Especial para La Página |
En Francia, la instrumentalización de la
cuestión migratoria ha sido históricamente el hecho de la extrema derecha.
Ahora, la derecha tradicional ha roto la barrera republicana y no vacila en
retomar esta temática y estigmatizar a los inmigrantes. Frente a este discurso,
de convicción o de circunstancia, destinado a designar un chivo expiatorio de
la crisis económica y social que asola Europa, resulta interesante confrontar
la retórica con la realidad de las cifras.
En Francia, en plena campaña electoral para las
legislativas de los días 10 y 17 de junio de 2012, la derecha y la extrema
derecha han enfocado su discurso en el tema de la inmigración y el miedo al
extranjero. Marine le Pen, presidenta del Frente Nacional (FN - extrema
derecha) y la Unión por un Movimiento Popular (UMP - derecha) se muestran
unánimes al respecto: el principal problema de Francia sería el inmigrante,
responsable de las dificultades económicas y sociales del país, o sea del
déficit público y el desempleo.