“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

10/10/15

Roberto Rossellini bautiza el realismo

Álvaro del Amo   |   [En] Madrid se vuelven a programar breves ciclos retrospectivos con copias nuevas y restauradas, dedicados a directores que merecen el calificativo de clásicos. El reciente protagonizado por el realizador italiano Roberto Rossellini (1906-1977), uno de los nombres clave de la historia del cine, ofrece al cinéfilo el regalo de una nueva visita al viejo y admirado pariente, con la satisfacción suplementaria de prescindir, al menos en esta ocasión, del siempre un poco turbio adjetivo. Porque si el cinéfilo admite reconocerse en un epíteto, por otra parte pasado de moda, con la mínima valentía de quien declara su alejamiento respecto a la deriva actual de lo que se llamó el séptimo arte, tampoco puede ocultar un cierto alivio cuando siente que no será tan reaccionario cuando la revisión del pasado resulta tan actual. Los espectadores que acudieron a los Verdi a ver, o volver a ver, Roma, cittá aperta; Paisà; Stromboli; Europa 51 o Francesco, giullare di Dio es muy probable que no compartieran la impresión de encontrarse visitando un museo o rindiendo tributo a una estética pretérita. Lo que las imágenes –remozadas por las avanzadas técnicas quirúrgicas aplicadas al celuloide– comunicaban nada tenía que ver con la arqueología. Aquello vivía con la inmediatez del presente, con la contundencia de una actualidad que la propia actualidad niega a menudo, descuidada a la hora de preocuparse por su representación. La recuperación de las películas del director romano, tan lozanas y percutientes como si acabaran de nacer, liberaban al cinéfilo de su condición de reaccionario, pues si el ayer resucita en el hoy no se celebra la efemérides de un muerto, sino el gozo de que el anciano siga pareciendo un jovenzuelo a su edad provecta.

5/10/15

Alvar Aalto / Arquitectura orgánica, síntesis y armonía

Alvar Aalto ✆ Rufus & Jason
Higinio Polo   |   “Todo lo que es superfluo se vuelve feo con el tiempo”, dijo Alvar Aalto, el arquitecto funcionalista orgánico que rechazaba el ascendiente de Le Corbusier o de Wright en su obra, y, en cambio, consideraba que las mayores influencias en su arquitectura venían de sus padres, de su infancia y de los lugares donde creció y se hizo adulto. Aalto, era hijo de un topógrafo y una funcionaria de Correos, hablaba sueco, y nació en el Imperio ruso. Cuando inició sus estudios de arquitectura en Helsinki, Finlandia era todavía territorio del imperio zarista, aunque la revolución bolchevique cambiaría las cosas. Era un hombre que estimaba a escritores como Anatole France y Ludwig Holberg, y quería capturar la estética, en una armonía con la vida arraigada en la soledad finesa, y repartía la luz y anudaba las necesidades humanas para crear una arquitectura multisensorial, donde los materiales ayudaban a dar satisfacción al habitante, al ser humano, en un minucioso espacio en cuya definición fue decisivo el trabajo de Moholy-Nagy con los materiales y la luz. Si hoy los arquitectos-estrella crean grandes edificios y conjuntos, semejantes a los grandes palacios y mansiones de siglos anteriores, Aalto insistía en los proyectos para viviendas.

4/10/15

Kim Soohaeng, patriarca de la economía marxista en Corea del Sur

Foto: Kim Soohaeng
Jeong Seonjin   |   El profesor Kim Soohaeng, el economista marxista más conocido de Corea del Sur, murió de un ataque al corazón el 1 de agosto a la edad de 72 años. Le sobreviven su esposa y dos hijos. Más de doscientas personas asistieron a una ceremonia en memoria de Kim el 7 de agosto en la Universidad Sung Kong Hoe, donde enseñó hasta su muerte, y sus alumnos, con activistas de las principales organizaciones progresistas coreanas, han creado la Fundación Kim Soohaeng. 

Kim jugó un papel central a la hora de conseguir "derechos civiles" para el marxismo en Corea del Sur, donde había sido duramente reprimido desde la década de 1950. Kim consiguió hacer un hueco para el marxismo en el mundo académico a través de la traducción, el estudio y la enseñanza de El Capital de Marx. El logro más importante de Kim fue la traducción de los tres volúmenes de El Capital de Karl Marx al coreano. Aunque existían traducciones anteriores al coreano de El Capital de Marx, la traducción de Kim Soohaeng en 1989/90 fue la primera versión coreana completa de los tres volúmenes de El Capital de Marx que se publicó en Corea del Sur. Este fue un momento crucial para el marxismo en Corea del Sur, después de casi medio siglo de prohibición tras la Guerra de Corea. Otro estudioso, Kim Tae-gyung, había sido encarcelado por publicar una traducción del primer volumen de El Capital de Marx en 1987, bajo la anticomunista Ley de Seguridad del Estado de Corea del Sur, pero fue puesto en libertad en 1988 gracias a la presión de la sociedad civil.

