Cuando apareció, en 1670, el Tratado teológico-político de Baruch de Spinoza fue denunciado como el libro más peligroso que se haya publicado --"sin Dios", "lleno de aberraciones", "un libro forjado en el infierno… por el mismo diablo." Las autoridades religiosas y seculareslo vieron como una amenaza a la fe, la armonía social y política, y la moral. Su autor fue casi unánimemente considerado un herético y un peligroso político radical.
No es difícil comprender por qué el Tratado de Spinoza se convirtió en un acontecimiento en la historia del pensamiento occidental y en un escándalo en la Europa ilustrada. En este libro, Spinoza es el primero en afirmar que la Biblia no es literalmente la palabra de Dios, sino más bien una obra de la cultura universal, que la verdadera religión nada tiene que ver con la teología, las ceremonias litúrgicas o el dogma sectario, y que las autoridades eclesiásticas no deben tener ningún papel en el gobierno del estado moderno.