- “Los hermanos eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. Todo el mundo estaba impresionado por los muchos prodigios y signos que los apóstoles hacían en Jerusalén. Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común; vendían posesiones y bienes, y lo repartían entre todos, según la necesidad de cada uno. A diario acudían al templo todos unidos, celebraban la fracción del pan en las casas y comían juntos, alabando a Dios con alegría y de todo corazón; eran bien vistos de todo el pueblo, y día tras día el Señor iba agregando al grupo los que se iban salvando” | Hechos de los Apóstoles
Carlos
Bucio Borja | Pensaba escribir en esta oportunidad un artículo sobre el
concepto de «multiverso». Pero ante la opinión crítica —la cual respeto
pero no comparto— del señor Bert Pacas en su reciente espacio en este medio,
«Los socialistas del siglo 21 protegen a los oligarcas», decidí cambiar mi
propósito y unirme a la polémica.
A través de la historia han existido diferentes nociones de
socialismo. En el siglo XIX, el alemán Federico Engels en su libro, Del
Socialismo Utópico al Socialismo Científico, acuñó el término socialismo
científico al referirse a las ideas impulsadas por su gran compañero
intelectual y revolucionario, Carlos Marx. Con este término, Engels se
refería a la concepción del socialismo que tanto él como Marx impulsaban, y que
se anteponía a otras variantes idealistas —o «voluntaristas»— del
socialismo. Así, ellos concebían la construcción del socialismo como un
estadio político-económico superior de la sociedad en base a un