28/9/15

Teoría económica y políticas económicas

Theotonio Dos Santos   |   Muchos gobiernos electos están subyugados a sus bancos centrales, bajo el pretexto de que son instituciones independientes, por encima de las prácticas "inmorales" de los políticos. Por "política" debe entenderse elecciones y la participación de los pueblos que son los principales afectados por las decisiones de los políticos y las acciones “políticas” de estos bancos. Es así como intereses absolutamente minoritarios de la población rigen la economía mundial y consiguen obligar a las grandes mayorías a someterse a la dictadura tecnocrática llamada Bancos Centrales 'independientes'. La misión de estas instituciones es transferir, bajo las más diversas formas, masas colosales de riqueza al "mercado" financiero. Se trata de una expropiación de los recursos obtenidos por los distintos tipos de ingresos fiscales para transferirlos al sistema financiero bajo los pretextos más increíbles y las maneras más inventivas.

►Português
Es extraño observar cómo esta modalidad violenta de capitalismo de Estado se realiza en un ambiente ideológico dominado por los principios doctrinales del neoliberalismo, apoyándose siempre en la famosa frase de la Sra. Thatcher de que "no hay alternativa". Se trata de una expresión de determinismo económico que se torna incluso ridícula cuando vemos la realidad histórica que tratan de describir estos pretendidos instrumentos científicos. Ya hemos dicho en varias ocasiones que este espectacular aparato ideológico se parece estrechamente al mundo intelectual católico fundado en la escolástica tomista que dominó por muchos siglos la economía feudal europeo y que disponía de enormes poderes estatales y religiosos para torturar e incluso condenar a muerte a los "herejes", representantes de la nueva onda filosófica y científica liderada por las burguesías en expansión material y financiera.

26/9/15

Walter Benjamin: crítica de la cultura política

En la ciudad fronteriza de Portbou –una parada en su precario camino escapando del nazismo–, creyéndose cercado y ante la posibilidad de ser deportado a Alemania, donde un marxista y judío como él no podía esperar sino un cruel destino, Walter Benjamin decide suicidarse hace hoy 75 años. Sus aportes a la crítica de la cultura no han dejado desde entonces de ser tan productivos como polémicos.
Walter Benjamin ✆ Arton
Ariane Díaz   |   Benjamin fue parte de una generación de intelectuales alemanes que además de atravesar dos guerras mundiales, fue testigo en pocos años de una efímera república de Weimar carcomida por la crisis económica, tres intentos revolucionarios fallidos y, finalmente el ascenso del nazismo. Se acerca al marxismo en la década de 1920, ya cerca de sus 30 años, impactado por la lectura de Historia y conciencia de clase, de Lukács, y por su relación con la comunista rusa Asja Lacis, que lo pondrá en contacto con algunas de las experiencias artísticas de la URSS. Aunque su larga amistad con Gershom Scholem –teólogo del judaísmo–, y con Bertolt Brecht –famoso dramaturgo vanguardista–, marcarán también su obra con improntas particulares y en muchos casos contradictorias, su trabajo filosófico y crítico tendrá una estrecha relación con los desarrollos de miembros prominentes de la Escuela de Frankfurt, como Theodor Adorno y Max Horkheimer; por ello se lo suele considerar miembro de dicho Instituto, aunque estrictamente no lo fuera.

25/9/15

Los dibujos de Victor Hugo

 “Para pintar una batalla, se necesita uno de esos pintores poderosos que tenga algo del caos en el pincel” Victor Hugo
Victor Hugo ✆ Gilbert Stuart
 
Alberto Ruiz de Samaniego   |   En Victor Hugo, la meditación es siempre líquida. Situado en la estela de Nerval, el ensueño en él no hace más que derramarse como fluido eruptivo sobre la vida cierta o visible. “Bajo algunos soplos violentos del interior del alma”, escribe Hugo, “el pensamiento se convulsiona, se eleva, y de él sale algo parecido al rugido sordo de la ola” (El hombre que ríe, IV, 1). Océano o caos, las salvajes oscilaciones de la naturaleza aparecen aquí como estados de la mayor profundidad de la conciencia, en esa suerte de analogía universal que caracterizó el concepto romántico de la poesía, ya desde los alemanes[1]. Por eso la contemplación, la observación de un paisaje, por ejemplo, deviene siempre abandono o hundimiento en una insondable condición interior del hombre, que, por supuesto, ya no le pertenece.

