Leonardo Sciascia ✆ Paolo Galetto |
- Sciascia, lector voraz, contiene lo gris de Kafka, las paradojas de Borges y la combativa alegría de vivir de don Quijote. Y escribe con afilada navaja. La misma, imagino, con la que le cortaban el pelo en la barbería de su pueblo o en un salón milanés.
- “Tiene razón Moravia: en Italia, la familia lo explica todo, lo justifica todo, lo es todo” / Leonardo Sciascia, El caso Moro (1978)
Racalmuto, Agrigento, Sicilia. A lo lejos, hacia la costa,
pasada la capital de la provincia y los templos de la Concordia y Juno Lacina,
en Porto Empedocle, a menos de cuarenta kilómetros, aparece el mar color de
vino adornado por árboles frutales, limoneros con olores antiguos. Hacia el
interior, caluroso en verano, se encuentra Caltanissetta, Nissa en
siciliano, donde el joven Leonardo Sciascia (1921-1989), escritor considerado
“conciencia crítica de Italia”, estudió magisterio mientras leía a Cervantes. O
al revés, poco importa.