Ho Chi Minh ✆ David Levine |
La razón que tuve al ingresar al Partido Socialista francés
fue que estos “señores y señoras” -como llamaba a mis camaradas en esta época-
mostraron simpatía hacia mí, hacia la lucha de los pueblos oprimidos. Pero no
entendía lo que era un partido o un sindicato, ni lo que era el socialismo o el
comunismo. Había en aquel entonces acaloradas discusiones entre las
diferentes secciones del Partido Socialista sobre la decisión de seguir en la
Segunda Internacional, fundar la Segunda y media Internacional o adherirse a la
Tercera Internacional de Lenin. Asistía con regularidad a las asambleas, dos o
tres veces a la semana, y escuchaba atentamente las discusiones. Al principio
no entendía bien. ¿Por qué las discusiones tan acaloradas? Si con la Segunda,
la Segunda y media o la Tercera Internacional, se podía emprender la
revolución, ¿para qué discutir?