Especial para La Página |
El control de cambio surgió en el 2003, luego del golpe de
estado del 11A y el criminal sabotaje petrolero perpetrado por la oposición
golpista, como una medida necesaria para evitar la fuga masiva de capitales y
el colapso de la economía. Habiendo cumplido ese papel durante una década, hoy
muestra señales inequívocas de agotamiento que reclaman su revisión más allá de
lo coyuntural, identificando las debilidades estructurales que han permitido su
perforación por las mafias cambiarias.
El SITME, recientemente sustituido por el SICAD, fue creado
para permitir la adquisición de divisas a través de la negociación de títulos
de la deuda denominados en dólares y pagaderos en bolívares, con el fin de
controlar el mercado permuta y reducir el alcance del mercado paralelo,
buscando estabilizar el tipo de cambio. Al eliminarlo recientemente, el BCV
reconoció que éste ya no cumplía con su cometido.