“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

8/9/13

Jürgen Habermas, Axel Honneth y las bases normativas de la Teoría Crítica

Foto: Jürgen Habermas
Foto: Axel Honneth
José Manuel Romero Cuevas  |  Este artículo pretende poner de manifiesto el modo común a Habermas y Honneth de afrontar la cuestión de las bases normativas de la crítica social y de la teoría crítica de la sociedad.

En estos autores puede explicitarse una conexión entre una estrategia formal, cuasi-transcendental, que aspira a reconstruir los parámetros que actúan como condición de posibilidad universal de la crítica social, y una concepción de la modernidad como proceso histórico que produce la diferenciación y decantación de tales parámetros normativos. Tal concepción acaba confiriendo un carácter normativo a la historia moderna occidental, lo cual posee graves consecuencias para el alcance crítico de sus respectivas teorías sociales.
© Constelaciones 

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7/9/13

Poesía y filosofía | La lectura social de Charles Baudelaire en Walter Benjamin

Boulevard Montmartre ✆ Camille Pissarro
Sergio Valverde  |  Baudelaire como poeta de la destrucción de la vida moderna y de la abstracción social de la economía capitalista es lo que pretende ver este artículo a través de la lectura alegórica que Benjamin hizo del poeta francés hace ya más de 70 años. La recuperación de Baudelaire de la alegoría que había estado olvidada por más de 100 años viene exigida por condiciones objetivas: la abstracción de la vida social y la pérdida de un sentido unifica   
>> Texto completo | PDF: 11 pp.

En recuerdo de Eric Hobsbawm

Eric Hobsbawm ✆ Allan Macdonald
Scarlett O’Phelan Godoy  |  Eric John Ernest Hobsbawm nació el 9 de junio de 1917 en Alejandría (Egipto) en el seno de una familia judía. No obstante se educó entre Viena y Alemania, siendo el alemán su lengua materna. Era un dotado para los idiomas, su inglés era impecable y era muy fluido en francés, italiano y algo menos fluido en español. Leía ávidamente, tanto así que durante su internamiento en el Royal Free Hospital de Londres, donde falleció el 1 de octubre de 2012, pedía insistentemente que le proporcionaran periódicos y revistas para estar al día en las noticias de actualidad e informarse sobre los eventos mundiales. Aunque los periódicos señalaron que la causa de su deceso fue una pulmonía, lo cierto es que la última vez que lo vi confesó, durante una agradable cena en su casa de Hampstead en octubre de 2008, que sufría de leucemia. Las últimas fotos que de él publicaron los periódicos británicos mostraban a un Eric Hobsbawm bastante disminuido físicamente aunque, tengo entendido, conservó su lucidez intelectual hasta el final.

Sus estudios de Historia los cursó en el prestigioso King’s College de la Universidad de Cambridge pero, al momento de dedicarse a la docencia, optó por el Birkbeck College de la Universidad de Londres, que ofrecía horarios de tarde y de

Ejércitos en el poder | Tienden a ser fuerzas muy conservadoras en términos de la economía-mundo

Immanuel Wallerstein  |  Son casi siempre malas noticias que los ejércitos estén en el poder. En Egipto, el ejército ha sido la fuerza que decide desde 1952. La reciente destitución del presidente Mohamed Mursi por el ejército egipcio no fue un golpe de Estado. No se puede cometer un golpe de Estado contra uno mismo. Lo que ocurrió fue, simplemente, que el ejército cambió el modo en que gobernaba Egipto. Por un corto periodo, el ejército había permitido que la Hermandad Musulmana tomara algunas decisiones de Estado limitadas. Cuando comenzaron a sentir que las acciones del gobierno de Mursi podrían conducir a un incremento significativo del poder de la Hermandad Musulmana a expensas del ejército egipcio, el general Abdel Fattah el-Sisi decidió que ya era suficiente y actuó implacablemente para incrementar el poder cotidiano del ejército.

6/9/13

La solución a la crisis siria es política, no militar

Amy Goodman & Denis Moynihan  [Especial para La Página]  “Jamás se ha logrado la paz mediante el uso de la violencia. La guerra engendra guerra, la violencia engendra más violencia”, esas fueron las palabras del Papa Francisco al dirigirse a la multitud de fieles el domingo pasado en la Plaza San Pedro en el Vaticano. Se refería a la crisis en Siria, justo en un momento en que el Presidente Barack Obama está intensificando su plan de realizar un ataque militar en ese país. El Papa continuó:  “Exhorto a la comunidad internacional a que se esfuerce por promover propuestas claras de paz en ese país de inmediato. Una paz que se base en el diálogo y la negociación, por el bien de todo el pueblo sirio”.