Hay siempre algo inhumano en los dibujos de Hugo. O a-humano: es la fuerza del universo, el arrastre de los elementos, la plenitud de una multiforme presencia cósmica que se hace visible en una correspondencia espiritual tan sombría como inhóspita. Imagen-turbulencia, abertura temible que fascina y espanta entre el afuera del hombre y su alma pre-consciente; expresión de una fuerza vital, con toda su potencia y aspereza, que sobrepasa en mucho cualquier medida humana[2]. Pues “la geometría engaña: sólo el huracán es verdadero” (Los miserables II, I, 5).

24/9/15

Marxismo–leninismo–maoísmo–godardismo: 'La Chinoise'

Una reflexión sobre ‘La Chinoise’, film de Jean-Luc Godard de 1967. Debates, polémicas y una renovación radical en la forma del lenguaje cinematográfico 
 
Luciano Ariel Bazán   |  Jean Luc Godard estrenaba “su china” hace 48 años. Problemática, ciertamente, la controvertida figura del complicado cineasta francés de difíciles películas. Casi como una necesidad, las legiones de los testigos de su obra se dividen entre los absolutos detractores para quienes sus films son en su mayoría groseramente incomprensibles, pedantes, insustanciales y con recursos más bien mediocres para disfrazar esa trivialidad, intelectualoides que logran sólo apagar la atención, absurdos que no causan gracia, un ticket de segunda clase para asquearte del cine francés y uno de primera para una buena siesta. Y por otro lado los adoradores absolutos, los que no usan su nombre en vano y lo llaman God-Art, las que dicen que, como con Hákim El Velado, algunos no están en condiciones de apreciarlo; en dos palabras, los Alain Bergala para quienes al séptimo arte de Godard no todos tienen el derecho de criticarlo.

21/9/15

El hilo sutil de la rememoración. Felicidad y redención histórica en la obra de Walter Benjamin

Walter Benjamin ✆ Jim
Sandra Viviana Palermo   |   El texto presenta un análisis de la estructura del tiempo mesiánico que Benjamin intenta pensar desde el punto de vista de su indisoluble conexión con los conceptos de felicidad y redención. El recorrido conceptual va desde los escritos de juventud, en los que la constelación felicidad-redención adquiere una fisionomía definida —conjugándose con una crítica elegante y puntual de la modernidad—, a las tesis Sobre el concepto de historia, en las cuales tal constelación se entrelaza con la figura del Eingedenken, que determina un desplazamiento conceptual importante en el horizonte teórico del autor, representando además la especificidad y la riqueza de su reflexión sobre el tiempo y la historia.
I. Hendiduras del tiempo: felicidad y redención
El 16 de marzo de 1937, comentando su texto sobre Eduard Fuchs, Max Horkheimer le escribe a Benjamin: «La afirmación de la no definitividad de la historia es idealista, si en ella no queda incluida la de la definitividad. La injusticia pasada acaeció y está definitivamente concluida. Los muertos están verdaderamente muertos... Si se pretende tomar en serio la afirmación de la no-definitividad hay que creer en el juicio universal. Acaso respecto de la no-definitividad exista una diferencia entre lo positivo y lo negativo, es decir, la injusticia, los horrores, los dolores del pasado son irreparables. La justicia realizada, las alegrías, las obras entran en relación con el tiempo de manera distinta, pues su carácter positivo queda ampliamente negado por la caducidad»

20/9/15

Si la victoria de Jeremy Corbyn es un logro político increíble en Gran Bretaña, esa es la parte fácil

Foto: Jeremy Corbyn
Owen Jones   |   Debe contarse con seguridad entre las mayores victorias contra toda probabilidad  de la historia política británica. Jeremy Corbyn comenzó esta carrera como un marginal fuera de filas. Sus opciones estaban en 200 a1, y esa era una de las predicciones más favorables registradas. Fuera de las campañas que defiende con todo apasionamiento, apenas nadie sabía quién era ese diputado de a pie de suaves modales con barba galadornada  [Corbyn ha sido premiado varias veces con la distinción a la “Barba del Año” del Parlamento]. 

►English
Después de la disputa por el liderazgo más abierta y democrática de la historia del laborismo – una elección regida por reglas introducidas para apaciguar a la derecha blairista del Partido, que quería diluir la influencia de los sindicatos – este hombre dispone de un mandato mayor que el de cualquier otro dirigente laborista de la historia.

