“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

21/11/15

Chávez y Nietzsche: izquierda radical y despedida nihilista

Friedrich Nietzsche ✆ Amarildo
Francisco Cedeño Lugo   |   I. El desencanto adviene, aliñado con despedidas nihilista: la apelación a un Chávez nietzscheano tiene el talante de una reconversión a punta de supuestos, para nada probables. Después de todo, no hay discurso político del desencanto que no sea a la vez un pensamiento de la destrucción: "Para poder levantar un santuario, hay que destruir un santuario; esta es la ley. Muéstreseme un solo caso en que no se haya cumplido." Nietzsche.

¿Entonces, hay que preguntarse por el alcance de la destrucción que propone la idea de un Chávez modelado por el nihilismo? Si de Nietzsche se trata, demoler un santuario significa la destrucción de los valores, de la civilización occidental, pautada por este principio central de su anti-filosofía,"…el hombre prefiere querer la nada antes que nada querer…". En ese sentido preciso ¿Qué significa la crítica nietzscheana de la revolución? Denota cierta idea de revolución verdadera. Esto es: que la civilización occidental no significa la revolución, la revolución nunca fue, no aconteció ni acontece.

18/11/15

París, la Guerra Imperial y el ‘Folleto Junius’ de Rosa Luxemburgo

Marcos González Sedano & Andrés Piqueras   |   Aún no había dejado de oler a pólvora el aire de la UE y las aguas del Mediterráneo a causa de las últimas maniobras de la OTAN, las mayores llevadas a cabo después de la Segunda Guerra Mundial, cuando París vivía una noche de terror y muerte. Los atentados de París, Ankara, Beirut…tienen el mismo perfil: la guerra discrecional, psicológica, indefinida, dentro de un conflicto global entre grandes poderes, grandes corporaciones financiero-económicas, que arrastran detrás también a diferentes facciones de los Estados más poderosos del planeta, en una cruenta batalla que tiene un frente externo global y otro interno, en una recomposición del poder de las élites y acopio de posiciones de fuerza de cara al nuevo capitalismo salvaje que viene o incluso del post-capitalismo (que ellas quieren también salvaje) ya en curso. Ellas se dan tortas en nuestros cuerpos destrozados, a través de las matanzas de miles y miles de seres humanos en todo el mundo.

La filosofía latinoamericana frente al neoliberalismo

Quito en rojo ✆ Oswaldo Guayasamín
Alex Ibarra Peña    |   1. Si es que aceptamos que el neoliberalismo es un cáncer ramificado, pero que aun no nos mata a pesar de su alto poder de letalidad, sin entrar de manera tan segura en sus causas podemos establecer una suerte de diagnóstico acerca de su incubación, si uso esta imagen espero que sea entendida sólo como una estrategia retórica alarmista. Para salir de esta metáfora un poco tétrica, pero sin renunciar a la idea de incubación, usaré la sugerencia del sociólogo y politólogo chileno Marcos Roitman que distingue entre la incubación y el echar raíces, repito la metáfora de Roitman: “Ocurre que el capitalismo incubado bajo el régimen militar ha echado raíces en la sociedad chilena y, en particular, en los círculos empresariales” (Roitman, 2011. 28). Identifico aquí neoliberalismo con democracia capitalista. La incubación del neoliberalismo que permanecerá en la democracia capitalista, surge con la crisis del modelo keynesiano que sustentaba al Estado de bienestar. La ideología neoliberal aprovechará dicha crisis para generar la sensación de la necesidad de un nuevo modelo, pero que a la vez incluye una postura ideológica fundamentalista basada en un neoconservadurismo y una profunda convicción antimarxista.

17/11/15

La inconclusa guerra franco-argelina arroja una luz sobre las causas de la masacre de París

Robert Fisk   |   No sólo uno de los atacantes se esfumó después de la matanza en París. Tres naciones cuya historia, acción –e inacción– ayudan a entender la carnicería cometida por el Isis han escapado en gran medida a la atención entre la casi histérica respuesta a los crímenes de lesa humanidad en la capital francesa: Argelia, Arabia Saudita y Siria.

La identidad franco-argelina de uno de los atacantes demuestra de qué modo la salvaje guerra francesa de 1956-62 en Argelia continúa infectando las atrocidades de hoy. La absoluta negativa a contemplar el papel de Arabia Saudita como proveedora de la forma más extrema del islam, la wahabita sunita, en la que cree el Isis, muestra de qué manera nuestros líderes aún rehúsan reconocer los vínculos entre el reino y la organización que atacó a París. Y nuestra falta total de voluntad de aceptar que la única fuerza militar regular en combate constante con el Isis es el ejército sirio –que lucha por el régimen que Francia desea destruir– nos impide aliarnos con los inmisericordes soldados que están en acción contra el Isis con mayor ferocidad aún que los kurdos.

