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Autorretrato, 1896 ✆ Pablo Picasso |
Higinio Polo
En la larga vida de Picasso, Barcelona ocupa un pequeño
espacio: apenas nueve años, entre 1895, cuando llega con su familia, y 1904,
cuando se va a París para siempre, aunque él no lo supiese entonces. Sin
embargo, aunque no son muchos, esos años de juventud forjan una mirada y son
una educación sentimental que le acompañará a lo largo de toda su existencia.
Esa época, ha sido recogida en una pequeña muestra en el Museo Picasso
barcelonés con el título Paisatges de
Barcelona, que ilustra el libro que publicó Claustre Rafart, con el título Els paisatges de la Barcelona de Picasso,
aunque el pintor no fue, en modo alguno, un paisajista.
Cuando Picasso llega a Barcelona, descubre la ciudad
moderna, en ebullición durante la regencia de María Cristina, poco antes del
asesinato de Cánovas por el anarquista Angiolillo, y con Sagasta dirigiendo
consejos de ministros en una España en decadencia pero a cuyos gobiernos no les
tiembla la mano en la represión de los movimientos obreros y populares, que
pasará por la pérdida de las colonias y el atentado contra Antonio Maura
protagonizado por otro anarquista, Joaquín Miguel Artal, que le clavó un
cuchillo en el pecho al presidente del gobierno ante la entrada principal de la
basílica de la Mercè, justo al lado de la casa donde vivía el joven Picasso con
su familia.