“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

25/10/16

La derrota del Sí: ¿A dónde va Colombia?

Ricardo Sánchez Ángel

Conviene reconocer, con realismo, que la opción del SÍ fue derrotada y, con ello, un esfuerzo colectivo de millones de compatriotas. Hay perplejidad y sensación de impotencia, porque el SÍ representó una ilusión: la de poner fin a la guerra entre las FARC y el establecimiento y avanzar con el ELN en el mismo propósito. El puente hacia la paz fue dinamitado y de nada sirve negarlo. Pero, para responder a dónde vamos, hay que saber qué ocurrió. En ese sentido, el triunfo del NO, a lo que se suma la abstención del 66%, abrió una crisis política, escenario en el que los detractores de los acuerdos de La Habana han arreciado sus propósitos obstruccionistas. Se están recomponiendo sus distintos sectores, siendo el uribato mayoritario. Pero están los pastranistas y los seguidores de Martha Lucía Ramírez, así como un grupo significativo de iglesias cristianas y la feligresía de una jerarquía católica hipócrita que proclamó su neutralidad, mientras que en la práctica su mano larga intervenía en contra del SÍ –con notables excepciones, como las de los obispos de Cali y Tunja–. La jerarquía católica, encabezada por el Cardenal Rubén Salazar, traicionó el querer y la orientación del Papa Francisco. Una autocrítica del presidente de la Conferencia Episcopal puede leerse en El Tiempo del pasado 16 de octubre 1.

15/10/16

La teoría de la dependencia y el sistema-mundo

Claudio Katz

La teoría del sistema mundial ha influido en numerosas áreas de las ciencias sociales contemporáneas. Fue elaborada por Immanuel Wallerstein a partir de un gran estudio de la historia contemporánea y una detallada crítica del capitalismo global. Su enfoque presenta numerosas sintonías con la teoría marxista de la dependencia. Recogió ideas de esa concepción e incidió en los debates del dependentismo. Varios autores han explorado las relaciones entre ambas visiones: ¿En qué terrenos convergen, divergen y se complementan?
Ciclos y hegemonías
Wallerstein estima que el capitalismo surgió en Europa hace 500 años con una fisonomía directa de economía-mundo. Emergió del agotamiento de un régimen previo de imperio-mundo que había sucedido a los mini-sistemas de subsistencia.

14/10/16

Pueblo y clase en la teoría de Ernesto Laclau

Ernesto Laclau & Chantal Mouffe
✆ H. Iván
Nicolás Fava

El reciente desarrollo teórico político de perspectiva crítica propone profundizaciones, reformulaciones y hasta superaciones de los clásicos conceptos marxistas. No pocos de estos proyectos se abocan al plano político, intentando alumbrar otros caminos en un mundo de fuerte persistencia neo-liberal. Dentro de las teorías que afirman la emergencia de nuevas subjetividades sirviendo a diversos movimientos sociales en distintos escenarios mundiales, la obra de Ernesto Laclau ocupa un lugar destacable, por su amplia recepción y difusión, pero también porque, a diferencia de otros ejemplos, sus proposiciones no han sido suficientemente rebatidas, y la polémica sobre su trabajo continúa.

La actualidad, y sobre todo la coyuntura Latinoamericana y Europea, nos obliga a revisar su pensamiento aún sin pretender abarcar más que una pequeña parcela del controvertido terreno que ocupa, ya que urge una aproximación dialógica entre marcos conceptuales en un momento de avanzada imperialista en el que se hace crucial repensar las categorías que usamos para entender y transformar el mundo, con la ambición de alimentar un debate estratégico hacia la articulación de un nuevo proyecto político que ofrecer a las grandes mayorías. Con la rigurosidad adecuada y la inteligencia política necesaria puede que el cotejo de conceptos a la luz de la realidad esquive la forma del reproche político para constituirse en un capital común.

13/10/16

Viaje por Galípoli — La batalla sobre el tiempo

Javier González-Cotta

Siempre se acude a un inicio. Como una frase que necesita de sujeto, verbo y predicado, así en todo inicio suele haber una fecha, cierto lugar, una escena. La historia, cuando el tiempo lo consume todo o casi todo bajo un epitafio de mito y tragedia, suele acudir a un comienzo. Una fecha concreta, un lugar y no otro, la escena de marras. A partir de ahí sucede el resto, lo que de forma común se conoce como el curso de los acontecimientos. En tal sentido la historia puede leerse de otra forma, como una novela de avatares.

