“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

17/12/15

De Damasco a París — Los acuerdos de Sykes, Picot y Balfour que dibujaron Oriente Próximo y siguen sangrando

Los firmantes del Tratado de Versalles
Fran Vega   /   Los atentados de París del pasado 13 de noviembre han dejado, además de una lamentable lista de fallecidos y heridos y de afirmaciones que se aproximan a la xenofobia que tanto decimos denostar, no pocos interrogantes sobre el origen y las causas de una guerra que se ha metido en nuestras casas y ciudades sin que sepamos los motivos de semejante atrocidad. No hay una sola bala ni un solo instante de lo ocurrido en París que tenga justificación, pero hace mucho que la historia nos enseñó que nada en ella ocurre por casualidad ni mala suerte. Y es hora de revisar el pasado para saber qué ocurre en el presente y qué es probable que suceda en el futuro.
  
Hace exactamente un siglo, en noviembre de 1915, dos individuos se reunieron en secreto con el fin de negociar el reparto del apetecible territorio de Oriente Próximo tras el final de la Gran Guerra, que aún estaba lejano y que depararía todavía innumerables matanzas en las trincheras europeas. Estos dos hombres eran el británico Mark Sykes, teniente coronel y miembro del partido conservador –quien afirmaba que los árabes “detestan a los europeos con bigotudo, estúpido e insensato desprecio”–, y el abogado y diplomático francés François Georges-Picot. Los dos habían recibido de sus respectivos gobiernos la misión de llegar a un acuerdo para cuando se produjera la derrota del imperio otomano, aliado en la contienda con Alemania y Austria-Hungría.

16/12/15

Nietzsche, mon (nouvel) ami

Par ce nouveau séminaire, Alain Badiou permet aux lecteurs de Nietzsche de pénétrer cette pensée sans se soumettre aux options courantes.
Friedrich Nietzsche
✆ Daniel Fincke

Christian Ruby   /   Ceux qui en suivent savent que les séminaires universitaires peuvent être des lieux de débat fructueux, mais qu’ils peuvent aussi servir de terrain de mise à l’épreuve de la pensée du maître qui les dirige, sans donner trop de matière à débat interne. S’ensuivent surtout des publications élargissant le cercle des initiés à cette pensée. Alain Badiou, que l’on ne présente tout de même plus, prévient d’emblée : si les autres séminaires se sont inscrits dans un développement précis de sa pensée, condensée ensuite dans une publication, ce séminaire-ci ne procède pas de la même logique. Il résulte de ce qu’il appelle une « décision pure », laquelle ne s’inscrit pas dans une scansion livresque particulière. Et si Nietzsche peut être traité d’« antiphilosophe » (Wittgenstein, Lacan, Saint Paul le sont aussi aux yeux de Badiou), c’est néanmoins à d’autres titres que certains autres écrivains qui mériteraient ce nom. Ajoutons que Badiou remercie dans la préface véronique Pineau, à laquelle nous devons la retranscription des propos ici publiés. Badiou précise encore qu’il a porté sa réflexion plus exactement sur les textes de la période 1887-1888, susceptibles de permettre d’identifier l’antiphilosophie de Nietzsche. Encore reconnaît-il les avoir abordés sur la base d’un malentendu. Il rangeait Nietzsche du côté des anti-platoniciens déchaînés. Eh bien, ajoute Badiou, « dans ce séminaire, je lui pardonne ses errements localisés ».

Roland Barthes — El Zurdo, la loca, el escritor

Roland Barthes enciende un cigarrillo
Martín Cinzano   |   Hay una fotografía en la que se ve a Roland Barthes encendiendo un cigarrillo con la mano izquierda; el pie de la foto dice: “zurdo”. “¿Qué significa ser zurdo?”, pregunta luego Barthes, y se responde de inmediato: “una exclusión modesta, de pocas consecuencias, tolerada socialmente…”. Ya desde Mitologías (1957) Barthes se preguntaba y reflexionaba, por ejemplo, acerca de materias en apariencia tan nimias como el juguete francés y el bistec con papas fritas (“la papa frita es nostálgica y patriótica como el bistec”, concluía); y si luego se recorren sus libros, esos libros imprevistos que le iban saliendo al paso para alejarlo de los títulos universitarios, se ve que Barthes en realidad preguntó acerca de todo, como los niños. En ese aspecto, su escritura, tan movediza, tan rigurosamente incierta, se sostiene sobre el modelo del intelectual nato: no des nada por sentado, y si algo se da por sentado (o por “naturalizado”), ataca.

