Fidel Castro ✆ Baptistao |
Tambaleándose como consecuencia del cáncer fulminante y
terminal que, asegura la CIA y allegados, afecta a Fidel desde hace alrededor
de cuarenta años, y con visibles muestras de dolor por sus últimos cinco
accidentes cardiovasculares detectados por los medios de comunicación, el
comandante llegó hasta la tribuna sin poder disimular la cojera que, tras su
último percance lo ha obligado a pasar repetidas veces por el quirófano para
ser operado de múltiples fracturas. Entre gestos de acusado padecimiento por
las secuelas de su conocida insuficiencia renal aguda, el dirigente cubano,
antes de dirigirse a los presentes, levantó a duras penas su puño derecho en el
que eran evidentes las huellas del mal de Parkinson y esbozó una sonrisa que
puso en evidencia el terrible padecimiento del escorbuto que, al parecer,
contrajo en su juventud. En contra del parecer del equipo médico habitual que
siempre lo acompaña por si sufre otra nueva recaída en su cirrosis hepática,