16/11/15

La masacre del 13 de noviembre en París

Esto es terrorismo... porque es en Francia
Ariel Mayo   |   La masacre perpetrada en París el pasado viernes 13 de noviembre es sólo el episodio más reciente de una serie interminable de atrocidades cometidas contra la población civil. Como es sabido, la sensibilidad de los medios de comunicación frente a las masacres es diferencial. Una cosa es la población perteneciente a alguna de las potencias capitalistas, y otra la población de alguno de los países de la periferia. La diferencia se potencia si la ciudad atacada es París. No es casual que los hechos del 13N hayan desatado una oleada insoportable de hipocresía. Por esto, el análisis de la masacre requiere dejar de lado el cúmulo de disparates, prejuicios y operaciones de prensa promovidas por los medios que sirven a los Estados y a las clases dominantes.

Arde París — François Hollande condena el terrorismo, pero le vende las armas

Francisco Álvez Francese   |   Después de que intentaran asesinarlo el 20 de julio de 1944, Adolf Hitler nombró a Dietrich von Choltitz comandante de las tropas alemanas en París. Choltitz llegó a la capital francesa en agosto con la orden de arrasar los monumentos y los museos, destruir los puentes sobre el Sena, ir casa por casa: dinamitar la ciudad. A mediados de ese mes, se dice, le llegó una llamada. El Fürher, dicen, y puedo imaginarlo con su voz obscena, gritó al tubo: “Brennt Paris?” (¿Arde París?). París no ardía. Se dice que el comandante fue convencido de salvar la ciudad por el cónsul sueco Raoul Nordling, que amaba, más que los edificios y las calles, lo que París representa. Aun bajo el imaginario fuego nazi, o bajo el fuego bastante más real de la jihad (y no estoy, bajo ningún concepto, equiparando el nazismo con Estado Islámico), París no puede arder. A la pregunta de Hitler, imaginada o verdadera, sólo se le puede responder negativamente, porque sobre la ciudad real, la hecha de concreto y plástico, acero y vidrio, piedra y argamasa, levantada y destruida por miles de obreros franceses o inmigrantes, siervos y esclavos a través de cientos de años, hay otra de palabras, de pinturas, de películas, de fotografías y música que levantaron Balzac, Céline, Caillebotte, Baudelaire, Cartier-Bresson, Modiano, Godard (por citar algunos nombres, no más).

15/11/15

Las víctimas europeas de la OTAN

Miguel Manzanera Salavert   /   El viernes 13 de noviembre un comando de combatientes islámicos atacó a la población civil de París, produciendo cerca de 140 muertos y cientos de heridos.  Imagino que los fabricantes de armamento y los partidarios de la guerra tendrán motivos para celebrarlo.  Estos atentados confirman que el conflicto bélico está sólidamente instalado en la humanidad del siglo XXI; tal parece que ante la falta de perspectivas económicas claras, la industria bélica puede ser la solución: la venta de armas va viento en popa en medio de la crisis económica y se presenta como la salvación del capitalismo liberal. No estoy exagerando. Desde que estalló la crisis financiera de 2008 el belicismo de las potencias occidentales no ha dejado de crecer. La OTAN ha atacado Libia y Siria; ocupa varios países en Oriente Medio, Líbano, Irak y Afganistán. El ejército estadounidense ha incrementado hasta alrededor de 800 bases militares para el control de la geografía mundial; Francia ha intervenido repetidamente en África (Costa de Marfil, Mali, Chad, Congo, República Centroafricana,…).  Etc.

Cien años de la teoría de la relatividad de Albert Einstein

Albert Einstein ✆ Isabelle Dillard
Sergio Torres Arzayús   |   Uno de los brotes de creatividad científica más intensos que se ha registrado en la historia de la ciencia ocurrió hace 100 años. En noviembre de 1915, Albert Einstein, un joven alemán, de 36 años, formuló una teoría que cambió la manera como el Homo sapiens sapiens concibe el universo: la teoría de la relatividad general. Se trata de una teoría abstracta que, a pesar de su fama de ser remota de lo cotidiano, ha generado aplicaciones prácticas, como la tecnología de GPS (sistema de posicionamiento global) con la cual se estiman mejoras en la eficiencia del tráfico aéreo que representarán ahorros de miles de millones de dólares. A Einstein le frustraba cuando los periodistas le pedían que resumiera su teoría en un minuto. ¿Cómo podía diluir su trabajo de 10 años en unos pocos minutos? Un científico arrogante le diría al periodista que no le hiciera perder tiempo. Pero así no era Einstein, todo lo contrario, él era accesible y para nada pretencioso. En uno de esos encuentros con la prensa, Einstein respondió a la pregunta qué es la relatividad con una escueta frase: “Es una teoría del espacio y del tiempo que conduce a una teoría de la gravedad”. En todo momento tenemos contacto con el espacio y con el tiempo: el espacio que ocupamos y en el que nos movemos, el tiempo que transcurre entre los eventos que suceden en la jornada.

La teoría de la relatividad, un siglo después de su descubrimiento

Einstein a Chaplin: Lo que más admiro en vuestro arte es su universalidad. No dices ni una palabra y, sin embargo, todo el mundo te entiende.
Chaplin a Einstein: Es cierto. Pero tu gloria es mayor aún: el mundo entero te admira, mientras que nadie te entiende. 

