Foto: Margarete Mitscherlich-Nielsen |
El 12 de junio de 2012 murió, pronta a cumplir 95 años,
Margarete Mitscherlich-Nielsen, la gran dama del psicoanálisis alemán.
Puede que alguien opine que el término alemán está de más ya que el psicoanálisis carece de nacionalidad.
Y si hubiera que adjudicarle procedencia habría que hablar, como llego a ser
usual, de una “ciencia judía”. Pero
no; ese no es el tema. Digo “alemán” en otro sentido.
Digo alemán porque la psicología de Margarete, junto con la
de quien fuera su esposo, el psicoanalista Alexander Mitscherlich, tuvo como
punto de referencia la realidad alemana de post-guerra. El clásico libro que
escribieron juntos, Die Unfähigkeit zu trauern traducido al español como La
incapacidad de sentir duelo, marcó -no sólo en la historia del psicoanálisis-
un hito. Para todos quienes quieran analizar las razones que llevaron a casi
todo un pueblo a entregarse en los brazos de un caudillo endemoniado es,
todavía, el libro de los Mitscherlich, imprescindible lectura.
La incapacidad de sentir culpa se convirtió en muchos
ex-adictos del nazismo en la negación de la propia biografía. Quien ha leído
por ejemplo “Opiniones de un payaso”
puede que entienda mejor lo que estoy diciendo. La familia exitosa que
construye su vida sobre la ruina de un pasado nazi relegado al olvido, no fue
una simple invención de la gran novela de Heinrich Böll.