Londres, 13 de enero de 1915. El War Council analiza el envío de una apabullante flota con rumbo al antiguo Helesponto, el estrecho de los Dardanelos. El enclave se sitúa en una península turca llamada Galípoli (Çanakkale, para los turcos). Por la costa sur, con vistas al Asia Menor, el espigón de Galípoli se asoma a las contritas ruinas de Troya. El 28 de enero, en el número 10 de Downing Street, el primer ministro Asquith da su apoyo personal a la operación. Acto seguido, al atardecer del mismo día, el War Council aprueba el inicio de la epopeya. El primer lord del Almirantazgo, Winston Churchill (joven audaz y con veleidades de literato: Savrola es una incipiente novela de juventud), no oculta su contento. Pero conviene cuidar la flema, tan británica por otra parte.

12/10/16

China y la nueva diplomacia financiera

Sergio Martín-Carrillo & Francisco Navarro

En el año 1994, Giovanni Arrighi [1] relataba que el ciclo sistémico de acumulación capitalista iniciado en las últimas décadas del siglo XIX y al que él denominó como “el largo siglo XX”, comenzaba a dar muestras evidentes de estar llegando a su fin. La revolución neoliberal que surge como respuesta del capital a la crisis en los años 70 del modelo de acumulación predominante desde la Segunda Guerra Mundial, condujo a una expansión global del capital y una nueva división internacional del trabajo y la producción. Con esto, el capital concentrará cada vez más recursos en el ámbito financiero en busca de una mayor y más rápida rentabilidad, lo que contribuirá a una expansión financiera global que dominará buena parte de la economía mundial capitalista. Este proceso de financiarización se ha de entender como resultado de las contradicciones intrínsecas del sistema capitalista sucedidas en el ámbito real durante este periodo y nos ayuda a comprender la crisis actual como una crisis del modelo de acumulación neoliberal y una puesta inicial en cuestionamiento de la hegemonía estadounidense.

10/10/16

La sociedad ‘smartphone’

Nicole M. Aschoff

El automóvil fue en muchos aspectos la mercancía emblemática del siglo XX. Su importancia deriva no del ingenio tecnológico o de la sofisticación de la cadena de montaje sino de la capacidad de reflejar y moldear la sociedad. Nuestras formas de producir, consumir, utilizar y normalizar los automóviles eran una ventana sobre el capitalismo de aquella centuria, un atisbo del entrelazamiento y la tensión entre lo social, lo político y lo económico. En una era caracterizada por la financiarización y la globalización, en la cual la “información” es oro, la idea que una mercancía defina una época puede sorprender. Sin embargo, las mercancías no son menos importantes hoy y nuestras relaciones con ellas siguen siendo primordiales para comprender la sociedad. Si el automóvil es fundamental para comprender el siglo pasado, el teléfono inteligente (en adelante smartphone) es la mercancía que define nuestra época.

9/10/16

Las derechas profundas en América Latina

Massimo Modonesi

Las derechas latinoamericanas han estado muy activas y han reportado significativas victorias en los últimos tiempos. Última en orden de aparición: el descarrilamiento del proceso de paz en Colombia. En menos de un par de años, las derechas ganaron las elecciones en Venezuela y Argentina; bloquearon la posibilidad de otra reelección de Evo Morales en Bolivia y, por otros medios, aparentemente también de Correa en Ecuador; destituyeron a Dilma y acorralaron a Lula en Brasil; disputaron entre sí la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Perú. En perspectiva amenazan con ganar un referéndum destituyente en Venezuela y se presentan como favoritas en las elecciones mexicanas de 2018, salvo considerar todos los reacomodos y las eventualidades que ocurran en el tradicionalmente incandescente año pre-electoral. Y el listado podría seguir, incluyendo el señalamiento de las pocas excepciones que, sin embargo, no son totalmente ajenas a la tendencia general, como, por ejemplo, en el caso del Uruguay y de Nicaragua donde la derechización parecen producirse al interior del progresismo local más que por el visible fortalecimiento de oposiciones francamente neoliberales.

