Fidel Castro por José Luis Fariñas |
Como dice Katiuska Blanco en la introducción a Fidel Castro
Ruz: Guerrillero del Tiempo, cuando ella se acercó a él, ni su estatura física
ni su apariencia era lo que más le impresionaba. “Prefiero el viejo reloj, los
viejos espejuelos, las viejas botas, y en política, todo lo nuevo.” Hablaba en
susurro, tanto, que daba la impresión de que todo era confidencial. Y lo era. Katiuska
ha tenido el privilegio de compartir parte de esas confidencias que cualquier
escritor, cualquier periodista hubiera querido poseer, aunque fuera por unas
horas.
¿Será verdad, se pregunta la escritora, que más de una
semana después del triunfo de enero dormía con las botas puestas? Nadie puede
cuestionar lo inverosímil de tantas historias contadas; tantas aventuras,
tantas disquisiciones filosóficas y tantas y tantas escenas de intimidad en la
vida del héroe. Este ha sido el desvelo de la escritora quién nos ha entregado
sendos volúmenes con entrevistas que revelan al guerrillero en su más luminosa
imagen, en su estatura de hombre sencillo, familiar, amable en la voz, y dueño
de un poder coloquial que cambió el estilo del discurso político
latinoamericano.