La distancia entre la Plaza San Pedro y San Petersburgo, en Rusia, es similar al abismo que existe entre las esperanzas del Papa y los planes del Presidente Obama. Durante su visita a San Petersburgo para asistir a la cumbre del G20, Obama se dedicó a hacer lobby con los principales líderes mundiales para que apoyen el ataque militar contra Siria,

Del Catatumbo a Bogotá

¡Del Catatumbo...
Gustavo Márquez Marín  [Especial para La Página]  Los campesinos del Catatumbo colombiano, hastiados de tantas humillaciones y promesas incumplidas, hace dos meses iniciaron un paro con bloqueo de carreteras, para exigirle al Presidente Santos la restitución de sus tierras, birladas a sangre y fuego por paramilitares y terratenientes. 

... a Bogotá!
Recordemos que en 1998, el Catatumbo fue víctima de los paramilitares comandados por Salvatore Mancuso, respaldados por la policía y el ejército, con un saldo de 11.500 personas asesinadas en 60 masacres y 14.237 desplazados. Ante la erradicación de la coca emprendida por el gobierno, los campesinos exigen la ejecución de un plan de desarrollo rural que les permita sustituir gradualmente ese cultivo por café, cacao, cebolla y otros. Estos dejaron de ser económicamente viables debido a la carencia de infraestructura y vías de acceso adecuadas. Frente a la amenaza del otorgamiento de concesiones mineras para la explotación de carbón a cielo

4/9/13

Sobre la mentira, el mal y la crueldad

Slavoj Žižek  |  Hay un libro por el cual descubrí qué tipo de persona quiero ser: ‘El gran cuaderno’, el primero de la trilogía de Agota Kristof, al que le siguieron La prueba y La tercera mentira. La primera vez que escuché hablar de Agota Kristof pensé que se trataba de un error de pronunciación europea oriental del nombre de Agatha Christie, pero pronto descubrí no sólo que Agota no es Agatha, sino que el horror de Agota es mucho más aterrador que el de Agatha. El gran cuaderno cuenta la historia de gemelos que viven con su abuela en una pequeña ciudad húngara durante los últimos años de la Segunda Guerra Mundial y los primeros tiempos del comunismo. Los gemelos son profundamente inmorales –mienten, extorsionan, matan–, pese a lo cual representan una auténtica ingenuidad ética en su forma más pura. Un día encuentran a un desertor famélico en un bosque y le llevan algunas cosas que éste les pide.

“Cuando volvemos con la comida y la manta, dice: ‘Son muy buenos.’ Le contestamos: ‘No tratábamos de ser buenos. Le hemos traído estas cosas porque las necesitaba con desesperación. Eso es todo.’” Si existió alguna vez una actitud ética cristiana, es esta: no importa lo extraños que sean los pedidos del prójimo, los gemelos tratan con ingenuidad de cumplirlos. Una noche se encuentran durmiendo en

3/9/13

El efecto mariposa | La ilusión humana es que podemos cambiar un hecho sin cambiar el conjunto

  • "El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo" | Proverbio chino
Luis Roca Jusmet  [Especial para La Página]  |  En una noche veraniega, para complacer a mi hijo y sin demasiado interés veo con él la película ‘El efecto mariposa’. La película no me gustó pero he de reconocer que plantea cuestiones interesantes. No me gustó porque es terriblemente efectista. Busca, con poca sutileza, estimular al espectador a través de lo exagerado y lo morboso. Además todo resulta terriblemente confuso por lo anterior y por la superficialidad del guión. Todo ello no quita que la película pueda verse para pasar un rato entretenido sin que la sensibilidad de un buen espectador se vea muy afectada.

Las cuestiones interesantes que plantea para mí la película son dos.