18/9/15

Admirando a un clásico: Willard Van Orman Quine

Willard Van Orman Quine
✆ Romayke
Salvador López Arnal   |   Para todo x, “x es sevillano” implica “x cecea”. De esta forma era como se solía leer, apuntaba Sacristán, pero lo que quería decir realmente el enunciado era que “Todo el que es sevillano cecea”. La x estaba uniendo los dos lados, proseguía. En la traducción al castellano corriente, él mismo la había vertido por “el que”, “todo el que”, “todo” es esto, “el que” es la x, y ésa era una función pronominal. No tenía mayor importancia, matizaba, ni era aceptado por todos los lógicos. Pero él creía que sí, que era la mejor manera de explicar qué era la variable individual. No importaba creérselo o no, pero importaba ver, en cambio, que lo que hacía la variable individual era enlazar, dar cemento a toda la proposición. Se sabía que la proposición se refería a las mismas cosas porque toda ella estaba cogida por estas variables cuantificadas. La tesis, la interpretación de la variable individual como pronombre personal era de W. V. O. Quine, señalaba Sacristán en las clases de Metodología de las Ciencias Sociales del curso 1981-1982, “un lógico americano, ya muy viejo, al que yo admiro mucho, y cuyas ideas me esfuerzo por contar”. No fue, desde luego, sólo en esa ocasión cuando Sacristán habló en términos elogiosos del lógico norteamericano. En diciembre de 1976, dentro de un ciclo de conferencias sobre filosofía, historia y política de la ciencia organizado por el Colegio de Ingenieros de Barcelona, Sacristán dictó una conferencia que llevó por título: “De la filosofía de la ciencia a la política de la ciencia”. Refiriéndose en primer lugar a la entonces denominada “crisis de la filosofía analítica de la ciencia” señaló que por de pronto parecía obvio que sobraba ahí la palabra “analítica”. De hecho, […] esa crisis de la filosofía analítica de la ciencia ha sido de paso crisis de toda la filosofía de la ciencia y, tal vez, incluso, por hablar brevemente, de algo más, de toda la tradición epistemológica, tecno-científico-filosófica, que nace del intento de Kant. Muy probablemente.

El holismo pragmático de Willard Van Orman Quine

Willard Van Orman Quine
Cayetano Acuña Vigil   |   Willard Van Orman Quine fue un filósofo estadounidense, reconocido por su trabajo en lógica matemática y sus contribuciones al pragmatismo como una teoría del conocimiento. WVO Quine es uno de los filósofos eminentes del siglo 20. (EE. UU. 1908 - 2000). Profesor de la Universidad de Harvard, desarrolló diversos trabajos en lógica matemática; entre ellos están sus “Nuevos fundamentos de lógica matemática” (presentados en 1936 y publicados por vez primera en 1937), con la formulación de un lenguaje al cual puede traducirse toda la lógica en el sentido de los Principia Mathematica. Quine ha realizado también diversas contribuciones a lo que llama la teoría de la referencia y a lo que califica de teoría de la significación. Estas dos teorías se hallan habitualmente (y ambiguamente) incluidas bajo el nombre 'semántica', pero Quine declara que conviene no confundirlas, pues de lo contrario se hace imprecisa la fundamental distinción, ya establecida por Frege, entre la significación de una expresión y aquello a lo cual la expresión se refiere, es decir, lo que nombra.

Desde el punto de vista filosófico destacan en la obra de Quine sus Investigaciones ontológicas. También una importante teoría de Quine es la que ha formulado en oposición a la vez al reduccionismo y a la división rígida de los enunciados en analíticos o sintéticos. En contra de las citadas tesis, Quine propone una concepción epistemológica que A. Hofstädter ha calificado de holismo (totalismo) pragmático  y que consiste en concebir el conjunto del lenguaje del conocimiento como un todo estructural que responde como todo a la experiencia.

Diego Rivera y el compromiso del artista

El hombre controlador del Universo Diego Rivera
Recreación de 'El hombre en la encrucijada', mural destruido
antes de su conclusión en el Rockefeller Center de New York
José María Herrera   |   A principios de 1934, una cuadrilla de operarios pertrechados con martillos y cinceles entró en el vestíbulo principal del Rockefeller Center de Nueva York, retiró la lona que cubría  el mural que había pintado Diego Rivera y lo echó abajo. La destrucción fue precedida por una fuerte polémica. Los adeptos del artista pretendían que el trabajo debía preservarse a toda costa, fuera cual fuera su contenido ideológico. Los adversarios consideraban un atropello que el mexicano hubiera alterado el proyecto pactado con los dueños del inmueble y reivindicaban el derecho de estos a hacer con la obra lo que juzgasen más oportuno. Al conocer la noticia de la demolición, el pintor declaró que la posteridad pondría a cada cual en su lugar y que algún día la verdad de su concepción se haría patente al mundo.

Rivera había conocido en Moscú, durante las fiestas de conmemoración del décimo aniversario de la revolución, a dos directivos del Museo de Arte Moderno de Nueva York que lo invitaron a presentar una exposición individual. La muestra, la segunda de la institución, se celebró a finales de 1931 y fue un éxito. Se exhibieron ocho murales móviles, cinco basados en viejas obras y tres inspirados en la experiencia neoyorquina del pintor, quien se sintió aturdido por la riqueza de la ciudad y los efectos de la depresión económica.