Foto: Gustavo Márquez |
Especial
para La Página
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En la antigüedad existía la costumbre de azotar o matar al
mensajero portador de malas noticias, especialmente cuando se trataba de
derrotas militares. Cada vez que en los últimos 14 años la derecha venezolana
ha sido derrotada por los revolucionarios, ha tenido una conducta similar,
al pretender deslegitimar al Poder
Electoral y al Sistema de Votación Automatizado que nos dimos los
venezolanos con gran esfuerzo y
eficiencia, para garantizar la
participación masiva y el respeto irrestricto a la voluntad soberana del
pueblo, de la cual el CNE solo actúa como su mensajero.
Con la automatización de la votación y de los escrutinios,
mediante la aplicación de sistemas informatizados auditables, supervisados por
los representantes de las fuerzas políticas, se obtuvo el reconocimiento
del mundo entero por su confiabilidad y
transparencia. Ello permitió pasar la página de la cultura aberrante del “acta
mata votos” al darle seguridad y blindar a los
procesos electorales.