Hubert Krivine   |   La relatividad especial tiene ahora 110 años y la de la relatividad general, un siglo; también este diálogo atribuido a Einstein y Chaplin ha envejecido un poco: hoy la teoría de la relatividad (especial) se enseña a todos los estudiantes de ciencia, lo que llega a abarcar a algunos miles de millones de personas en el mundo.

A semejanza de la mecánica cuántica, la relatividad ha sido concebida con el objetivo de explicar algunas paradojas teóricas o experimentales a las que estaba confrontada la ciencia “clásica”. No para fabricar laser o bombas. Resulta llamativo observar que la respuesta a estas preocupaciones, que no implicaban más que a una pequeña franja de físicos, en menos de cincuenta años, iba a afectar a toda la humanidad. Miles de millones de personas se sirven –es verdad que sin ser conscientes de ello- de la teoría de la relatividad general: los utilizadores de GPS en su teléfono móvil.

14/11/15

Las coordenadas de la crisis que viene

Michel Husson   |   Mientras que la zona euro esboza una fase de recuperación muy moderada, los pronósticos alarmistas respecto a la trayectoria general de la economía mundial se multiplican: por ejemplo, Le Monde del 20 de octubre titulaba "El crecimiento chino se ralentiza, la economía mundial sufre". Christine Lagarde /1 enumera las "razones para estar inquietos en torno a la situación económica" y Jacques Attali /2 anuncia que "el mundo se acerca a una gran catástrofe económica".

Français
Comencemos trazando un breve panorama de la coyuntura: el crecimiento mundial se ralentiza, principalmente en los países emergentes, salvo en India. Esta tendencia se retroalimenta con la caída de los precios de las materias primas y se transmite a los países avanzados. El comercio internacional también se ralentiza, al mismo ritmo que el PIB mundial, como si la globalización productiva hubiera tocado techo. La zona euro registra una recuperación muy tímida y desigual. Estados Unidos y el Reino unido, siguen aprovechándose de las circunstancias (se benefician un poco) pero el crecimiento tiende a ralentizarse en un caso y en el otro resulta artificial.

En el campo de la "esfera financiera", el quantitative easing (flexibilidad monetaria) alimenta la burbuja de activos en lugar de alimentar la inversión productiva, que se estanca. Y la única perspectiva -hasta ahora retrasada- de un repunte del tipo de interés del FED(Banco Central de EE UU) pesa como una espada de Damocles hasta el punto de desestabilizar las monedas y los mercados financieros de numerosos países.

Una nueva lección de Louis Althusser — Notas sobre ‘Iniciación a la Filosofía para los no-filósofos’

Louis Althusser ✆ Anahí Rivera
Gastón Gutiérrez   |   Althusser, quien suele ser considerado el último filósofo marxista (ya que luego de él, y también un poco gracias a él, filósofos como Jacques Rancière, Alain Badiou, Antonio Negri, Ernesto Laclau o Slavoj Zîzêk tomaron un camino para salir del marxismo), vivió su largo camino teórico y filosófico interrogándose sobre la “filosofía marxista”. ¿En qué consistía la filosofía de Marx; cuál era la filosofía que el marxismo implícitamente contenía; o cuál era la filosofía más compatible con el marxismo? La publicación de Iniciación a la Filosofía para los no-filósofos, un texto inédito, nos presenta un nuevo material que ayuda a comprender el camino por el cual Althusser buscó responderse estas preguntas. Entre otras cosas, y esto es lo que me interesa a mí, permite entender la forma en que Althusser busca resolver su propio fracaso en el intento inicial de separar a Marx de todo “uso” del legado de Hegel, cediendo al clima estructuralista y reduciendo al marxismo a una epistemología de la ciencia bachelardiana. Como critica Bensaïd:

13/11/15

Veinticinco años de la anexión de la República Democrática Alemana (RDA)

— Cómo aquel fascinante suceso determinó nuestras vidas y no para mejor 
Foto: Puerta de Branderburgo

Francisco Sánchez Del Pino & Manuel Montejo López   |   El pasado 3 de octubre, coincidiendo con el 25 aniversario de la llamada “reunificación alemana”, el diario El País presentaba una serie de artículos orientada a la alabanza mitificadora que ha caracterizado el relato de dicho fenómeno histórico por parte de los vencedores, incluyendo en el despliegue propagandístico un artículo de opinión que directamente justificaba el actual papel hegemónico que Alemania juega en la Unión Europea, en las raíces de cuya configuración se sitúa la bendita “reunificación”.

¿Qué relación puede haber? ¿Resulta descabellado establecer una relación entre aquel suceso y la actual situación europea? En absoluto. Sin la “anexión” de 1990 no hay posibilidad de comprender la UE actual. Conociendo aquella se alumbran muchos de los elementos que caracterizan la actual etapa (desde la integración europea hasta el saqueo definitivo de Grecia comprometido en el último memorándum). La lógica que conecta una cosa y la otra es completamente válida. Sólo hay que darle la vuelta a unas premisas cargadas de ideología de la peor especie para llegar a una conclusión radicalmente opuesta a la leyenda que el mencionado diario contribuyó a reproducir hace pocos días.