En los años sesenta Gilbert Simondon señaló cómo las
máquinas industriales eran ya dispositivos informacionales, en cuanto
introducían por primera vez una bifurcación entre la fuente de trabajo
mecánico (la energía natural) y la fuente de información (el trabajador). En
1963, describiendo las nuevas condiciones de trabajo en la fabrica Olivetti de
Ivrea, Romano Alquati acuño la noción de información valorizante como
puente conceptual entre el valor marxiano y la definición cibernética de
información. En 1972, Gilles Deleuze y Felix Guattari inauguraron su
ontología maquínica, a partir del momento en que la cibernética
abandonaba la fábrica para actuar sobre toda la sociedad.
A través de estos aparatos conceptuales (desarrollados hace
casi medio siglo) se introduce la máquina de Turing como el modelo más empírico
entre aquellos disponibles para estudiar los interiores del capitalismo cognitivo
contemporáneo.