Juan Carlos Meana
El trabajo del escultor Alberto Giacometti
(1901-1966) es conocido por sus figuras filiformes en un deambular
solitario por el espacio, también por la sensualidad y ligereza de sus
esculturas del periodo surrealista o por la obsesión en trabajar los
rostros queriendo encontrar ese ser universal que contenga toda suerte
de fisionomías, desarrollado más intensamente en su último periodo. La
exposición que podemos visitar en Londres sobre su trabajo nos invita a
contemplar una importante cantidad de obras, más de doscientas, entre
las cuales debemos inmiscuirnos escuchando y participando del susurro
que nos transmiten.
Alberto Giacometti nace en Bregaglia, en el cantón italiano de Suiza.
Era el hijo mayor de Giovanni Giacometti, un pintor postimpresionista, y
Annetta Giacometti-Stampa. Creció en el medio rural pero familiarizado
con la creación artística a través de las pinturas del padre, libros y
periódicos de arte. Este será el ambiente en el que comienza sus
primeros contactos con la práctica del dibujo. Se traslada a París en
1922 donde tiene su primer acercamiento a los artistas cubistas y el
surrealismo. Aunque estará interesado en la experiencia de ambos
movimientos, su actividad artística se centrará en observar directamente
el modelo, con el que trabajará, de manera intensa, a partir de su
regreso a París desde Ginebra, una vez finalizada la Segunda Guerra
Mundial, en 1945.
Desde mediados de 2012 Venezuela comenzó a ser víctima de una guerra económica integral y creciente, cuyo fin es derrocar al gobierno bolivariano, lograr el control de ese estratégico país y destruir el modelo alternativo al capitalismo que implementa la Revolución Bolivariana. Se trata de una guerra no convencional, que ha logrado en los últimos cuatro años dislocar la economía y generar poderosos impactos humanos. Estos afectan a casi todas las familias en niveles muy severos, sin precedentes en Venezuela y pocas veces acaecidos en el mundo.
Guerra sin balas, es también inhumana y perversa. Desaparece medicamentos e insumos médicos; saca de los anaqueles alimentos básicosy productos de higiene esenciales, desviándolos al mercado ilegal; genera inmensas y continuas colas; provoca hiperinflación y degrada a extremos irritantes la capacidad adquisitiva del bolívar y por ende de los salarios y otros ingresos del pueblo humilde.
Antecedente: Golpe petrolero de 2002Durante el paro empresarial y el sabotaje petrolero de fines de 2002 y principios de 2003, el gobierno de Estados Unidos intentó derrocar a Chávez por la fuerza, luego de fracasar del mismo modo ocho meses antes. Orquestó el nuevo plan golpista basándose enuna parálisis de la economía, respaldada por las transnacionales,los grandes empresarios venezolanos, y buena parte de la gerencia de la empresa petrolera estatal. Y otra vez participaron a tiempo completocasi todos los medios de comunicación privados,los partidos y entes civiles contrarrevolucionarios, y los militaresgolpistas –ahora fuera de la institución–derrotados en abril de 2002.