Desde hace más de una década, América Latina se ha
convertido en uno de los epicentros de la expansión minera a nivel global. Pese
a la caída reciente de los precios internacionales de los minerales, esta región
continúa recibiendo los mayores flujos de inversión minera a nivel global y
varios de sus países figuran en el top ten de los principales destinos de
inversión: por ejemplo, el año pasado América Latina captó el 27% de la
inversión en exploración minera a nivel mundial.
Por lo tanto, la minería ha crecido en todos estos años,
tanto en los países que tienen una larga experiencia de convivencia con esta
actividad, como en países que recién han comenzado a constatar la presencia de
empresas mineras en sus territorios, intentando desarrollar emprendimientos a
gran escala.