas a hablar y escribir acerca de la “sostenibilidad”: la palabra puede ser utilizada para significar casi cualquier cosa que uno desee, lo que constituye parte de su atractivo.

“Capitalismo sostenible” tiene una connotación a la vez práctica y moral. ¿Existe acaso alguien en su sano juicio que pueda oponerse a la “sostenibilidad”? El significado más elemental de “sostener” es “apoyar”, “mantener el curso”, o “preservar un estado de cosas”. ¿Qué gerente corporativo, ministro de finanzas o funcionario internacional a cargo de la preservación del capital y de su acumulación ampliada rechazaría asumir como propio este significado? 

Finalidad de la Teoría General del Derecho

Evgenij Bronislavovič Pašukanis  [Eughenij Bronislavovic Pasukanis, o Eugenio Pashukanis. En ruso: Евгений Брониславович Пашуканис]

La teoría general del derecho puede definirse como el desarrollo de los conceptos jurídicos fundamentales, es decir, los más abstractos. A esta categoría pertenecen, por ejemplo, las definiciones de “norma jurídica”, “relación jurídica”, “sujeto jurídico”, etc. A consecuencia de su naturaleza abstracta estos conceptos son igualmente utilizables en todas las ramas del derecho y su significación lógica y sistemática permanece invariable con independencia del contenido concreto al que sean aplicados. Nadie negará, por ejemplo, que el concepto de sujeto en el derecho civil y en el derecho internacional está subordinado al concepto más general de sujeto jurídico como tal y que, por consiguiente, esta categoría puede ser definida y desarrollada independientemente de este o aquel contenido concreto. Por otra parte, si permanecemos dentro del ámbito de cualquiera de las ramas del derecho, podemos comprobar que las mencionadas categorías jurídicas fundamentales no dependen del contenido concreto de las normas jurídicas en el sentido de que conservan su significación, incluso cuando varía este contenido material concreto.

25/4/15

China humilla a Estados Unidos y marca el ritmo en la nueva geopolítica

Alberto Cruz   |   Han transcurrido cinco años desde que China decidió aprovechar el momento de debilidad de Occidente, como consecuencia de la crisis financiera, para jugar un papel más enérgico en la política internacional. China es China, y su concepto del tiempo no tiene mucho que ver con el Occidental. Ya lo dice uno de sus proverbios, “no temas ser lento, sólo detenerte”. Por eso China no tenía previsto alterar el tablero internacional hasta el año 2027 (1), fecha para la que consideraba habría alcanzado la paridad estratégica en todos los aspectos (políticos, económicos y militares) con EEUU. Para ello, fue tejiendo una cautelosa red de influencia en todo el mundo -África, Asia, América Latina- a través de lo que los académicos chinos denominan “el consenso de Beijing” y que no es otra cosa que la puesta en práctica de un modelo político y diplomático que prefiere desarrollar el “poder blando” –diplomacia, no injerencia y multipolaridad- en contraposición al modelo tradicional estadounidense y occidental de intervención militar, unipolaridad e interferencia política.

23/4/15

Ludwig Wittgenstein en su cabaña | El engaño y el estilo

Alberto Ruiz de Samaniego   |   En 1913, Wittgenstein descubre Skjolden, un pueblo noruego junto al fiordo de Sogne, al norte de Bergen. En ese tiempo, su necesidad de buscar la soledad es muy intensa. Quiere estar lejos de Cambridge o Viena, de las obligaciones sociales y los tributos que la vida académica y burguesa le impone. En Skjolden, por tanto, podría al fin alcanzar a estar a solas consigo mismo, sin sufrir la molestia de las visitas o el contacto con los demás; sin ocuparse de ellos, sin ofenderlos.

En ese retiro podría obtener la anhelada serenidad. Al llegar, por ejemplo, las fechas navideñas de ese año, Wittgenstein escribe en su diario: “Por desgracia, debo ir a Viena. (…) el pensamiento de ir a casa me aterra”. En realidad, él sólo piensa en poder volver cuanto antes a su retiro: “Estar solo aquí me hace un bien infinito, y no creo que pudiera soportar la vida entre las personas”. La semana antes de marcharse anotó: “Mis días aquí transcurren entre la lógica, silbar, pasear y estar deprimido”. La aparición de la lógica no es en absoluto casual: Wittgenstein está convencido, en ese momento, de que la solución de los problemas de lógica está irreductiblemente unida a su propia condición vital.