14/12/15

Primeros apuntes sobre el Plan Económico esbozado por el gabinete designado por Mauricio Macri

Esteban Mercatante & Lucía Ortega   /   El panorama económico con el que se desarrolla la transición es el de un palpable deterioro que se profundiza hace años, pero que no se compara con ninguna de las catástrofes que se vivieron en tiempos recientes.
No hay en el escenario nada que se parezca a las crisis de deuda como las de 1982 o 2001. El servicio que el kirchnerismo ha hecho con el muy celebrado “desendeudamiento”, ingente transferencia de recursos a los acreedores llevada a cabo desde la renegociación de deuda de 2005, hace que la deuda pública con el sector privado, especialmente la parte emitida en dólares y que debe ser devuelta en dicha moneda, esté en niveles muy bajos. Esta equivale hoy a apenas un 11 % del PIB. Aunque gracias al litigio en Nueva York iniciado por los bonistas que rechazaron el canje de 2005 (y su reapertura en 2010) una parte de esa deuda no se está pagando, lo que algunos medios han popularizado como Griefault, esto no se tradujo en la nueva crisis de deuda con la que azuzaban los agoreros. La inflación, estabilizada en una tasa alta y difícil de bajar de manera rápida [1], tampoco se espiralizó de manera incontrolable, creando episodios como los que conoció la historia del país en los años setenta y ochenta.

La próxima recesión — The next recession

Michael Roberts   /   El verano pasado había una creciente preocupación de que la economía mundial, con la recuperación más débil desde la recesión más profunda de producción e inversión desde 1945, se está desacelerando. De hecho, ahora parece que la horrible posibilidad de otra recesión, que es como los economistas llaman a una contracción de la producción, los ingresos y el gasto, es una posibilidad seria en pocos años o incluso antes.

El FMI establece la probabilidad de recesión en las llamadas ‘economías emergentes’ de América Latina, China, Asia y el resto del mundo en un 50%.  La desaceleración de las economías emergentes ha comenzado por la significativa desaceleración de la poderosa economía china, que ha caído de un crecimiento real del PIB de dos dígitos apenas hace algunos años a menos del 7% actual según las cifras oficiales (muchos “expertos” creen que el crecimiento del PIB real es mucho menor que el oficial). A medida que China frenaba, su demanda inexorable de energía, materias primas y otros bienes de exportación provenientes de otras economías, se redujo. Otras economías emergentes grandes cayeron también en recesión (Brasil, Rusia, Sudáfrica).

13/12/15

Heidegger y la pregunta por la técnica

Martin Heidegger
✆ Bernd Blacha
Patricia Terino   /   El propósito es analizar las principales ideas defendidas por Heidegger en cuanto a la cuestión de la técnica moderna, su modo de actuar en el mundo y la relación que el hombre mantiene con ella, pues dada nuestra dependencia actual de la misma, nuestra manera de ver y entender el mundo y nuestro modo de interactuar en él, es necesario llevar a cabo una reflexión en este ámbito por las implicaciones que ello tiene en nuestra vida y en nuestro propio mundo interior.

