Especial para La Página |
El gran poeta Francesco Petrarca, en el siglo XIV, se dolía
de las divisiones de su querida patria y de las incursiones que allí hacían
otras potencias europeas. La situación la resumía muy gráficamente con los
siguientes versos:
¡Ay sierva Italia, morada de dolor, nave sin timón en gran tempestad, no señora de ciudades sino burdel!
Desgraciadamente las palabras de este poeta y humanista
podrían aplicarse a la España actual. Un gran buque en medio de una intensa
tempestad en la que