La primera: ¿Podemos cambiar nuestras decisiones? Dicho de otra manera: nuestras decisiones están determinadas o indeterminadas. ¿Hacemos una cosa como podríamos haber hecho otra?  Mi respuesta es que no. hay autodterminación

2/9/13

Vigilancia de las ciencias sociales

Eduardo Zeind Palafox [Especial para La Página]  | Zenón, en célebre paradoja, demostró la imposibilidad del movimiento. Kafka, según Borges, reeditó la paradoja del antiguo pensador cortando páginas y capítulos de sus libros, que no explican lo narrado o lo relatado con la minucia del historiador, del tiempo. Los místicos judíos creían que jamás podríamos leer la página inicial que el Verbo, consustancial (‘homoousios’) y apellidado por todas las cosas, había escrito. En las Escrituras leemos que en los inicios de los humanos tiempos todo era caos y que neblinas formaban la estructura del mundo. Santo Tomás quiso demostrar que la creación del mundo a partir de nada era quimérica ensoñación.

Podríamos multiplicar los ejemplos y los nombres de los pensadores que han procurado arrostrar el problema de los orígenes de la sociedad, pero preferible es, como querría Gastón Bachelard, pensar en lo que hay y no sólo en posibilidades convincentes. Poco importan los fatuos orígenes de una sociedad, pero mucho importa su historia. La sociología, que

31/8/13

La cultura en la era del consumo

Zygmunt Bauman ✆ Hugo Braz
Zygmunt Bauman  |  Sobre la base de estudios realizados en Gran Bretaña, Chile, Hungría, Israel y Holanda, un equipo de trece miembros dirigido por el respetado sociólogo de Oxford John Goldthorpe llegó a la conclusión de que ya no es posible diferenciar fácilmente a la elite cultural de otros niveles más bajos en la correspondiente jerarquía mediante los signos que otrora eran eficaces: la asistencia regular a la ópera y a conciertos, el entusiasmo por todo lo que en algún momento se considere "arte elevado" y el hábito de contemplar con desprecio "lo común, desde las canciones pop hasta la televisión comercial". Ello no equivale a decir que ya no existan personas consideradas -en gran medida por ellas mismas- integrantes de una elite cultural: verdaderos amantes del arte, gente que sabe mejor que sus pares no tan cultivados de qué se trata la cultura, en qué consiste y qué se juzga comme il faut o comme il ne faut pas -apropiado o inapropiado- para un hombre o una mujer de cultura. Excepto que, a diferencia de aquellas elites culturales de la modernidad, ya no son "connoisseurs" en el sentido estricto de menospreciar el gusto del hombre común o el mal gusto de los

28/8/13

Aristóteles y la naturaleza del cambio

José A. Gómez Di Vincenzo  [Especial para La Página]  ¿Por qué cuando contemplamos la naturaleza vemos que todo cambia, que nada permanece inmutable? ¿Por qué las cosas pasan de ser de tal modo a otro permanentemente? ¿Por qué con el tiempo todo fluye y nada permanece? El problema del cambio se había consolidado como todo una cuestión a resolver desde el punto de vista filosófico para los pensadores griegos ya desde la época de los presocráticos. Platón resolvió el asunto considerando que el cambio era propio de las copias materiales imperfectas del mundo inmutable de las ideas. Su discípulo de Estagira, Aristóteles, consideró la explicación del maestro un tanto problemática. En efecto, entendió que la filosofía del ateniense complicaba innecesariamente las cosas al replicarlas en dos mundos, el sensible y el inteligible.

Para el estagirita, un pensador comprometido con la resolución de los problemas ligados a realidad concreta, resolver el problema del cambio era más que una tarea

No a la guerra en Siria. No a todas las guerras que vendrán

El ángel caído ✆ Josep Renau
Jon E. Illescas Martínez (Jon Juanma) [Especial para La Página]  Recuerdo que hace diez años estábamos movilizándonos contra la guerra de Irak. Uno de aquellos días, durante una clase en la facultad, un profesor infame pero lamentablemente muy inteligente, del Partido Popular, nos dijo algo que nunca olvidaría. Afirmó que con este sistema capitalista las guerras eran inevitables. En su juventud había luchado contra la dictadura de Franco desde posiciones marxistas y por eso tenía un conocimiento de la realidad mayor que sus colegas de partido. A lo largo de su vida realizó una travesía hacia el oportunismo y el cretinismo que lo llevó a militar primero en el PCE, luego en el PSOE y posteriormente, sin aterrizajes de emergencia, en el PP. Pero biografías que harían las delicias de Hades aparte, el caso es que tenía razón: dentro del capitalismo es imposible que no haya guerras, como es imposible que no haya malnutrición, desigualdades sociales o crisis cíclicas.

Es obligación de toda persona sensible estar en contra de la guerra contra el pueblo