He escogido precisamente la figura de Heidegger como hilo conductor y base sobre la que apoyar nuestro análisis y reflexión sobre la técnica porque trata esta cuestión con la originalidad que le caracteriza desde sus primeros escritos, aunando en este caso los conceptos de técnica y metafísica en un nuevo intento por descubrir o desvelar al Ser (aletheia), empeño al que consagró toda su carrera y dedicación filosófica, a pesar de las diferentes etapas por las que atraviesa su pensamiento. Su primera obra, El Ser y el Tiempo, publicada en 1927, apunta hacia este fin, iniciando un nuevo tipo de filosofía, y concretamente una nueva metafísica a través de la cual lleva a cabo una revisión y un posterior abandono de la metodología empleada a lo largo de la historia del pensamiento en la búsqueda del Ser, pues la tradición filosófica, a juicio de Heidegger, ha establecido una identificación entre los términos Ser y ente, con la consiguiente confusión a la que ello nos conduce, por lo que su primera intención será distinguir claramente entre ambos conceptos, lo que él denomina diferencia ontológica, para poder así iniciar una correcta búsqueda del Ser.

‘Ítaca’ en la poesía de Constantino Cavafis

Foto: Constantino Cavafis
“Al leer cualquiera de sus poemas tiene uno la impresión de que lo leído revela a una persona con una perspectiva única del universo [...]. Si la importancia de la poesía de Cavafis reside en la singularidad de su tono de voz, nada tiene el crítico que decir, porque la crítica solo puede hacer comparaciones. Un tono de voz único no puede ser descrito; puede ser solo imitado, es decir, parodiado o citado” W. H. Auden

Publicado en 1911 y aparentemente inspirado en el viaje de regreso a casa de Ulises, «Ítaca» es una invitación al viaje, una metáfora de la vida. Como señala el traductor de esta edición, Vicente Fernández González: “El viaje de “Ítaca” no es el viaje del regreso, no es un viaje de vuelta; es un viaje de ida, el primer viaje, el viaje. [...] La lectura de “Ítaca” invita a la reflexión, a la consideración de que no se trata de cualquier viaje. ¿El viaje a la libertad? ¿A la utopía? ¿La Ítaca del deseo?”.

11/12/15

¿Feminismo en la campaña electoral española?

Las dos hermanas
✆ Simona Mereu
Patricia Terino   /   Son muchos los que en estos tiempos convulsos y especialmente en los últimos días, inmersos en una campaña electoral histórica en nuestro país, hacen gala del feminismo que dicen profesar, o al menos de la defensa de la mujer, de su condición, de los ámbitos en los que se desenvuelve, de sus derechos legítimos que no solo se incumplen reiteradamente, sino que ni tan siquiera son contemplados en muchas ocasiones, con el fin de captar el voto femenino y de intentar sensibilizar a la población con discursos preparados y anclados en la obviedad de los hechos, de las situaciones y de las injusticias perpetuadas y sostenidas por el propio sistema que las creó.

Y aunque los programas electorales de los diferentes partidos incluyen sendos apartados dedicados a la causa feminista, nunca el propio concepto de feminismo y todo lo que él entraña ha sido tan denostado por la superficialidad de la que este adolece en boca de nuestros políticos, quienes al no atender a las raíces históricas, filosóficas y antropológicas del problema, desprenden a lo que se constituyó hace décadas como la segunda ola del movimiento feminista, de su propio origen, de su lucha, de su radicalidad, en el sentido etimológico y más ancestral del término, de su razón de ser, manteniendo dicha cuestión en un permanente desideratum de igualdad efectiva de derechos, oportunidades, trato, relaciones y hasta de la propia dignidad. 

10/12/15

Pasolini, poeta desnudo — El retorno de una voz múltiple

Pier Paolo Pasolini
✆ Autorretrato con bufanda
Carlos Tarsitano   /   “Ni fiesta, ni funeral”. Hace cuarenta años que el gran poeta y cineasta italiano Pier Paolo Pasolini fue asesinado y hoy un acercamiento a su figura y a su vasta obra requiere, al menos, de algunas cautelas para no resultar banal ni quitarle vitalidad a un pensamiento que tolera mal la momificación. Es inevitable, sin embargo, que el aniversario suscite publicaciones periodísticas, libros y películas consagrados a su memoria. Se trata de una contradicción probablemente insoluble, ya que “Pasolini es aún aquella fuerza del pasado que, paradójicamente, seguimos sin poder alcanzar”. Esta es la inteligente definición de Roberto Amaba y Fernando González García, coordinadores de Pier Paolo Pasolini, una desesperada vitalidad, el número doble de la revista-libro Shangrila, publicado en mayo de este año, consagrado íntegramente al creador boloñés, en el que se desecha tanto la celebración oportunista como el pretexto fúnebre.