28/9/16

Colombia: Los acuerdos y el plebiscito

Ricardo Sánchez Ángel

1. El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC lograron lo que se denomina “Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”. El mismo [fue firmado] el 26 de septiembre, y el 2 de octubre se realizará el plebiscito con la pregunta: “¿Apoya usted el acuerdo para terminar el conflicto y construir una paz estable y duradera?”, con opciones de respuesta o No. Esto a pesar del derecho presidencial a buscar y sellar el acuerdo, con el aval del Congreso y la Corte Constitucional. Así las cosas, quedaron atados, enlazados, acuerdo y refrendación plebiscitaria.

26/9/16

Vladimir Ilitch Lénine: parti, presse, culture & révolution

Chez Lénine, la conception de la culture en général et de la presse en particulier est indissociable du projet révolutionnaire. Elle ne se comprend qu’à l’aune de la perspective d’un bouleversement pratique de l’ordre social. C’est en fonction de cette visée que celui qui s’occupa de plusieurs journaux a développé, et ajusté selon les circonstances, des lignes de réflexion et principes d’action concernant les rapports entre presse, culture, parti et révolution. Fabien Granjon, qui dirige le Centre d’études sur les médias, les technologies et l’internationalisation (CEMTI) de l’Université Paris 8 Vincennes à Saint-Denis, y revient ici en détail.

Lenin ✆ Andy Warhol
Fabien Granjon

« Nous avons dit ailleurs quelle puissance de l’unité fut celle de Lénine, homme bâti d’un seul bloc, voué tout entier, à tous les moments de sa vie, à une œuvre unique. Il ne faisait qu’un avec son parti et, par le Parti, avec le prolétariat ; il ne fit qu’un, à des heures décisives, avec tout le peuple travailleur de Russie, et, au-delà de frontières ensanglantées, avec les prolétaires et les opprimés de tous les pays. »Victor Serge
« Elle-même est devenue, la plus grande organisatrice-communiste, la mort d’Ilitch.Et déjà, au dessus de la monstrueuse forêt de trompettes, des millions de mains, accrochées à la hampe, Place Rouge, un drapeau rouge s’élève d’une terrible saccade.De ce drapeau, de chacun de ses plis, à nouveau, un Lénine vivant lance son appel :– Prolétaires, formez les rangs, pour la dernière mêlée ! Esclaves redressez votre dos et vos genoux ! Armée des prolétaires, serre tes rangs ! Vive la révolution, joyeuse et rapide ! C’est l’unique grande guerre de toutes celles que l’histoire a connues. » Vladimir Maïakovski

La conception « léninienne » (comme l’on parle d’une pensée « marxienne » selon la terminologie de Maximilien Rubel qui réserve cet épithète à la qualification de l’œuvre de Marx et non à celle de ses épigones « marxistes ») de la presse et de la culture est consubstantiellement liée au projet révolutionnaire. En tant que problèmes singuliers devant être inévitablement mis en regard d’une ligne de classe servant de boussole au changement social, les réponses à y apporter doivent, de facto, traduire les nécessités matérialistes en des pratiques concrètes. Chez Lénine, aucune élaboration théorique n’est ainsi détachée des exigences portées par la participation au bouleversement pratique de l’ordre social (Budgen, Kouvelakis, Žižek, 2007).

25/9/16

Capitalismo y trato animal

El uso y explotación de los animales no ha contribuido al progreso de la humanidad, como se nos ha hecho creer, sino a su devastación moral y material
Si el antropocentrismo especista sobrevive es sólo por dos motivos: la resistencia al cambio de los humanos y el poder de los 'lobbies' económicos
Es imposible construir sociedades en paz, igualitarias y justas para los humanos mientras sus cimientos se hunden en la violencia contra otras especies 

Pedro Strukelj
Núria Almiron

La historia del capitalismo ha sido contada de muchas formas: tanto desde arriba, desde la perspectiva de las élites, como desde abajo, desde la perspectiva de los explotados. Sin embargo, hasta hace muy poco todas estas visiones adolecían de un sesgo antropocéntrico que impedía comprender realmente lo que subyace, invisible, en las entrañas más oscuras de este sistema.