Los responsables de este excelente trabajo afirman: “No buscábamos panegíricos de ocasión, ni revisionismos ahistóricos”. Pero “que la muerte de Pasolini no sea la razón de ser de esta publicación no quiere decir que deba ser ignorada.

El desafío del cambio climático

Gustavo Márquez Marín   /   La   XXI Conferencia de las Partes del Acuerdo sobre Cambio Climático de la ONU (COP21) ha despertado expectativas positivas moderadas, luego de 23 años de negociaciones infructuosas, porque ha tenido como punto de partida las ofertas voluntarias de reducción de emisiones de  Gases con Efecto Invernadero (GEI) a partir del 2020, por la gran mayoría de los Estados Partes. Es  en ese escenario que el gobierno bolivariano  ha denunciado con razón, que mientras no cambie el sistema continuará el problema –por ser este una consecuencia de la crisis ecológica ocasionada por el modo de producción y consumo capitalista- pero contradictoriamente, se mantiene el enfoque desarrollista en la gestión pública, con un debilitamiento de la función de regulación y control del Estado en materia ambiental, afectando  la capacidad del país para enfrentar las secuelas del calentamiento global

9/12/15

Para una crítica de la violencia

Walter Benjamin ✆ Matthew Richardson
Walter Benjamin   /   La tarea de una crítica de la violencia puede definirse como la exposición de su relación con el derecho y con la justicia. Porque una causa eficiente se convierte en violencia, en el sentido exacto de la palabra, sólo cuando incide sobre relaciones morales. La esfera de tales relaciones es definida por los conceptos de derecho y justicia. Sobre todo en lo que respecta al primero de estos dos conceptos, es evidente que la relación fundamental y más elemental de todo ordenamiento jurídico es la de fin y medio; y que la violencia, para comenzar, sólo puede ser buscada en el reino de los medios y no en el de los fines. Estas comprobaciones nos dan ya, para la crítica de la violencia, algo más, e incluso diverso, que lo que acaso nos parece. Puesto que si la violencia es un medio, podría parecer que el criterio para su crítica esta ya dado, sin más. Esto se plantea en la pregunta acerca de si la violencia, en cada caso específico, constituye un medio para fines justos o injustos. En un sistema de fines justos, las bases para su crítica estarían ya dadas implícitamente. Pero las cosas no son así. Pues lo que este sistema nos daría, si se hallara más allá de toda duda, no es un criterio de la violencia misma como principio, sino un criterio respecto a los casos de su aplicación. Permanecería sin respuesta el problema de si la violencia en general, como principio, es moral, aun cuando sea un medio para fines justos.

3/12/15

Francia: un imperialismo en decadencia

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Los recientes atentados que sacudieron a París, llevaron al presidente socialdemócrata Hollande a encabezar una nueva ofensiva militar contra ISIS bombardeando territorio sirio, mientras que implementa dentro de sus fronteras el Estado de excepción permanente. El gobierno francés oculta que si se convirtieron en el blanco de los ataque del Estado Islámico se debe a las constantes intervenciones militares que Francia viene realizando en Medio Oriente y África; y que se fueron acrecentando desde comienzos de los años 2000.

Gabriela Liszt    |    En números, Francia ocupa actualmente el quinto puesto como potencia imperialista en el mundo -y el segundo como vendedora mundial de armas- y, junto con EE UU y Gran Bretaña es el país con más conflictos y ocupaciones militares en esa región. La historia de Francia demuestra que nunca ha dejado de lado sus ansias imperialistas. La conquista, colonización y el saqueo indiscriminado de los recursos naturales en las colonias que controlaron durante décadas los agentes del imperialismo francés explican por qué -parafraseando a Marx- podríamos decir que la República de la “libertad, igualdad y fraternidad” debería reemplazar su famoso lema por el de “Infantería, Caballería y Artillería”