La visión antropocéntrica dominante ha dado prioridad al ser humano hasta el extremo de borrar una parte esencial de su historia: la explotación masiva y cruel de animales no humanos en la que, junto a la explotación de seres humanos, se ha basado el capitalismo desde sus inicios hasta hoy. De hecho, esta realidad da nombre al propio sistema: capital, la raíz de capitalismo, procede del latín capitalis o "relacionado con la cabeza". La etimología de la palabra capitalismo revela, pues, cómo se empezó midiendo la riqueza: cuantas más cabezas (de ganado), mayor riqueza. Pensadores tan opuestos como Adam Smith y Karl Marx compartieron el reconocimiento del enorme papel que los animales no humanos habían tenido en los primeros procesos de acumulación de capital. Hoy sabemos, además, que el uso y explotación de todos esos seres vivos no ha contribuido al progreso de la humanidad, como se nos ha hecho creer, sino a su devastación moral y material.

24/9/16

Sobre el “post-progresismo” en América Latina: aportes para un debate

La alborada ✆ Roberto Mamani, Bolivia
Atilio A. Boron & Paula Klachko

Días pasados llegó a nuestras manos un artículo de Massimo Modonesi y Maristella Svampa en el que se proponen pensar al post-progresismo en América Latina [1] . Según estos autores la tarea se ha vuelto urgente e imperativa “a la luz de la sorpresiva aceleración del fin del ciclo que viene aconteciendo desde 2015”. Síntomas claros de este ocaso serían la imposibilidad de que dos de los líderes fundacionales de esta nueva etapa puedan ser re-electos como presidentes (Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador), o la derrota del oficialismo kirchnerista en la Argentina a manos de una heteróclita coalición de derecha, mientras que en Brasil Dilma Rousseff fue desplazada de su cargo -“legal pero ilegítimamente”, según nuestro autores [2] - y Nicolás Maduro está sitiado por una Asamblea Nacional controlada por la oposición y su gobierno desgastado por una grave crisis económica, cuya génesis debería ser explicada a los lectores, cosa que los autores no hacen.

23/9/16

Cartografía de la lucha de clases en América Latina y el Caribe: Posneoliberalismo vs. Capitalismo offshore

En primer lugar, es necesario recordar que en todo proceso de revolución surge también la tendencia a la contrarrevolución; esto tiene carácter objetivo. Triunfa en definitiva la corriente que logra la mayor fuerza, la que se guía por una línea y un plan más acertados, más inteligentes. Es decir, la posibilidad de predominio de la revolución o la contrarrevolución se decide en el terreno subjetivo, depende de la conducción de una y otra.” Schafik Hándal (1990)
Katu Arkonada & Paula Klachko
Desde noviembre de 2015 han ocurrido sucesos excepcionales que cambian el panorama geopolítico y la cartografía de la lucha de clases en nuestra América. Con este trabajo pretendemos abordarlos, haciendo previamente un repaso de las etapas del ciclo posneoliberal que abrió una nueva etapa en nuestra región, al tiempo que intentamos un análisis sobre los acontecimientos de los últimos meses, que nos sitúan en un punto de inflexión y marcan enormes desafíos para los pueblos. Nos referimos centralmente al avance político de las fuerzas de derecha, avances expresados en el plano electoral y judicial que han logrado desalojar a dos gobiernos progresistas y estratégicos, dado su peso político y económico como Argentina y Brasil, y que han ganado elecciones en Bolivia y Venezuela, modificando la correlación de fuerzas subjetivas y objetivas en la región.

Nuestra América se encuentra entonces en un punto de bifurcación, una guerra de posiciones entre las fuerzas sociales y políticas que protagonizan y conducen (o condujeron) el ciclo progresista posneoliberal, y aquellas que apuestan desesperadamente por la restauración neoliberal en forma de capitalismo offshore, un capitalismo que muestra la agudización de algunas tendencias que podrían indicar una modificación del ciclo capitalista dentro de su fase ya iniciada de descomposición1